Fire Island 2 ( 2° libro No soy nada sin ti)

Capítulo 11° La última jugada.

Después de la captura de Lucas, Brenda intentó retomar su vida normal, pero la intranquilidad persistía. Las amenazas de Lucas seguían sonando en su mente, y aunque Lucas estaba tras las rejas, Brenda no podía evitar sentirse vulnerable. La vida había vuelto a una relativa calma, pero la sombra de Lucas aún acechaba.

Saldría en breve.

Una mañana, mientras Brenda preparaba el desayuno para Brigitte, recibió un mensaje en su teléfono. Era una foto de Brigitte durmiendo, tomada desde una ventana. El mensaje decía: "No pienses que esto ha terminado. Estoy cerca."

El pánico se apoderó de Brenda. La idea de que Lucas,ya habría salido de entre rejas y pudiera estar cerca, capaz de enviarle mensajes tan escalofriantes, la hizo temblar. Rápidamente, llamó a Elena y a Mark, quienes vinieron de inmediato para asegurarse de que la seguridad de Brenda y Brigitte estuviera completamente reforzada.

La policía investigó la foto y determinó que fue enviada desde un teléfono prepago, lo que dificultaba rastrear al remitente. Brenda, desesperada, decidió ir a un lugar seguro; la casa de sus padres en la isla de Fire Island. Allí, el entorno sería más seguro y menos predecible para Lucas.

Margaret, Brigitte y Brenda se trasladaron a la casa de la isla, una propiedad aislada rodeada de mar, y poco vecindario. La primera noche allí, Brenda se sintió algo más tranquila, pero la sensación de estar en peligro no desapareció. Mark y un equipo de seguridad privado se encargaron de vigilar la casa durante las noches.

Mientras las chicas se adaptaban a la situación, la tensión creció cuando Brenda encontró una nota escondida en la caja de juguetes de Brigitte. La nota decía: "Sabía que te esconderías. Estás jugando a un juego muy peligroso. Veremos quién gana,la lucha continua."

Brenda se sentó en el suelo, con la nota temblando en sus manos. La realidad de que Lucas podría estar cerca y que ella y su hija estaban en riesgo de nuevo la agobiaba, y la ponía de los nervios. Esa noche, cuando la casa se quedó en silencio, los ruidos en los alrededores la mantenían despierta. Cada crujido ,cada pequeño ruido,la mantenían en vilo,sin poder dormir.

Durante la noche, Brenda oyó un golpe en la ventana del salón. Se acercó con cautela y, con el corazón en la garganta, miró a través de la ventana. No había nada visible en la oscuridad. Sin embargo, no podía quitarse la sensación de que algo o alguien estaba observándola. Despertó a Margaret y le mostró la nota, explicándole sus temores.

Mark y el equipo de seguridad redoblaron los esfuerzos, patrullando el perímetro y revisando cada rincón de los alrededores de la casa y todo el perimetro de las calas de la playa. . Aunque la seguridad estaba en alerta máxima, Brenda sentía una creciente sensación de paranoia. La idea de que Lucas pudiera estar vigilando a su hija escondido, la mantenía constantemente en vilo y alerta.

Una noche, Brenda escuchó un ruido fuerte proveniente del almacén de herramientas de su padre. Con Margaret y Brigitte dormidas, decidió investigar sola. Armada con una linterna y un teléfono para llamar a la policía en caso de emergencia, se acercó al almacén. Cuando abrió la puerta lentamente, encontró el interior revuelto. Un mensaje estaba garabateado en la pared con spray negro: "El juego continúa."

Brenda sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. De repente, un fuerte golpe en la puerta principal la hizo saltar. Corrió de regreso a la casa, donde Mark y su equipo se encontraban en plena acción.

—¡Alguien ha entrado en el almacén!— gritó Emma—. Mientras los guardias se movilizaban rápidamente.

Mark inspeccionó el área y encontró huellas frescas en la arena de la playa que parecían dirigir hacia una casa aparentemente abandonada en las cercanías. El equipo de seguridad y la policía se dirigieron hacia allí, preparados para cualquier cosa que pudieran encontrar.

Mientras tanto, Brenda esperó con Brigitte y Margaret en una habitación segura, temblando mientras escuchaba los movimientos afuera. La espera se hizo interminable, y cada minuto parecía una eternidad. Finalmente, Mark regresó con una expresión de agotamiento.

—Encontramos la casa vacía—. Parecía que Lucas se había ido justo antes de llegar—. Pero hemos encontrado evidencia de que a estado allí.

A pesar de la noticia de que Lucas no estaba presente, el miedo no desapareció. La idea de que había estado tan cerca y que seguía observando cautelosamente, era suficiente para mantener a Brenda en un estado de alarma constante. La policía prometió mantener una vigilancia más estricta y Mark aseguró que continuarían buscando a Lucas.

Esa noche, Brenda se acostó con el corazón agitado, sabiendo que su lucha no había terminado. Aunque Lucas había logrado escapar por ahora, su presencia era una amenaza constante. Sin embargo, Brenda estaba decidida a no dejarse vencer por el miedo. Estaba lista para enfrentar cualquier desafío que Lucas pudiera lanzarle, con la esperanza de que algún día pudiera encontrar la paz y proteger a Brigitte de una vez por todas.

Al menos contaba con la compañia de su amiga Margaret,que había vuelto de Italia para estar con ella,mientras estaría en peligro junto a su hija,dejando a Leonardo solo en Italia , le daba las gracias cada día por ello,y por permanecer a su lado.




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