Flechazo de amor

Cap 3

Fui a la cocina por un vaso de agua, miré por la ventana había algunas señoras lavando y otras conversando, miré el reloj eran las ocho, fui a cambiarme por unos jeans negros, una camisa blanca y unas convers negras cogí un bolso de la abuela y algo de plata que sobraba. Salí y algunas personas me observaban sus rostros decían ¿Quién es ella? ¿Qué hace saliendo de ahí? ¿Cómo entro? ¿De dónde salió? Y muchas preguntas solo me limite a decir-Buenos días

Correspondieron al saludo me hacían sentir incomoda quería que alguien me salvara

-Tú eres la nieta de Laura-era una señora de unos 40 años

-SI ¿Usted es?

-Carmen una amiga de tu abuela- no estaba segura de creerle

-Vas al mercado

-Sí, qué casualidad yo también voy

Me acompaño y me aconsejo donde podía comprar buenas verduras, frutas etc. Al terminar me miro y me dijo lo siento

No entendía porque él lo siento - Porque

-Lo de tu abuela, ella me dijo que cuando tu estuvieras aquí ella bueno habría....ya sabes a lo que me refiero. Antes de que se fuera a vivir contigo, me pido que cuidara cuidar de ti

-Gracias- sonreí

3 días después

Es viernes y nadie había venido a verme para lo de la preparatoria el miedo me estaba matando mire el reloj cada cinco minutos y no pasaban de los ochos cuando la puerta sonó

- ¿Quién es? -grite desde la cama

-El señor Luis asistente de su abuelo

me agarré el cabello y salí abrirle la puerta

-Buenas tardes

-Buenas tardes señorita Eliza

Estaba vestido formalmente, se le notaban algunas canas

-Cuál es el motivo de su visita- intente hablar formalmente, aunque creo que fracase

-Su abuelo pidió que se le comunicara: que ya estaba resuelto lo de su matrícula y que puedo asistir sin ningún problema

-El uniforme le llegará el día de mañana y lo que necesiten para sus estudios se debe encargar usted mismo, tendrá un recorrido por un mes. Señorita tómelo como un consejo sea rápida en adaptarse a su nueva institución de igual manera a la ciudad.

El recorrido solo lo tendrá por un mes.

-Gracias Luis

 

1 Año Después

 

Hoy cumplo los 16 años la señora Carmen me compro un pastel de tres leches estaba deliciosa, ya era un año y medio desde que vine a Nueva York.
No he sabido nada de mi papá desde lo que sucedió. Solo puedo pedir a Dios que se encuentre bien.

-Parece que vamos a tener nuevos vecinos

-Porque lo dice Carmita

-Ven a mirar

Me acerqué a la ventana era una señora con tres hijos, ninguno de ellos estaba mal, seguí observando cuando uno de los chicos miro hacia arriba, y por un pequeño instante nos quedamos viendo

-Ven a terminar tu pastel - Grito Carmita desde la cocina.

-Ya voy

La puerta sonó, sabía quién era

-Hola Luis ¿Cómo estás?

-Bien señorita Eliza

-Luis ya hablamos de eso déjame de llamarme señorita Eliza solo dime Liz

-Como usted diga señori...... Liz

-Mucho mejor, dime que me ha mandado mi abuelo

-Una laptop, ropa y algo de maquillaje

-Lo mismo que el anterior año, pero esta vez bien una laptop - le regale una sonrisa falsa

Carmita coloco su mano en mi hombro- Liz tienes que ser agradecida por lo que te da.

-Bueno

-Gracias por haberlo traído Luis
 

Estas vacaciones la estaban pasando aburrida y el reloj parece que estaba en mi contra no pasaba de las nueve. Decidí levantarme de la cama y abrir las cajas que me había enviado mi abuelo, ropa, maquillaje y una tarjeta que decía:

Eliza el uniforme. Y aprende a maquillarte

Se me había olvidado, lo del uniforme, contando con este año solo me queda un año más y adiós Colegio de niños ricos recuerdo que me la pase enviándole tarjetas pidiéndole que me cambiará a una del Gobierno, pero nunca recibí una respuesta fue uno de mis primeros años más feos que pase en ese Colegio.

Lo único bueno es que conocí Fernanda, es agradable, linda Y una buena amiga. Guarde la ropa, el maquillaje todo era de marca al igual que las bolsas.

Ya no tenía mucha comida, tenía que ir hacer compras y lavar mi ropa

- ¿Qué pereza? - grite

Arregle la casa, agarre un bolso y mi monedero. Revisé la lista por última vez, no me faltaba nada

Algunas vecinas estaban lavando, otras chismoseaban y los niños jugaban, cuando se enteraron de la muerte de mi abuela, me veían con lástima, otras se preguntaban de donde sacaba dinero y quien era el hombre que venía a verme algunas veces. Pero al final me acostumbre

(.....)

 

Está vez me excedí con las compras esta pesada y nuevamente cogí el bus que me dejaba a unas seis cuadras de la casa

Ya me dolían los brazos, cada quince pasos me detenía a descansar

-Te puede ayudar- voltee a ver y era un chico alto

- ¿Y tú eres?

-Sebastian el nuevo vecino, mucho gusto y tu- me miro

-Eliza, pero me puedes decir Liz

-Sí, quieres que te ayude

-Bue... Si por favor

Agarro las compras y empezó a llevarlas

-Espérame -grite

-No es mi culpa que seas lenta

Desde cuando teníamos esa confianza, apenas lo conocí treinta minutos. El camino se me estaba empezando hacer algo incómodo, espero que a él también. Necesitaba buscar un tema de conversación, no tenía ninguna idea

-Así que vives sola- bueno por lo menos alguien tenía un tema

-Sí o no

-Si. ¿Cómo lo sabes?

-Ningún padre dejará que su hija estuviera, en la terraza a la una de la mañana

-Tú también lo estabas y tienes padres, ahora dime la verdad

-Esas señoras que tiene el cabello como un nido, les estaban contando a mi madre

-Hablas de Doña Laura y de Mercedes te las presentó son las mujeres más comunicativas del barrio

-Quieres decir las chismosas

-Sí, pero ellas se hacen llamar las comunicadoras del barrio detestan que las llaman chismosas



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En el texto hay: amistad, dolor, amor

Editado: 13.05.2021

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