Miro el paisaje que está frente a mí y sonrío. Amo la naturaleza, me encanta ver las maravillas del clima, el cambio de las estaciones, los árboles crecer y florecer, los animales disfrutar de su entorno. Sin duda alguna, mi estación favorita es la primavera, la espero todos los años con muchas ansias, puesto que, en esa estación la naturaleza se muestra en todo su esplendor.
—Jazmín, mamá nos está esperando —miro a mi hermana y asiento.
Recogemos todo y nos subimos en nuestras bicicletas para llegar a casa lo más pronto posible.
Al llegar todo se encuentra en un silencio absoluto.
—Mamá, ya llegamos —digo y no obtengo respuesta.
—Quizá esté en la sala —vamos hasta allá.
Y efectivamente ahí está, ella y papá, pero ella está llorando y tiene un papel en las manos, papá la tiene abrazada.
—¿Qué pasó? —pregunto con miedo.
Ellos nos miran y mi mamá corre a abrazarme. Le correspondo el abrazo. Cuando nos separamos puedo notar que mi papá abrazó a Samantha.
—¿Nos explican? —pregunta ella.
Mi mamá se separa de mí y me tiene una hoja.
—¿Qué es?
—Son los resultados de los exámenes médicos —mi corazón empieza a latir más rápido de lo normal.
Sam se acerca y toma mi mano.
Miro la hoja y empiezo a leer. Mi corazón se encoje al leer lo siguiente: "Positivo para carcinoma". Miro a mi mamá con miedo. Lo que temíamos se volvió realidad.
—Hermana —ella me abraza.
—Vamos a salir de esta, tú eres fuerte —me dice mi papá.
Asiento. Derramo una lágrima y recibo su abrazo.
***
Ninguna persona está preparada psicológicamente para recibir una noticia así. En mi interior aún guardaba la esperanza de que el diagnóstico médico fuera erróneo, pero no lo fue. Tengo cáncer, pero no voy a dejarme vencer por el.