Fragmentos del ayer

Capítulo 001

En esos días, en donde solo vez negro, te das cuenta que no todo perdura hasta el resto de tu vida, que no todo es para siempre y como también eh escuchado, el para siempre, siempre acaba.

Hace años escuche una hermosa historia, mis padres me la contaban para dormir. Contaba la historia de un ave, específicamente, el ave fénix, aquel que resurge de las cenizas, aquel que nace de la nada y se convierte en el todo. Cada que la escuchaba sentía que en algún punto de mi vida seria como esa ave. Sabía que me volvería nada, pero, tendría la certeza de que me volvería todo. Todo aquello que necesitaría para vivir, para ser feliz, me volvería todo para mí.

El vivir, es un ciclo en donde la vida y la muerte van de la mano, no existe una, sin la otra.

El vivir, es un ciclo en donde la vida y la muerte van de la mano, no existe una, sin la otra

28 de octubre 2015

"Dia del accidente"

- ¡Cumpleaños feliz, te deseamos a ti...! -Canturrea mamá y papá, y yo, yo solo los observo con una gran sonrisa en mis labios. Hoy cumplo 12 años y desde que tengo uso de razón, siempre en nuestros cumpleaños cantamos esta peculiar canción. Mamá dice que proviene de su país de origen- Cumpleaños Maia, cumpleaños feliz. -Al terminar papá y mamá aplauden fervientemente, mamá tiene unas pocas lágrimas en sus ojos, que estoy segura son de felicidad. -Ahora princesa, sopla las velas y pide un deseo, Maia.

Al terminar de cantar me acerco muy entusiasmada a mi pastel de cumpleaños y, antes de soplar las velas pido un deseo.

"Deseo nunca estar lejos de papá y mamá"

-Mmm ¿Qué has deseado stellina? -Pregunta papá acercándose a darme un beso y un abrazo.(stellina= estrellita)

-No te lo diré -Hice un puchero pequeño, papá era tramposo, sabe que, si le digo lo que desee, entonces, mi deseo no se cumplirá. Y por nada del mundo dejare que mi deseo no se cumpla.

mamá también se acerca y me da un abrazo para después besar mi coronilla.

-Alex, mi amor sabes cuales son las reglas de los deseos de cumpleaños, no se pueden decir, hasta que el deseo se cumpla. ¿Cierto, princesa? -Miro a mamá y asiento.

- ¡Esta bien!, solo por ahora dejare de preguntar, pero no creas que me rendiré, al final del día veras que sabre cual fue tu deseo.

-Alex no la molestes con eso, es hora de partir al aeropuerto, mi madre ya estará llegando.

- ¿Mami? -Mamá me observa en espera de mi pregunta- ¿Tenemos que irnos ahora?

Papá se hinca ante mí, toma mis manos y me observa fijamente.

-Stellina, mamá y yo desearíamos postergar el viaje, pero entiende amore mio, mami también extraña a tu abuelita Lili. Y no podemos dejar sola a tu abuelita en el aeropuerto, se puede perder. ¡Además!, no estarás sola, viajaremos los cuatro juntos. Recogeremos a la abuelita y después iremos a la casa de campo.

Lo observo un poco dudosa, pero asiento. Yo también extraño a mi abuela Lili.

-Está bien papi, pero, ¿Me compran chocolates en la tienda de la amiga de mama, camino al aeropuerto?, así cuando vea a la abuela le regalo unos -sonrio levemente observándolos a ambos, se que es de noche y, que el clima no es el indicado porque podría haber una tormenta, pero de verdad quiero esos chocolates, son los mejores y estoy segura que a la abuela Lili le gustaran.

Papa se levanta y comparte una mirada con mamá antes de soltar un suspiro y asentir.

-Está bien amore mio, pero es hora de irnos.

A veces, en la vida nos enfrentamos a circunstancias que colocan en prueba nuestra fortaleza, y en esas circunstancias comprobamos que el dolor de una perdida no es lo que nos mata, sino, el hecho de vivir eternamente con los fragmentos del ayer, con esos recuerdos del "Tal vez".

Consientes de que nada sera como antes. Por eso, ten en cuenta que nunca se olvida, solo aprendes a vivir con el dolor del recuerdo.

Al salir de casa y emprender el camino al aeropuerto papá estaba un poco preocupado por el clima, no era muy seguro viajar en carretera con una posible tormenta lluviosa asechando.

La verdad, yo solo quería los chocolates que mamá siempre compraba y, se los hice saber a mis padres, aunque diría que no era la forma correcta de pedirlo, una pequeña pataleta no iba a acelerar las cosas, aunque también estaba claro que estaba muy emocionada con el hecho de que iba a ver a mi abuela Lili. Estaba consciente que mamá y la abuela Lili tenían sus diferencias, pero trataban de hacerla a un lado por mí. Esta seria la cuarta vez que vería a mi abuela desde que tengo uso de razón.

-Papá quiero mis chocolates -Creo que tanto papa como mamá estaban cansados de que yo pronunciara lo mismo cada minuto, lo sé, a veces solía ser irritante. Papá me observo de reojo y mamá solo se dignó en suspirar, ya estaba acostumbrada a ese pequeño defecto que yo tenía. Sin embargo, ambos ignoraron ese hecho ya que estaban preocupados porque hace unos minutos se desato la ya esperada tormenta. Estábamos en una via un poco retirada de la ciudad.




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