Acabo de despertar de un sueño largo. Espero me hayas extrañado tanto como te he extrañado a ti. Sé que te llene de preguntas, pero he encontrado todas mis respuestas. He vuelto. Estoy volando. No puedo tocar tu mano pero puedo sentirla, puedo sentir tu nombre ardiendo en mi pecho. Vamos de nuevo al infinito.
A dónde me llevas cada que te siento? Porqué me falta el aire y al mismo tiempo puedo ver el cielo cada que me tocas? Y es el silencio lo que nos une. Y me lleno de tí y no sé por dónde sacarte y explotan mis sentidos. A dónde me llevas cada que te siento? Que quisiera quedarme ahí para siempre.
Somos un montón de líneas atravezadas en el universo. Líneas infinitas que se entrelazan, que se unen y separan. Líneas que viajan en direcciones aleatorias. Somos un montón de sueños creados en algún rincón baldío de alguna estrella. Cada instante en nuestra vida se convierte en un recuerdo. Estamos llenos de recuerdos que de vez en cuando se convierten en olvido, que de vez en cuando nos convierten en olvido. Somos líneas en el mundo que se dibujan y desdibujan, que se escriben unas en otras con temor a ser borradas, olvidadas. Somos un montón de líneas esperando una casualidad que nos dure para siempre. Líneas infinitas atravesadas en el universo, que se borran en el espacio cuando el corazón deja de latir.