Hannya representa la figura de una mujer celosa y triste, no puede a pesar de su armoniosa apariencia esconder sus rasgos casi demoníacos. Está atrapada, en ocasiones quisiera volverse una vengadora, o desalmada pero en realidad está confundida. La flor de la vida, el San Gabriel que invita a seguir una vida mística y religiosa, la esperanza muere al último. Estas simplezas la han mantenido a flote, estando al borde de la extinción. Hannya no sabe vivir la vida, nadie se lo enseñó. Pero acaso alguien sabe como vivirla... La misma le ha negado muchas cosas. Se predispone a quedar aturdida, su consorte Gamaliel es otro ser deformado, arruinado.
-Tienes que curarte Hannya, no me gustan tus rabietas, le digo yo Gamaliel
-El doctor es un loco, quiere que vaya a la montaña a una clínica de desadaptados. El Dr. Rafael me tiene harta.
-Ha hecho mucho por ti Hannya... le comento
-Como faltarme al respeto todo el tiempo, es un desenfrenado. Replico yo Hannya
-Nunca te ha gustado que te confronten eso es lo que pasa.
-Como lo haces ahora mismo Gamaliel, le agrego yo
-Dejémoslo así, eres imposible. Culmino yo Gamaliel
Hannya se va a uno de sus acostumbrados paseos por el bosque, es amante de la naturaleza. Tiene la misantropía grabada en la frente, solo gusta de los animales, según ella son los seres más nobles que puede haber.