VI

La cita con el Dr. Olibarri permitió a Hannya sacar a relucir sus más hondos sentimientos, esa clase de emociones atrapadas y penas guardadas por mucho tiempo:

-Sabe doctor Rafael la verdad es que mi vida ha sido un intermitente ir y venir sin lograr nada, la misma me resulta asfixiante y cómica. No me considero una fracasada ya que lo he intentado todo en mi vida y con eso me quedo tranquila. Pero no soporto a los que me rodean ni por un minuto, mi camino es el de la izquierda, mi naturaleza es mala. Pero asismismo tengo la maldita virtud de la misericordia, me preocupo más por los demás que por mí misma. Eso me ha causado mucho daño, estoy al borde del abismo Dr., del colapso emocional, todos esto días no sé como me he sentido, como fuera de mí, despersonalizada. Solo se que quisiera salir de aquí.

-Tu esposo Gamaliel me llamó para pedirme una visita, quiere verte Hannya, no quise decirle nada sin colsultarte a ti primero. No estás lista para una visita, pero dada tu condición...

-¡Gamaliel! Si por él estoy acá, ¿para que querría verlo?

-Tranquila Hannya, no es un hecho, por eso te lo pregunto, puedo decirle que no puedes verlo, que no es el momento, tú tienes la libertad de hacer lo que desees, le diré que no estás dispuesta.

-¡Sabe qué, dígale que si puedo verlo! Le pondré todo en cuenta de una vez por todas, le pediré el divorcio.

-Si crees que es lo más prudente, así será Hannya.

-Con quien estar es contigo Rafael...

-¿Qué quieres de mí Hannya, eh dímelo? alega nervioso y furioso el doctor Rafael

Hannya se le va encima intentando seducirlo, forcejean un poco llegando a la violencia menor.