Giovanni se desplazaba en su moto, sentía el aire en su cuerpo, una sensación de libertad que le encantaba.
- Agente Giovanni –escuchó en la frecuencia especial de la policía-, preséntese en la trocha número 207.
Giovanni se dirigió al lugar indicado. Allí vio a Juan con un tipo esposado contra un camión.
- Solo son medicinas –decía el tipo-, solo son medicinas...
- Yo llevaré a este tipo a la cárcel –exclamó Juan-, tu lleva el camión al policlub.
Cuando Juan se retiró, Giovanni revisó la parte de atrás del camión, eran medicinas. Giovanni guardó unas cuantas aspirinas en su bolsillo, y pidió una grúa por radio para que llevara el camión al policlub.
- ¿Por que le era tan difícil cumplir las reglas a los civiles? –se preguntó Giovanni en silencio- El que manda, manda, así mande mal, lo enseñaban en la academia. A los civiles les hace falta disciplina.