Gold

Capitulo 4

Luna:

Me di cuenta hasta que desperté de lo que había sucedido me deje llevar demasiado se supone que me tengo que quedar con la máscara pero sorprendentemente desapareció con una simple sonrisa de un príncipe dulce.

Me levanto y me tallo los ojos un movimiento que deje que me acostumbrara las sirvientas corren hacia mi bañera con baldes de agua caliente para que me duche corren por miedo me tienen miedo y eso me encanta se siente tan bien de da una satisfacción inimaginable.

Con un movimiento de mi muñeca les ordenó que se larguen y salen corriendo yo me meto en la bañera con agua caliente y me ducho al salir ya hay unas toallas de seda blancas del mismo tono de mi piel me seco y después me visto.

Pienso un poco que hare el dia de hoy bien podría solo comer y leer y luego dormir pero mis padres quieren que salga a conocer el reino del prometido al cual hoy viajaré en la mañana.

Escogí un vestido color verde oscuro pegado a mi figura y de un color hermoso metálico que brilla levemente, me trenzo el pelo como el día que conocí a Mateo y un mechón cuelga de mi cabello.

Me subo al carruaje y viajamos por mucho tiempo en el cual charlo poco con los que están presentes en el carruaje mi hermana su prometido y el príncipe Mateo que ni siquiera se molesta en disimular que no ha dejado de mirarme ni un segundo desde que subí al carruaje y su sonrisa molesta y sensual.

A pesar de su mirada no me ha hablado en todo el trayecto me he aburrido a tal punto de conversar un poco cosa que no se me da y extrañamente solo se me dio cuanto estuve aquella tarde que ya se me hace lejana con el príncipe Mateo.

Por fin me levanto cuando llego a la ciudad espero una buena habitacion para descansar o si no me regreso sin duda pusieron unos estandartes con ambas banderas de ambos paises la nuestra tiene los colores dorado y plateado juntados en un sol y una luna la de ellos es de uncolor morado metalico y verde metalico con un rayo que le asesta a un ciervo negro.

Me bajo y pongo los brazos a los costados con una expresión inmutable y una sonrisa engreída en mis labios mi hermana va enganchada de su prometido de ojos azules yo en cambio no me aferro a nadie.

Paso caminando por la multitud que arroja flores y alabanzas por el matrimonio que salvará vidas y reinos.

El príncipe Mateo se me acerca y me dice con voz cálida y sensual

-¿Como has estado Luna de plata- Me aguanto la risa que quiere salir de mi boca y en lugar de eso entornó los ojos.

Le contesto un simple. -Bien no se tu- El es como siete centímetros más alto que yo por lo que me mira sin embargo yo no soy baja simplemente él es alto mide 1.80 y tiene 19 años yo en cambio mido 1.70 y tengo 18 años también por la edad supongo.

Me resulta extraño ver a nuestros padres discutiendo cuando por fin escucho que me hiela la sangre.

La boda será aquí en tres días.




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