Golden Heart

Prólogo

*Orfanato Ayia Varvara,14 de febrero de 1895,Atenas;Grecia*

—¿Madre? ¿Qué hacemos aquí?— Pregunta confundida la pequeña clarisse.

—Es hora de que te revele la verdad hija mía—Admite la madre nostálgica.

— ¿La verdad? ¿Qué verdad madre?— Pregunta la niña aún más confundida.

Clarisse una pequeña niña de 5 años, nacida en Atenas (Grecia) siendo tan pequeña ya sentía que no pertenecía a donde, lastimosamente, le tocó nacer y siendo criada en el peor lugar del mundo,el orfanato Ayia Varvara de su tía,dónde fue criada y moldeada para ser una servidora... sin ser aún consciente de ello.

Con una exclamación de dolor Elena (la madre de clarisse) decide no aplazar más su confesión —Hija, siempre has sentido que te falta algo,ese algo hija mía,es tu pequeño corazón.—Confiesa finalmente.

—¿Mi corazón? ¿Cómo es eso posible madre? —Pregunta clarisse asustada y aún más confundida.

—Cuando tenías apenas unos minutos de nacida el doctor notó que tenías algo colgado de tu pequeño estómago y era tu corazón mi niña—Responde Elena con nostalgia.

—Pero si no tengo mi corazón conmigo ¿Cómo es posible que viva madre?— Pregunta Clarisse confundida, porque para tener tan sólo 5 cortos años de vida ella ya sabía que eso no era posible.

—Hija mía,hay en éste mundo tantas cosas que aún no entiendes y que aún no puedo contarte pero ya entenderás todo mi niña—Responde acercándose a una de las paredes del cuarto.

La mujer saca de un pequeño hoyo detrás de un cuadro una pequeña y hermosa caja y se la ofrece a su hija.

—Toma pequeña mía y cuida bien de lo que hay allí adentro,porque allí está tu corazón y la explicación de muchísimas cosas. —Dice la mujer con un tono de advertencia.

Clarisse toma la pequeña caja con cuidado e intenta abrirla pero su madre lo impide.

—No la abras,no hasta que sea hora porque si lo haces antes de tiempo cosas terribles podrían suceder— advierte— Y no permitas que caiga en malas manos—Añade severamente Elena.

—Madre pero no entiendo ¿Por qué me dices esto ahora?—Pregunta asustada Clarisse.

—Porque las cosas cambiarán y tú estás en peligro hija mía,así que debes siempre recordar cada consejo que te he dado—Responde Elena mientras acaricia el cabello rubio de su hija.

De repente suenan las campanas que avisan que es hora de ir a cenar así que Clarisse sale del cuarto de su madre con la pequeña caja escondida en la chaqueta de su gris uniforme para después irse junto con las demás niñas a hacer la fila para ir a cenar aún asustada por aquello que su madre le ha dicho.

La pobre niña aún no tenía idea de lo que le esperaba para el futuro...

Aquella pequeña niña, era yo.

Y está, es mi historia.



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En el texto hay: dioses, aventura, mitologa griega

Editado: 07.03.2020

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