Todo había comenzado bien para ambos jóvenes, todo iba muy bien... Eso es lo que pensaron.
Eran sólo dos jóvenes experimentando que era el amor pero al parecer muchas personas no lo veían así.
Corea era una sociedad de mente cerrada en donde el amor entre dos hombres no era visto de buena manera.
Incluzo sus padres no los querían y fingían que no eran "anormales" como tantas veces les dijeron, pero que podían hacer ellos cuando sólo empezaban a vivir.
Los insultos y las burlas hacia lo que creían que estaba "mal" eran constantes, casi asfixiantes para ellos, sin embargo siguieron.
Siguieron hasta que no soportaron mas, pues eran muy jóvenes cuando se conocieron, eran demasiado "jóvenes" para el amor, o eso les habían dicho las personas.
Eran unos adolescentes claro esta pero, aún con su inexperiencia sabían lo que querían, aunque esto estuviese mal.
Sin embargo esa misma inexperiencia los hizo sufrir, por más felices que estuvieron al lado del otro no pudieron soportar.
Un día, parecía cualquiera en que decidieron terminar, expresando toda su frustración e ira a manera de gritos y sollozos, asi ambos chicos se dijeron adiós.
No uno bueno, pues aún se amaban, se amaban con tanta fuerza que llegaba a doler pero ese amor fue condenado por la sociedad.
A tan sólo un mes de terminar, Hoseok cayó en depresión, siempre pensó que era sensible y con la ruptura que tuvo con Taehyung lo fue aún más pues todo parecía afectarle en sobremanera.
Penso que era normal sentir tristeza al dejar a alguien que amas pero fue más allá de esto.
Pues cada que veía al menor de lejos pensaba que este ya lo superó por su sonrisa mientras que él seguía con su corazón roto y suplicando por quien llamó alguna vez el amor de su vida.
Intento, claro que intento salir de esto pero todo parecía en contra de él, cada cosa que hacia o cambiaba parecía empeorarlo más.
Dejo de salir y se encerró en su habitación, su madre preocupada lo sacó de allí pensando que tal vez le hizo mal a su hijo al haberlo juzgado sin haber escuchado sobre aquel muchacho, sin haber al menos intentado conocerlo, sin embargo, ya no había vuelta atrás, ya no podía cambiar sus actos o borrar cada palabra ofensiva hacia su hijo y hacia aquel muchacho que nunca conoció.
Hoseok fue con un psicólogo que de inmediato le recomendó anti-depresivos al ver su tan mal estado emocional sumándole las pastillas para dormir por lo notable de sus ojeras.
Tal vez y funcionen, eso quería creer Hoseok aunque en el fondo sabía que no funcionaria. Hizo creer a toda su familia que estaba bien fingiendo que estaba feliz y que las pastillas funcionaban.
No funcionaron pues no cambiaban su ánimo y mucho menos lo ayudaban a dormir, más bien lo estresaban y deprimían aún más, ni siquiera pudo dormir sino que aumento su insomnio, Hoseok dejó de tomarlas al ver que no servían, pero aún así escondía las pastillas que supuestamente tomaba por días.
Sabía que hacia mal al no tomarlas pero ¿Para que las tomaba? Sabia muy bien que era una pérdida de tiempo así que las dejó pensando que así haría bien, que mejoraría sin las pastillas.
No lo hizo pues sólo pensó en el tiempo en el que estuvo con Taehyung sumándole al montón de vídeos y fotos que tenía en su celular, su vida ya no tenía sentido, hasta respirar le parecía no servir de nada, sólo se asfixiaba.
Pasaron los meses y el seguía igual si no es que peor, no sabía para que estaba viviendo, no sabía porque seguía allí, pero vio como su familia se esforzaba por sacarlo de aquel lugar oscuro en donde estaba últimamente.
Entonces decidió que no debería afectarle, decidió que saldría de ese lugar y que lucharía por salir hasta ese día, en donde lo vio con otra persona, al parecer estaba feliz, estaba feliz sin él.
Y lo que parecía imposible se hizo realidad pues sintió como su roto corazón se rompía aún más, lastimándolo aún más, hundiéndolo más profundo.
Corrio lo más rápido que pudo hasta su casa y se encerró en su baño. No lo pensó, es como si hubiera estado ausente como si otra persona que no era él controlara su cuerpo, vio como tomaba cada pastillas que había guardado y las que sobraban en el frasco, pero parecía que no iba a funcionar, así que automáticamente buscó lo más rápido que pudo en la repisa de su baño aquel objeto que lo hacia feliz.
La sostuvo, una pequeña pero filosa navaja que lo "ayudaba" cuando sus días eran realmente malos, cuando de verdad no había motivo para levantarse de su cómoda cama.
Se sentó en su bañera y con el celular en mano le mando un único mensaje a la persona que más amaba.
Hola... No se si me recuerdes
tampoco se porque te envió
este mensaje pero quiero
que sepas que ya no puedo
más.
Lo siento.
Adios y te amo.
Hoseok.
Luego de haber mandado aquel breve mensaje sostuvo la navaja contra su muñeca y corto tan profundo como pudo, su vista se puso borrosa, tal vez y las pastillas empezaban a funcionar, cambio la navaja a su otra mano y corto de manera temblorosa pero firme con las pocas fuerzas de su mano su otra muñeca.
La sangre brotó de inmediato ¿Que había hecho? Pensó y reaccionó volviendo en si pero ya era muy tarde para arrepentirse, era muy tarde para cambiar sus recientes actos, su vista se fue haciendo más borrosa mientras sus párpados se iban cerrando, sintió como su respiración se hacia cada vez más lenta mientras que la sangre aún brotaba de sus muñecas. Lo último que escuchó fue como la navaja caía al piso rebotando y creando eco en el ahora silencioso baño.
Taehyung quien iba con su mejor amigo Jimin contándole como las personas eran un asco y que quería irse para ser libre recibió un mensaje de aquella persona que nunca penso, Hoseok.