POV GRACE
Cuando era más pequeña a la de edad de mis 10 años, mi madre murió por una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la cual causa la obstrucción de la circulación del aire y dificulta la respiración, esa enfermedad no era muy común lo cual sorprendió mucho a la poca población de Ruthenburg. Todos en ese año estuvieron preocupados de poder contagiarse, pero son tan ignorantes que no se dignaron a investigar que esa maldita enfermedad no es contagiosa.
Cuando ella murió dejándome sola y con el monstruo de mi padre, en ese momento creí que el mundo era muy injusto conmigo pero luego conocí a Emily, mi Gremy, ella me dio esperanzas, su amistad y lo más importante que te puede dar una persona su apoyo. Pensaba que ya no tenía razón para vivir, pero a mis 14 años una rara luz se me apareció de repente en una noche, no me asuste porque de ella surgió una linda imagen de un hombre muy atractivo con unos ojos verdosos muy bonitos, con un lindo color de cabello azabache, en ese momento pensé que él era mi príncipe azul, que algún día vendría a rescatarme de todo lo malo de este mundo.
¡Vaya sorpresa la que me llevé!
Ahora mírenme, estoy acorralada, pero esta vez en la puerta del baño mientras que el me mira con tanta rabia como si yo le hubiera hecho algo tan malo en su vida.
― A mí no me vas a poner condiciones muñeca, no sabes quién soy yo y de lo que soy capaz de hacer ― me estaba apretando con su mano la mandíbula tan fuerte que en algún momento llegue a pensar que me la quebraría.
― So…solo te pido eso, por fa…favor ― ya no podía aguantar mis lágrimas, pude sentir como me recorrían mis mejillas hasta detenerse en la mano de ese hombre que ni siquiera sabía su nombre.
― Te iras a bañar y dejaras la puerta ABIERTA ― cuando soltó ese grito, recalcando cómo debía dejar la puerta, salté en mi lugar por el susto ― ¿me entendiste muñeca? ― me lo dijo con un tono de maldad y yo por miedo solo pude asentir.
Una vez que el me soltó entré al baño inhalando y exhalando con un tanto de intranquilidad, realmente era un martirio estar con él y lidiar con todo el maltrato que hasta ahora me ha dado.
•••
― Date prisa vistiéndote que no tengo todo tu tiempo, tenemos que irnos rápido Grace ― dijo áspero y sin quitarme la mirada de encima.
― ¿A dónde nos vamos y co…como sabes mi nombre? ― se lo dije tratando de ser brusca con el pero me fue imposible ― yo no si quiera te co…nozco, ni siquiera se tu nombre y aunque su…supiera todo eso jamás me iría con una pe…persona como tú ― iba seguir diciéndole que era una persona horrible y sin emociones, pero no pude seguir ya que me volvió a bofetear.
Ya estoy empezando a creer que te gusta que te pegue muñeca ― me agarro del brazo para levantarme ya que me había caído debido a la bofetada ― pero si es lo que quieres con mucho gusto te complaceré zorrita ― yo lo veía horrorizada lo único que pude hacer fue negar rápidamente con mi cabeza ― y para tu información muñeca me llamo Mike Ainsworth, mucho gusto si quieres para conocernos mejor vamos por un rico cafecito y un trozo de pastel ¿te parece corazón? ― sabía que estaba siendo sarcástico por su forma de hablarme y de mirarme.
Juro que en ese instante me dieron ganas de borrarle esa sonrisa perfecta que tiene, pero seamos claro primero el me desfigura toda la cara antes de yo hacer tal cosa. Tenía tanta rabia acumulada que sentía que en cualquier momento iba a explotar.
― Quita esa cara de estúpida que ya… oh verdad se me olvidaba que ya naciste con esa cara ― lo único que pude hacer fue bajar la cabeza ― ya vámonos niña estúpida qu… ― él iba a seguir hablando pero no termino ya que lo interrumpí.
― Yo n…no soy estu…tupida ― con solo decir eso hasta yo ya estaba dudando en si de verdad era estúpida, algo me saco de mis pensamientos tontos y fue la risa de Mike que podría decir que se escuchaba por toda la habitación.
― Corazón ni tu misma te crees eso ― empezaba a reírse cada vez mas y ya me tenía harta, yo no soy ninguna estúpida.
•••
Nos encontrábamos ya fuera de del motel que hasta ahorita me estoy dando cuenta donde estábamos, él me tenía muy bien sujeta del brazo mientras salíamos de ese lugar, habían pocas personas que lo rodeaban y no podía pedir ayuda ya que él me había advertido minutas antes de que si lo hacia lo iba a pagar muy caro y no quisiera descubrir que significaba eso. No entiendo como una persona puede ser tan fría y despreciable a la vez, él es muchas cosas más pero me tomaría mucho tiempo decir todo lo que es.
De tanto estar pensando en lo idiota que es no me fije que de un momento a otro estábamos dentro de bosque, caminando entre hojas secas y rodeados de arbole frondosos.
― ¿Mike a dónde nos dirigi? ― no culmine lo que iba a decir ya que me estampo contra el árbol más cercano.
― Nunca en tu puta vida me vuelvas a llamar por mi nombre no eres nadie para hacerlo ― cuando dijo es no tenía ninguna expresión en su rostro pero por el tono de su voz sabía que estaba enojado.
― Entonces ¿co…como debo de llamarte? ― ni siquiera me atrevía a verle como estaba su semblante.
― Amo, así es como deberás de llamarme ― con lo que me dijo me dejo impactada ― dilo zorra ― no quería hacerlo pero si no le obedecía sabía que a mi rostro le iría peor.
― Amo ― susurre.
― ¡No te escuche maldita sea! ― esta vez sí se escuchó como un gruñido por eso salte en mi lugar debido a que me asuste mucho.
― ¡Amo! ― cuando lo dije me sentí tan ridícula, sentía ya mis mejillas mojadas por mis lágrimas derramadas