POV GRACE
7 años atrás.
Desperté cuando escuche las gotas de lluvia caer, no perdí tiempo y me incorpore rápido solo para observar la llovizna a través de la ventana, los arboles danzaban cual bailarinas, había niños corriendo enfrente de mi casa, se escuchaban sus gritos de felicidad mientras jugaban, pero yo solo pensaba que ellos se podrían enfermar por estar afuera mientras llovía. Mi papá siempre me repetía que si yo me bañaba bajo la lluvia y me llegaba a enfermar, él no me llevaría a ningún hospital porque simplemente no le importaba. Sabía que en el fondo mi papa era bueno, solo estaba triste por la muerte de mi mamá; aunque yo también lo estaba y no lo trataba mal, pero me imagino que a él le dolía más por haber pasado más tiempo que yo con mi mamá.
Baje las escales y ahí encontré a mi padre, otra vez tumbado en el sofá, ya tenía hambre y sabía perfectamente que él no había hecho desayuno y seguro la que tenía que hacerlo como siempre era yo. Creía que a mis 11 años podría ser como cualquiera niña de mi edad, pero no era, siempre me la pasaba en casa recogiendo todo lo que mí dejaba tirado.
Todas las noches rogaba que mi mamá un día volviese conmigo y me protegiera, siempre soñaba con ella, soñaba que volvía y me decía que algún día seria la hora de irme con ella, pero que siempre iba a estar segura con una persona con un carácter frio pero con un corazón blando. Pensaba que tal vez podría ser mí hada madrina; si yo todavía a mi edad pensaba en eso, pero esos sueños se fueron desapareciendo cuando pasaron 3 meses después de la muerte de mi mamá.
•••
Actualidad
― Ya despiértate ― sentí como me movía sin ningún cuidado ― no tengo todo el día zorra, y si no quieres que yo lo haga a mi manera, te recomiendo que lo hagas tú.
― Esta bi…en.
― Quiero que hoy limpies toda la casa ― dijo dándome la espalda ―, quiero que quites todo el polvo, ¿Quedo claro? ― agrego.
― Si enten… ― no pude terminar lo que iba a decir, ya que, me interrumpió.
― Bueno ya mueve ese lindo culo primor.
No podía negar que cuando él me hablaba así, hacía que en mi vientre se produjera un cosquilleo muy sabroso. Lo que había pasado ayer fue algo estupendo, jamás en mi vida experimente algo así, obviamente sé que una mujer puede masturbarse, no soy tonta, no me perdí la clase de anatomía; aunque hubiera preferido perdérmela, fue una clase muy vergonzosa, pero yo nunca me había tocado y dejado que me tocaran, por eso no pensé que lo que me hizo Mike fuera tan maravilloso. Lo que hizo su dedo en mí anoche me gusta mucho, que digo mucho, demasiado, para ser sincera me gustaría que me lo volviera hacer, pero en la vida tendría el valor ni la cara para decírselo.
― ¿Escuchaste lo que te dije?
<< No porque estaba pensando en lo rico que fue lo de ayer >>
― S…si, si te estoy escu…chando ― claro que no lo estaba escuchando, ni siquiera sé que fue lo que me dijo. Pero contaba con que no me preguntaría lo que él había dicho, siempre yo estando equivocada.
― Bueno como tú me estabas escuchando, quiero que me repitas lo que te dije.
Rayos.
― Bue…no yo, bu…bueno tú ― cielos no encontraba que decirle ― bueno es que yo, yo no pres…taba… ― la bofetada que me dio me callo y como era normal me mando al piso.
― Odio que me mientas Grace, odio que me estén viendo la cara de estúpido.
<< Lamento decirte que ya la tienes imbécil>>
― Lo sien…to amo, no lo volveré hacer ― me sentí como una niña pequeña.
― Vamos abajo, ahí te deje una camisa mía para que te la pongas ― señalo la mesa de noche donde se encontraba la camisa ―, aunque no me molesta tenerte desnuda por toda la casa ― dijo viéndome de arriba abajo.
― Ya me vi…visto amo ― mejor me vestía rápido, no quería darle más ideas a este maniático.
― Bien pero que sea rápido ― lo dijo ya dirigiéndose de la habitación.
•••
Me encontraba en la cocina lavando los platos y los vasos sucios, mientras Mike estaba observando cada uno de mis movimientos estando apoyado en la pared.
― Ya ter…mine amo ― dije volteándome para donde estaba el, pero si levantar mi mirada.
Mike se empezó a acercar lento, como si estuviera cazado a su presa. De pronto sentí como el piso me recibía como otras veces lo hizo, ya que, Mike me había abofeteado, y esta vez no entendía la razón.
― Y aho…ra que hice a…mo ― ya mis lágrimas habían empezado a empapar mis mejillas.
― ¡Ya deja de tartamudear de una maldita vez! ― Su grito me asusto ― Eres una maldita humana miserable.
Siempre me repetía que era una maldita humana, pero lo que no entendía es que si él estaba mal de la cabeza, porque qué otra cosa puede ser, a menos que sea un animal.
<< Ya se me olvidaba que el si era un animal>>
Me atreví a mirarlo a los ojos y noté como estos se ponían de color rojo, pero un rojo muy intenso. Uno que hasta con su mirada le quedaba muy sexi, pero provocaba muchos sentimientos en mi interior, tanto miedo como deseo, este último no lo podía explicar. Pero había una cosa que ya podía confirmar completamente.
Me estaba enamorando de Mike y creo que ya no lo podía ocultar. Me levante y reaccione lo más rápido que pude, agarre a Mike de su camisa y lo bese sin pensarlo dos veces.