Aún no he salido al mundo exterior, y no es que no me apetece hacerlo, solamente resultó haber un intermediario: la lluvia. Por lo que pude enterarme, es un fenómeno natural que ocurre en la Tierra. Resulta bastante peculiar, pero interesante el tema. Hace unas horas encontré una cosa circular con un palo en medio, guardado en un jarrón enorme al lado de la puerta. Cuando decidí usarlo fue en plan “¿Qué diantres es esto?”. Resulta que con este artilugio que encontré, el agua resbala evitando que pudiera mojarme.
Acabo de volver de mi caminata bajo la lluvia y debo decir que fue asombroso. En un momento se voló mi paraguas (se llama así. Un señor me lo dijo por la calle) y el agua cayó sobre mi cuerpo. Normalmente me asusté porque no sabía cómo sería. Cuando noté que no lastimaba ni nada empecé a jugar en ella, y terminé todo empapado. Luego, un señor gentilmente me regresó el artefacto. Cuando llegué a casa empecé a estornudar. Sentía escalofríos recorriendo todo mi cuerpo. Me puse a buscar en todos los libros que tenía de medicina humana para entender qué estaba sucediendo conmigo. Resultó ser solamente un resfriado común, pero en serio me había asustado. En mi verdadera forma no tengo todos estos problemas. Nuestros cuerpos distan de ser comunes como los de los humanos. Nuestra especie se caracteriza por diferentes categorías, las cuales se identifican por colores y diferentes poderes; también contamos con unas enormes alas para volar por todo el universo, pero en su momento se utilizaban para vigilar la Tierra, por lo cual los humanos nos confundían con estrellas de gas que rondaban en su planeta. También en nuestra forma física activada aparecen unas manos extras para… no sé, solo salen y ya. Así nos crearon y punto. No deseaba llamar la atención en este lugar y, para mi estadía en este mundo, tuve que tomar uno de los artefactos raros que hace mi hermano gemelo.
Y no, Tristan no es a la única que tengo que aguantar.
En mi familia somos 5: Isaac, Ryan y yo (el par de gemelos), Rebecca y Tristan, en ese orden. Ryan es el que más sabe de informática, y el que crea aparatos rarísimos. Uno de los aparatos que creó fue un collar holográfico; este cambia el aspecto de las personas a su antojo. Por supuesto se lo he pedido para estar en este planeta. Isaac es el mayor y el más dominante; la mano derecha de nuestro padre. Y a mí que me vio la cara de inútil me tiene de sirviente. Como bien podrán notarlo nadie lo detiene, excepto la novia. Rebecca es la artista. Le gusta montar shows en el living de la casa (a veces conmigo, a veces con Tristan), pero siempre resultaron ser todo un espectáculo. Cada vez que había momentos de tensión o cuestiones tristes, estos eventos eran especialmente útiles para subir el ánimo. Nota: debo asumir que como actor soy un desastre.
Y por último Tristan. Ella es buena con los negocios, los tratos, y hacerme la vida imposible. Me faltan manos y pies para contar la cantidad de veces que tuve problemas por su culpa. Y estoy convencido que este trato no será la excepción. Es manipuladora, fría y distante. Normalmente dicen que los hermanos menores son los mimados, los consentidos. En el caso de Tristan no es así. Desde el día que nació tuvimos problemas, por esta razón siempre se la intenta mantener controlada. Aunque eso nunca resultó algo muy fácil de lograr.
Noté como se hacía de noche, el cielo oscureció profundamente y no se veían estrellas en ningún lado. Comparando, en mi mundo se ven hasta los planetas más “cercanos”. Siempre me sorprendieron la cantidad de cosas que se veían. Y en esta ciudad… Tal vez sea por la tormenta, un grupo de nubes, pero no se ve nada. Ni el más mínimo brillo se hacía notar, y es triste. Tantas cosas de las que podrían disfrutar los humanos y no pueden. Y ahora yo tampoco.