Haré un desastre

Capítulo 5 - Parte 1

Al parecer, llegue al punto en que recibía mensajes de la presidenta del Consejo, para citarme personalmente al salón del consejo, para orientarme en como hablar frente a los alumnos y que decir para que su evento salga perfecto. Tome mis cosas, y aunque no era costumbre, Darian salió casi corriendo del salón. 

Sin querer choque con alguien, y cuando me percate de que era Adriel, apartó la mirada de forma inmediata. Conocía a Adriel, no me resultaba difícil deducir que le costaría tratarme mal, o ignorarme estando tan cerca. Así que tuve que alejarme por mi cuenta, no quería que estuviera en una situación incómoda, así que tomé la iniciativa y me retiré primero. 

Caminaba sin preocuparme, tenía sueño y debía prepararme para una larga semana de exámenes y posibles recuperatorios. Pero, antes debía centrarme en demostrar al consejo que no debía preocuparse por mi actitud, y que, como siempre, lo tenía todo planeado. Cuando llegué al tan fabuloso edificio del consejo, y subí por las escaleras, tuve la mala suerte de encontrarme con mi supuesto “enemigo”. De solo pensarlo, me daba cierta risa. Su ego era hasta un punto gracioso y ridículo para mi. 

Caminé sin detenerme, y en un momento, terminé chocando con un perro faldero del hermano de Darian, quien terminó tirando un montón de papeles, que claramente  no tenía ninguna intención de recoger. 

—¡Oye! —gritó el hermano de Darian—. ¿Acaso no te enseñan a respetar a tus mayores?

—No, me enseñaron a respetar a los que lo merecen, tú eres un ejemplo claro de alguien a quien no debo respetar —aseguré girando. 

—Esto lo provocaste tú, así que ven y recógelo —ordenó con una sonrisa. Miré a Darian que estaba mirando todo con un rostro neutral, y entonces sonreí. 

—Bien, tienes razón. Fue mi culpa —comenté mientras me acercaba para arrodillarme y tomar cada una de las hojas. Entonces, fue cuando sentí un pie en mi espalda.

—Te falto uno —aseguró con voz maliciosa el puto hermano de Darian. Cuando al fin termine de juntar los papeles en una prolija pila, los tome, ignorando al chico, me acerque a la barandilla y lance todos los papeles desde el segundo piso. 

—Ups, me resbale —dije serio y el rostro pálido y sorprendido de Darian, fue una recompensa agradable—. Grabate esto, si quisieras hacer algo bien, hazlo tú mismo.  

Caminé hasta el salón del presidente, y ella se levantó de su asiento para recibirme, junto con el vicepresidente, quien se veía bastante impaciente por que esto terminara. No entendía qué le pasaba, pero algo me decía que lo que sea que venga de ese tipo, era sumamente desesperante y molesto para mí. 

Nuestra reunión fue simple, me dieron un discurso y tenía que buscar la manera de que pareciera improvisado, porque así llegaría al público. Entonces, después de perder mi tiempo, arreglando aquel discurso que claramente era genérico y sin sentimientos reales, sonó la campana. Salí tranquilo, y me percate de que en el primer piso, estaba un grupo de chicos  juntando las hojas que había tirado del balcón. 

Evan, Darian y un chico de cabello negro estaban mirando todo. El único incómodo allí era el chico de cabello negro y lentes, de cierta manera, me hacía recordar a Adriel, se notaba que era bueno y timido con la gente. 

A mi lado, pasó el vicepresidente, y puedo jurar que vi sus ojos brillar, mientras caminaba en dirección de un recién llegado que se había acercado a saludar a todo el grupito. 

Todo ese grupo me resultó incómodo, la cercanía que tenían ciertas personas, me parecía repugnante. 

Y como no quería estar más allí, no me di el lujo de continuar con mi análisis. Pero, si me dio curiosidad, cierta interacción sutil, pero para un buen observador resultaba interesante. Mi curiosidad despertó, y no pude olvidarlo, hasta que llegué a mi casa, porque no tenía a nadie que me explicara quiénes eran esas personas. 

Existía un sitio oficial en las redes sociales de la escuela, en donde publicaban cosas exclusivamente del Consejo de estudiantes. Era el sitio perfecto para saber a quién exactamente me iba a enfrentar. Lamentablemente, la primera imagen que apareció en la tabla de sucesores, fue la de Evan Borya, con un texto que decía futuro  presidente. De solo ver su foto, me daba cuenta del ego inmenso que se cargaba, y esa sonrisa, simplemente me resultaba desagradable. Luego, abajo de su foto, estaba un joven rubio, que había conocido, Tyler Farrell, como futuro vicepresidente, me resultaba extraño, no parecía alguien malo, es más, me parecía que sería fácil de manipular si te haces la mosca muerta. Me hacía pensar en ¿Cómo consiguió el puesto? Sabiendo que su presidente, iba a ser el ser humano más desagradable del mundo.  

Después, aparecieron los demás, Myles Long, futuro secretario, Keven Kelly, futuro tesorero, Malcolm Walton, futuro  representante de los clubes de deporte, Bernard Shea futuro representante del club de arte, Cliff Briggs futuro representante del club de ciencias, y  Thad Mooney como futuro contador. 

Un grupo diverso, mandado por un chico horrible, todos me resultaban interesantes. Quería saber si serían capaces de hacer todo lo que el antiguo consejo había hecho, o si era cierto, que serían mi peor pesadilla. Bueno, no importaba si era uno u otro, lo que se podía entender, era claramente que Evan Borya, me tenía en el punto de mira. 

—Si llegara a hacer algo —murmuré mientras me recostaba en mi cama—. Tendría que ser el doble de cuidadoso, porque a la primera, él no dudaría en acusarme. 




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