Hasta que caigas

7:Enemigo

 

Estos días han sido de caos total, Aidan y yo nos hemos pasado el fin de semana buscando al que dejó aquel anónimo en mi puerta. Y lo único que con seguimos fue un video de la cámara de seguridad de un hombre encapuchado. Por otro lado, la prensa no deja de hablar de mí sobre qué soy la nueva accionista de la empresa Russo, algo que para algunos es una de las mejores alianzas, pero otros creen que será su perdición en el mercado, lo que nadie sabe es que mi labor en esa empresa no es más que joderla.


 

En estos momentos estoy en una de las oficinas de la empresa Russo revisando algunos papeles y ver todo lo que esta gran empresa esconde. Tocan mi puerta y sin ni siquiera levantar la vista le digo que pase.


 

—Campbell —la voz de Rayn es lo primero que oigo, al mirar al frente noto que no viene solo.


 

—¿Qué hacen aquí? —tener a Alessandro de frente hace que mi estómago se revuelque, de solo pensar que ame a ese ser con mi vida y que solo me usara como muñeca vieja, solo me hace querer seguir adelante con todo mi plan.


 

—Solo vinimos a ofrecerte un trato que no vas a poder rechazar —Su voz sin ningún tipo de sentimiento me hace entender que él siente lo mismo por mí o peor.


 

—Supongo que ese trato será uno donde yo desaparezca de aquí y me vaya tranquilamente —pongo mis codos encima del escritorio y lo miro fijamente.


 

—Te daremos algunos contratos millonarios para tu empresa y una suma significativa por vendernos tus acciones —ahora es turno de Rayn de hablar.


 

—Déjeme pensarlo —pongo mi mano en mi barbilla en forma de que estoy considerando su oferta.—no, se equivocan si creen que me iré tan fácilmente de aquí, pero lo que más me da curiosidad es pensar que ustedes pensarán que con este plan tan básico me podrían sacar del juego.


 

Me levanto de mi asiento y camino hasta quedar frente a ellos y con una sonrisa sarcástica agarro el cheque que me dieron y lo rompo en sus narices.


 

—No sé si aún no les ha quedado claro que conmigo nadie puede, entonces dejemos esto por la paz —en estos momentos la cara de Russo parece como si fuera a explotar.


 

—Tampoco no sé si no te ha quedado claro que yo no soy una presa fácil, esto fue para dejar esto por lo que dices por la paz, pero ya veo que no funciono. No hagas algo de lo que te arrepientas después —en todo el tiempo que hablo lo hizo con una calma que cualquiera le daría miedo, pero como yo ya no le tengo miedo y sé actuar mejor.


 

—¿Y qué harás? Le dirás a tu esposa o al mundo que la madre de tu hijo está viva, eso para mí sería un favor, así todos van a saber lo rata que eres —como es tan fácil hacerlo detonar en cuestión de segundos se me acerco; sin embargo, su amigo lo sostuvo del brazo antes de que hiciera una locura.


 

—Está bien como quieras, luego no digas que no te lo advertí, si tú sabes jugar sucio yo también.


 

—Eso lo sé querido, porque robarle un hijo a su madre es más que jugar sucio, es no tener corazón —como me encanta darle a las personas donde más les duele y ver en sus caras el efecto que causan cada unas de mis palabras.—Rayn, tú también tienes lo tuyo en esta historia y estoy segura de que pronto te llagará tu hora.


 

Los dos salen de mi oficina hechos una furia, aprendí con los años a controlar mi furia, he sabido que explotar enfrente de tus enemigos solo hace ver que ellos ganaron y que tienen un poder sobre ti que en cualquier momento lo usarán en tu contra. Mi celular vibra es un mensaje de Helena"El investigador encontró algo del anónimo"  así le pusimos al hombre encapuchado de aquel día. Dice que nos veamos en casa de ella; así que salgo para allá.


 


 

Mientas voy de camino no dejo de pensar en la relación que tengo con mis hermanos, al principio cuando llegue a esa casa me trataban indiferente, los entiendo, ya que por mi llegada sus padres se separaron por un tiempo. Ellos entendían que todo eso había pasado por mi culpa, aunque yo solo era una niña inocente en un mundo podrido, para ellos yo no existía, solo era alguien más que estaba en aquella casa recibiendo las migajas de un padre que me odiaba o me sigue odiando. Nuestra relación mejoró cuando me encontraron aquel día ahí tirada en aquel departamento, desde entonces me han ayudado en todo lo que he planeado.


 

Me bajo del coche y camino directamente a la casa de Helena, ni siquiera me deja tocar el timbre y ya está abriendo la puerta.


 

—Entra ya, esto no te va a gustar nada —por su tono de voz me doy cuenta de que es algo grave. En la sala están mi hermano y el inepto del investigador Robert, que al verme palidece.


 

—Se puedo saber qué pasa de una vez odio los misterios.


 

—Odio decirte esto hermanita, no obstante ahora mismo nos encontramos en uno —al poner mi cara de confundida el investigador procede a hablar.


 

—El encapuchado del otro día lo encontré.


 

—Entonces no es una mala noticia, podemos encáralo, ofrecerle dinero y hablará.


 

—Ese es el problema, que no hablará porque está muerto —Helena me suelta la bomba.


 

—Qué mierda —debido a la sorpresa tomo asiento.


 

—Sabes lo que significa esto —Mi hermano me mira bastante preocupado.


 

—Que quien sea que haya matado a ese tipo no quería cabos sueltos —respondo.


 

—Chicos, dejen de armarse sus películas en la cabeza, quizás solo haya sido coincidencia la muerte de ese tipo —Habla mi hermana buscándole el lado positivo a esto.


 

—Se equivoca señorita, ese hombre fue encontrado muerto dos horas después de hacer aquella entrega, no tenía amigos ni familiares. Las personas en donde vivía lo encontraron en su departamento muerto con dos disparos —relata el investigador.



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En el texto hay: traicion, venganza, dolor

Editado: 27.08.2023

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