Capítulo 02. "Solo somos amigos"

¿Recuerdas aquella vez que me llevaste al colegio?

Yo sí, básicamente porque mi corazón iba a mil por segundo cada vez que volteabas tu mirada hacia mí.

Habían pasado solo unas pocas semanas, ya éramos muy cercanos para el poco tiempo que llevábamos conociéndonos. Fuiste acercándote a mí de a poco y cuando me di cuenta ya era muy tarde para alejarme, para mi todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos, de un momento a otro pasamos de hablar solo de temas del colegio a quedarnos hablando hasta el amanecer sobre nuestras vidas.

Aquel día que me llevaste al colegio mi padre nunca volvió a casa y entonces se convirtió en una rutina que pasaras por mi cada día para ir al colegio, y después de clases dejarme en mi casa. Se convirtió en una rutina que al llegar a mi casa ya tuviera un mensaje tuyo saludándome como si unos pocos minutos atrás no me hubieras dejado frente a aquel edificio feo y descolorido donde vivía. No sé qué juego pretendías jugar, pero yo caí redondita y en ese momento no me importó lo que había pasado con ese otro chico que unos meses antes había roto mi corazón, ni siquiera recordaba ese dolor que sentía en el pecho todas las noches que me quedaba llorando por ese tan famoso mal de amor.

Llegamos a ese grado de confianza donde ya nos contamos todo, obviamente yo te conté todo aquello que no le había contado siquiera a mi propia mejor amiga, solo imagínate la confianza que llegue a tenerte.

Y entonces paso, fue solo una frase, no había malas intenciones detrás de ella, creo.

Tus amigos se convirtieron en mis amigos, y de un momento a otro cuando menos lo espere ellos nos preguntaron que estaba pasando entre nosotros. ¿Qué podía estar pasando entre nosotros me pregunte? Yo estaba enamorada sola y tu, tu solo querías ser mi amigo, ya lo sabia pero cuando esas palabras salieron de tu boca no puede evitar sentirme como la mas tonta del mundo.

"A ver, ya cuenten ¿Qué hay entre ustedes? Últimamente están muy juntos" pregunto tu mejor amigo que en los últimos días se había acercado a mí en varias ocasiones para hablarme sobre ti.

"Nada"  quise decir sin saber muy bien que debía decir en ese tipo de situaciones, pero me quede callada.

"Solo somos amigos" dijiste sin titubear, esas palabras se reproducían una y otra vez cual cassette.

Y si, solo éramos amigos, pero en el fondo, muy en el fondo de mi quería creer que había algo más, una razón oculta para impulsarte a pasar tanto tiempo conmigo, escuchándome sin quejarte y acompañándome siempre.