Hecha para ser Suya

Capítulo 5

La respuesta de mi padre, me hace abrir los ojos de golpe y darme cuenta de la estupidez que acabo de cometer. Lo peor es que no lo vi venir, soy un verdadero imbécil. 

Enojado, salgo del salón, me interesa un pito que los invitados vean que no me quedo en la recepción de mi boda, esto es un farsa y que se enteren todos de una buena vez. 

Subo hasta mi habitación y tomo mi maleta, empiezo a meter en ella, todos mis artículos personales, me largo ya mismo de aquí, quoero ver a Daniela, necesito tocarla, besarla, sentirla, cerciorarme de que estamos bien, contarle la estupidez que mi padre me orilló a cometer y rogarle de rodillas que me perdone, porque a esa mujer yo le ruego sin reparos, Daniela es mi mundo, mi vida, la mujer que amo, que deseo y con la que planeo envejecer. En medio del caos que hay en mi  cabeza, cierro los ojos para imaginarmela, su cabello castaño que le llega a los hombros y que siempre huele tan delicioso, esos ojos color miel, que me embrujan, sus labios carnosos que me hacen desear comermelos a besos, cada vez que la veo, su cuerpo, su delicioso cuerpo, que no me canso de probar una y otra vez, dejándome siempre con ansias de más. Daniela es mi oasís, es mi promesa cumplida, es mi sueño hecho realidad, ella es todo lo que necesito. Sé que si le explicó, ella entenderá que lo que hice, fue para asegurarnos un futuro promisorio, para darle lo mejor a nuestros hijos, esos hijos con los que hemos soñado y de los que tanto hemos hablado, una niña hernoa que tenga los ojos de su madre, y un varón que se parezca a mi. Son tantos los sueños, las metas, los planes, que yo solo quise, ver como poder hacer, que el camino nos fuera más fácil. 

Abro los ojos y me encuentro con todo este desastre en el que se volvió mi vida, de un momento a otro, es que todavía no entiendo, ¿En qué estaba pensando?. De repente se me olvidó que mi padre es un viejo zorro. 

Termino de meter las cosas que faltan a la maleta, llamo a la aerolínea para pedir un pasaje de vuelta a New York, lo más pronto posible, corro con suerte y en cuatro horas, estarè abordando un avión que me lleve a casa, con mi mujer.

La puerta de la habitación se abre de golpe, dejando entrar a un furiosa mujer, vestida de novia. Fija su mirada en mi maleta y luego la regresa a mí. 

 

—¿A dónde crees que vas? —Pregunta molesta. 

 

—Regreso a New York—Respondo.

 

—¿Se te olvidó, que estamos casados? —¿Pensabas irte y dejarme aquí? —Espeta furiosa. 

—Pensaba no, pienso irme y dejarte aquí—Esta farsa se acabó, es más nunca debió haber siquiera iniciado—Respondo, enojado.

—Pues lamento decirte, que si sales por esa puerta, cualquier acuerdo comercial, resultante de este matrimonio se cancela—Responde Anaika indignada—Además, según yo sé, nuestra boda fue real, ignoro a què te refieres, con "Farsa".

— ¿Acuerdo comercial? —Pregunto intrigado.

—Si, cariño a poco crees que yo me casé locamente enamorada de tí—lamento decepcionarte, pero este matrimonio era conveniente para ambas familias y yo acepté, porque era un buen negocio para mi papá y por tanto para mí, como su única heredera—Responde ella.

—Pues yo me casé por mi herencia, sino jamás lo hubiera hecho, al menos no contigo—Contesto.

—Eso lo tengo claro, sé que tienes a tu mujercita soñada, pero lo siento querido ahora eres mi esposo y a mi eso de swr la esposa cornuda no me va, así que más te vale que te olvides de su moza—Dice Anaika, en tono despectivo—Ah y por cierto, para que veas que soy una esposa, considera, te ahorré el mal momento de contarle que estás casado, personalmente me encarguè de mandarle un hermoso video de nuestra boda, a esta hora seguramente ya está enterada que tú y yo, somos esposos.

 

Un frió recorre mi columna vertebral, dejándome paralizado, por completo.

 

—¿Qué hiciste qué? —Pregunto, rogandole al cielo que lo que está mujer, acaba de decir, sea una mentira, producto de su mente macabra.  

—Lo que oíste, querido—Ya tu mocita, sabe que te casaste con otra, así que si el afán de irte es por ir a verla, descuida, con suerte la pobre mujer lo que quiere es castrarte—A decir verdad yo lo haría, mira que eso de que tu marido se vaya de viaje y regrese casado, debe ser bien feo—Dice en tono burlón. 

La furia me gana y pierdo el control, me abalanzo contra ella y llevo mis manos a su cuello, sin darme cuenta empiezo a ejercer presión sobre el área. Anaika, empieza a manotear intentando zafarse de mi agarre, mientras lucha por respirar. 

—¿En verdad hiciste eso?—Pregunto obnubilado—¿Lo hiciste?.

Sus ojos a punto de salirse de sus órbitas y su rostro algo cianótico, me hace reaccionar de repente. Suelto mi agarre y la veo caer de rodillas al piso, mientras de forma desesperada intenta respirar. 

—¡Maldito infeliz! —Dice en un tono apenas audible, estando a punto de desvanecerse.

Tomo mi celular y marco el número de Daniela, timbra tres veces, antes de enviarme al buzón de voz ya que no me contesta. Insisto una vez más, pero en esta ocasión, suena apagado. Marco una, tres, diez, veinte veces y en cada una de ellas, sucede lo mismo, me manda al buzón inmediatamente. 

Volteo en dirección donde minutos antes, cayó Anaika de rodillas, pero ya no está en el suelo, se ha incorporado, la marca de mi mano en su cuello, me hace consciente de la locura que estuve a punto de cometer. La mirada de odio de Anaika, se posa en mí.

—En tu miserable vida, se te ocurra volverva ponerme un dedo encima, porque te juro que me dejo viuda—Dice mirándome, con ojos desafiante—Y sí, si me atreví ¿y qué?—Le hice un favor a esa pobre ilusa, que ha vivido pensando que tú eres su príncipe azul y la verdad no pasas de ser un renacuajo, con ínfulas de príncipe y solo para que te quede claro esposito, no nos vamos a divorciar, al menos no hasta que yo lo decida, es decir hasta que ya no me sirvas—Así, que si esa loca idea te pasó, por la mente deséchala, si usarás más las neuronas, sabrías el tipo de capitulaciones matrimoniales que firmamos y todo lo que podemos perder y a Anaika Treviño, no le gusta perder—Termina diciendo, antes de girarse y caminar hacía la puerta—Ah y te informo, mañana nos vamos de luna de miel a Europa, por una semana, termina de empacar, salimos temprano. 




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