Doy la media vuelta lentamente por la cama, ya puedo sentir extraño mi cuerpo, en especial mis piernas y manos...
—¿Que carajo?...—exclamo al ver la habitación colorida y diferente a la mía. Una voz femenina sale de mí, mi corazón se acelera al ver mis manos, una piel más lisa y menos grasosa.
Comienzo a reír mientras me quedo estático por unos segundos. —Es imposible... debe ser un sueño...—murmuró mientras me descubro las sábanas y cobijas. Puedo ver mis piernas y lo diferente que es todo mi cuerpo. Me pongo de pie y camino un poco por la habitación. Hay una lámpara circular que ilumina la habitación, un mueble con cremas, maquillaje y un espejo en el centro para maquillarse, del lado opuesto del cuarto hay un ropero. Camino lentamente a el y deslizo las puertas, encuentro vestidos, faldas, blusas, chamarras y algunos pares de tacones que no están en sus cajas. Niego con la cabeza mientras retrocedo hacia atrás y choco de espalda con un espejo grande. Volteo lentamente y veo mi nuevo rostro y cuerpo.
Un cuerpo de aproximadamente 1.62 centímetros. Piel blanca, cabello ondulado y de color castaño, una figura delgada. Ojos claros y dulces como el color de la miel. Un rostro y redondo con facciones finas.
Muevo un pocos mis manos y veo el reflejo en el espejo. —No puedo creerlo...—bajo mi mirada a mis pies cuando una voz me enchina la piel.
—¿Qué dices ahora?—sonríe ella, quien me transformó en una chica. —Dame las gracias, eres muy linda—disimula su risa.
—¡Eres un maldita perra! ¡Quiero que todo vuelva a la normalidad!...—grito con desesperación.
—Guarda silencio. Tus padres te escucharán...—con sus manos me pide que baje mi voz.
Me sorprendo por la repuesta. —¿Mis padres?—intento salir rápidamente de la habitación pero algo congela toda mi columna y piernas.
—Escucha, Vianey. Te explicaré las cosas y como jugaremos esto... si yo fuera tu pondría toda la atención en lo que diré—me dice mientras se coloca frente a mí.
No respondo nada, tengo miedo.
—No puedes decirle a nadie que cambiaste de cuerpo, a nadie, ¿me escuchaste? Si lo haces tú alma irá directo al infierno. Así que cuida tu boca y arréglatelas para cumplir tu objetivo, si logras enamorar Axel te quedas aquí—explica mientras camina a mi al redor.
—¿Logró mi objetivo y regreso a mi cuerpo?—inquiero con algo de emoción.
Ella ríe. —Claro que no mi niña...—con sus manos junta mis labios. —Eres muy inocente y tierna...—agrega con una sonrisa.
Un vacío enorme se siente en mi al escuchar esas palabras salir de su boca.
—Si lo logras, te quedas aquí y continúas tu vida como una chica normal. Yo lo considero algo bueno... así no irías para abajo... me han dicho que es un lugar horrible, algo que estoy segura, no quieres pisar—hace una mueca fingiendo tristeza.
—Esto tal vez sea un sueño, lo sé...—dejo caer algunas lagrimas mientras ella me ve con decepción para después darme una bofetada.
—Se supone que deberías despertar después de eso... y no lo has hecho así que no lo es—sonríe ella.
Niega con su cabeza mientras da unos pasos hacia atrás y me ve de pies a cabeza. —Mírate. Primero un acosador, casanova y un chico fuerte, y ahora: una dulce y tierna chica...—se le escapa una pequeña risa. —Espero que reflexiones sobre todo lo que hiciste en tu anterior vida—sentencia mientras me ve fijamente a mis ojos y con su mano juega con mi cabello.
—¿Qué debo hacer? Por favor... ayúdeme, se lo ruego—exclamó con desesperación y dejando caer algunas lágrimas.
—Oye, sabes qué... creo que reflexionaras más rápido de lo que creí. Vaya que soy buena, ¿no lo crees?—me mira con duda, yo no respondo nada.
—Ay, que aguafiestas...—baila sus ojos. —Pues mira mi niña. Creo yo que será sencillo enamorarlo a él, sabes mucho de sus gustos, aunque le gusta otra chica, o eso me dicen—encoge sus hombros. —Llegarás como una chica nueva a ma cuidad y escuela. Tu nombre es Vianey Palma Reyes y tus padres son Manuel e Ivanna, son personas buenas al igual que el resto de familia, dame las gracias. Es 14 de enero del 2022. Tienes exactamente hasta el 14 de abril a las 12 de la noche, para que él te ame de verdad. Por ahora tendrás breves recuerdos de esta vida que en teoría nunca viviste, pero ya lo hiciste; así que tendrás breves recuerdos y emociones. Sobre tu actuar... pues ahí deberás arreglarte para no llamar la atención de nadie, evita levantar sospechas—remarca ella mientras camina hacia la ventana y observa el amanecer. —Que bello día—aspira un poco de aire fresco.
—No creo poder hacer esto... me duele un poco mi cabeza y siento que muchos recuerdos vienen a mí—exclamó al mismo tiempo que recupero mi movimiento y me siento sobre la silla que está frente al mueble de maquillaje.
—Si no quieres puedo quedarme con tu alma y negociarla con Belfegor—me ve sin mediar expresión.
Aspiro aire. —Está bien. No tengo opción...—contesto sin verle a ella y solo observando al horizonte. Pensando e imaginando como serán los próximos meses, el giro radical que dará mi vida. —Una cosa más... ¿Por qué con Axel?—manifiesto duda.
—Y respondiendo a tu pregunta, quiero verte sufrir, y se lo machista que eres, y también tiene un poco de esa conducta. Deberías darme las gracias, estás jugando en terreno fácil... creo yo. Saca ese instinto femenino que llevas dentro—guiña el ojo en forma de burla.
—Creo que no tengo opción—afirmó.