Hechizo de venganza

Capítulo 6 ~ Siendo una chica común.

Gira su mano y la puerta se cierra con seguro. Camina frente al espejo mientras se acomoda su cabello. —Es increíble cómo a mi edad logró conservarme, algunos piensan que utilizo muchas dietas, ejercicio, cremas y plantas me ayudan a verme tan radiante...—sonríe. —Y sí influye, pero el truco que nadie sabe, y del que nadie sospecha... es que practico la magia y soy bruja—voltea a verme lentamente. —Y ese es el truco para verte siempre joven.

 

—¿Qué edad tienes?—le pregunto mientras me ve a los ojos.

 

—65 años—sonríe mientras se regocija.

 

—No puedo creerlo... realmente te ves de unos... 30 o 35. Pero... ¿Por qué no siempre te ves joven?—inquiero mientras guardo mi maquillaje en la mochila.

 

—Créeme que no querrá saber eso. Pero trato de siempre verme joven—guiña su ojo. —En fin. A lo que vengo...

 

—Una ultima pregunta. ¿Eres inmortal?

 

Comienza a reír mientras se acerca a mí. —Te parecerá extraño, pero tengo algunas décadas con mis conocimientos sobre brujería. Quien me enseño, esta por ahí y no la he visto... y sobre si seré inmortal, puede ser. Esa historia será para después, mi niña—con su mano acaricia mi cabello.

 

—Deja de decirme así...—replicó.

 

—¿Por qué? Es lo que eres. Una dulce niña, Vianey. Vine por otro motivo, no a contarte mi historia, pero como has sido una buena niña, te respondí tus preguntas—me ve con ternura. —He estado siguiendo de cerca a tus padres y familia. Para ser una persona tan... ¿mierda?. Me sorprende que tus padres estén profundamente desesperados por hallarte, realmente me sorprende. Axel también te ha buscado, pero veo que no le ha dicho a nadie—comenta mientras el espejo comienza a verse una especie de líquido, después se aprecian momentos donde Axel investiga por el camino donde yo siempre caminaba.

 

—La policía te busca. Jamás encontrarán la verdad, ya que no deje pista alguna—agrega.

 

—Arely, contéstame algo. Este cuerpo que tengo, ¿lo transformaste? ¿O solo intercambiaste mi alma?—le miro fijamente y esperando ansiosa una repuesta.

 

Ella se queda en silencio por unos segundos. —Claro que lo transforme, Vianey. ¿Como intercambiaría almas? Lo he hecho, pero no fue tu caso—contesta con seriedad. —Debes cuidarte y seguir con tus planes. Han pasado algunos días desde que tienes tu nuevo cuerpo. Si la policía te interroga no des repuestas y no muestres nerviosismo. Presiento que sospecharan que tú llegases el día que "Luis" desapareció. Si la policía indaga más en el caso, quizás yo desaparezca, pero te seguiré visitando—sonríe y la puerta de salida emite un sonido de candado, mostrando que el seguro se ha retirado.

 

—¿A dónde vas?—pregunto mientras veo que retrocede a uno de los baños.

 

—Pues me voy. Tu ya puedes irte, nena. Nos vemos—camina hacia uno de los baños, la luz se apaga por completo y ella desaparece.

 

La puerta de salida se abre lentamente, frunció el ceño y camino hacia fuera. A lo lejos veo que todo está vacío, pero escucho que alguien se aproxima con bastante prisa, como si estuviese corriendo a gran velocidad. Pasados unos segundos veo que es Axel.

 

—¿A dónde vas?—le pregunto mientras se detiene.

 

—Venía al baño a buscarte, tardaste mucho...—contesta mientras toma aire y con su mano derecha se recarga sobre la pared.

 

—Si. Eso veo—sonrió y camino.

 

—¿Siempre tardas mucho maquillándote?—pregunta mientras caminamos hacia la salida de los salones.

 

—A veces—sonrió.

 

El niega con la cabeza. —Te pasas. Tu madre te estaba buscando, yo le dije que te buscaría en el baño, y ahí estabas—ríe mientras me observa.

 

—¿En serio mi madre te envío?—

 

El asiente.

 

Caminamos con prisa y me encuentro con ella.

 

—Vianey... ¿Dónde estabas?—me interroga mi madre mientras esta de pie en la salida de la escuela.

 

—Solo me estaba maquillando, es todo—contesto con tranquilidad y mientras reviso su bolso de maquillaje.

 

Ella niega con la cabeza. —Ya no hay nadie en la escuela—observa su reloj y me pide que suba al auto.

 

—¿Quieres venir con nosotras? Podemos pasar a dejarte a la colonia jardines rosas—le comento mientras salimos de la escuela.

 

El asiente con algo de sorpresa.—¿Como sabes donde vivo?—me observa con algo de inquietud.

 

Me quedo divagando por unos segundos. —Ah, es que Alejandra me dijo, o no recuerdo si fuiste tú. Eso ya no importa, vente, te llevaré—le tomo del brazo y lo llevo al auto.

 

Con algo de nerviosismo, y volteando a ver a mi madre, él camina.

 

—No quiero molestar—observa a mi madre.

 

—No es ningún problema—ella sonríe mientras sube al auto.

 

Los 3 subimos al auto, cerramos las puertas y mi madre arranca el auto.

 

—Axel, ¿cuál es tu dirección?—interroga mi madre mientras le mira por el espejo retrovisor.

 

—Es en jardines rosas, mi casa es la primera de la calle. Ya que estemos ahí, yo le aviso—responde él con tranquilidad.

 

—Pondré la dirección en google maps. Luego me pierdo en esta nueva cuidad—ríe mientras se incorpora a la carretera.

 

—No. mamá. No lo preguntes—pienso mientras observo por la ventana del auto.

 

—Axel, miramos la nota en los sitios de noticias, sobre el chico que desapareció. ¿Iba en en el mismo bachillerato que ustedes?—pregunta mi madre mientras conduce.



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Editado: 18.07.2024

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