Hoy es el último viernes del mes de enero. El mes acaba y da paso a febrero. Un mes en que los enamorados se hacen notar a donde quieran que vamos.
Hoy viene el chico del cual mis padres me habían hablado. Sus padres vienen a "cenar". Estoy observando por la ventana, me cruza la loca idea de escapar a ir a mi antiguo hogar, quiero volver. Aunque dudo que sea igual, mis padres jamás me reconocerían, sería una completa extraña; sería una extraña que vuelve a su hogar.
Agitó mi cabeza y sacudo de cualquier idea loca que me pueda ocurrir, primero debo salir del primero problema, luego hare estupideces... o quizás aún así lo haga, mi vida ahora es una dosis pura de adrenalina.
—Vianey...—mi madre se asoma a mi cuarto.
Yo giro sobre mi silla. Sonrió. —Ya voy... solo me estaba maquillando un poco, quiero verme bien para mi futuro novio—contesto con sarcasmo mientras observo a mi madre por el cristal del espejo, a quien puedo ver que hace que solo baila los ojos.
Al mismo tiempo escuchó el timbre sonar en toda la casa. Suspiro y me termino de pintar los labios. —Bueno... vamos a batear a este chico—guiño mi ojo mientras me veo al espejo.
Salgo de mi habitación y camino detrás de mi madre, lentamente bajamos por las escaleras. Puedo ver al mismo tiempo que mi padre abre la puerta principal, para dar paso a 3 personas. Comienzo a analizar al padre y la madre, pero después pasan a segundo plano cuando el chico roba toda mi atención. Me causa una sensación extraña, no puedo quitarle la mirada de encima... realmente hice tanto berrinche para nada.
Su padre abre paso y le presenta. —Nuestro hijo, Edén—comenta su padre mientras lo pasa al frente para que salude a mis padres.
De manera indirecta sonrió mientras termino de bajar los últimos escalones. Doy el último paso y sonrió mientras les veo a los 3.
—Mucho gusto, Edén. Yo soy Ivanna—contesta mi madre con una sonrisa y mientras le saluda de mano. Con su mano hace un ademán hacia mí. —Ella es nuestra hija, Vianey—anuncia con un tono de voz suave.
Sus padres me saludan. Pero mi vista está puesta en Edén. Su cabello ondulado dorado me encanta, tiene algunas pecas en su rostro, la mayoría resaltan bastante por su tono de piel pálido. El color de sus ojos es avellana, son súper lindos. Verle a los ojos fijamente, me hace sentir... diferente... tal vez ¿nerviosa?. ¿Pero yo? Nerviosa por un chico... ¿por qué? Si se supone que no debería de ser así.
Continuó admirando su físico, no estoy segura sí va al gym, pero tiene un cuerpo con buen forma, la diferencia de estatura sin duda alguna juega a su favor. Me siento como una niña pequeña a su lado... es algo que no me gusta... pero a la vez me encanta. Muchos escenarios transcurren por mi mente, casi sale humo por mis oídos. Cuando de pronto el me interrumpe y me saca de mis pensamientos, me trae de vuelta a la tierra.
—Mucho gusto, Vianey. Tu sonrisa es linda... al igual que tus mejillas rojas—ríe mientras extiende su mano y me saluda.
Yo trato de disimular mis mejillas sonrojadas, saludos a sus padres y pasamos a la sala para charlar un poco y después cenar.
—Vianey... tu padre me comentó que planeas estudiar enfermería o arquitectura—exclama Raúl, padre de Edén.
Me toma un poco desprevenida, no esperaba que me hablara. Estaba perdida en mis pensamientos. —Oh sí. Quizás sea enfermera... es mi sueño—sonrió de forma angelical mientras observo a todos los presentes en la mesa donde cenamos.
—Yo tengo una clínica en el centro de la cuidad—responde Carolina, madre de Edén. —Este es tu último año en bachillerato, igual te puedo apoyar para que hagas tus prácticas... también tengo una conocida del hospital "Los Angeles", igual podría acomodarte ahí con el tiempo...—agrega ella, mientras toma un poco de vino.
—Estaría súper... realmente no me había percatado de que el tiempo había transcurrido tan rápido... pensar que unos meses salgo del bachillerato.. es extraño y a la vez emocionante—bebo un poco de agua.
—La carrera de enfermería es muy buena, también está en mis planes estudiar y dedicarme a ello—agrega Edén, a quien tengo frente a mí, pero he evitado cruzar miradas.
Yo solo asiento mientras su padre me explica las ventajas de la carrera y las posibles universidades. Es cool que me apoyen, pero es extraño que se hayan ofrecido apenas los conozco...
—Puedo ver que eres igual a tu padre, dedicada, honesta, amable y excelente persona...—agrega el padre de Edén. —Y claro, que esas cualidades también las heredaste de tu madre—sonríe.
La cena transcurre con algunas charlas comunes, para conocernos mejor. Me pone nerviosa estar frente a ese chico, tiene algo que... me atrae. Es imposible no mirarlo cuando tengo oportunidad, pero me deja pensativa sobre mi orientación sexual, lo acepté con Axel... pero creo que lo mejor es dejarme llevar en esta nueva vida.
—Cielo, ¿qué te parece si tú y Edén salen al patio mientras nosotros discutimos algunos temas de trabajo?—inquiere mi padre, mientras los padres de Edén también me voltean a ver.
Yo de inmediato asiento. —Con permiso...—me levanto de la silla al mismo tiempo que Edén lo hace. Me sigue hasta la puerta de la sala.
Él se coloca su suéter. —¿No te pondrás tu chamarra o suéter? Hace frío afuera...—me pregunta antes de abrir la puerta principal.
—Ah, sí. Creo que necesito una chamarra—doy la vuelta y me preparo para subir por las escaleras.