De inmediato me exalto. —¡¿Qué?! ¿Cómo dices?—sonrió nerviosamente.
—Sí. Apareció... pero después me confirmo por mensaje que había tenido un accidente, Luis fue encontrado después de un accidente de auto, parece ser que le atropellaron—comenta mientras se sienta sobre mi cama.
—Wow... es... muy malo. Eso explica porque estaba aquí...—murmuró mientras observó fijamente a donde Arely apareció al momento de que yo desperté.
Alejandra se acerca a mí. —Perdón, Vianey. No te escucho—
Yo niego con la cabeza. —Nada, Alejandra. Solo digo que es bueno que haya aparecido, pero que mal en la forma en lo que hizo—respondo con un poco de esfuerzo.
—Me alegro que estes mejor, te dejaré descansar. Creo que tu mamá pasará contigo. Nos vemos amiga—me besa le mejilla.
Sonrió mientras le veo como sale de la habitación.
Comienzo a sentir pesadez en mi cuerpo, en especial en las piernas. Me comienzo a quejar mientras mi madre vuelve a ingresar a la habitación.
—Cielo. Estamos arreglando todo para volver a casa. Solo fue un desmayo, de igual forma te haremos estudios y análisis. ¿Si puedes caminar, correcto?—inquiere mientras se acerca mí.
La miro con incomodidad y duda. —No siento mis piernas, siento un poco de cansancio pero creo que estoy bien.
Con mucho esfuerzo y me deslizo sobre la cama y me siento en la orilla de la cama, quiero probar que todo está bien, pero por dentro sé que no lo estoy.
Con ayuda de mi mamá, me intento poner de pie pero se me dificulta un poco estar parada, es extraño y difícil.
—¿princesa, estás bien?—me observa con preocupación.
—Tengo un poco de problemas para estar de pie y caminar—expresó mientras siento que con sus manos hace presión sobre mi cintura, como sí ella intentara sostener mi peso.
—Iré por tu padre, ya vengo—me dice al tiempo que me ayuda a sentarme y recostarme en la cama.
Inmediatamente sale de la habitación y puedo ver en la esquina de la habitación que una figura se revela, al mismo tiempo que las luces de la habitación parpadean.
—Estaba por decir que sucedía, cuando me interrumpieron—comenta Arely mientras se acerca a mi cama.
—¿Qué es todo esto?¿qué está ocurriendo?—pregunto con desesperación, antes que vuelva a interrumpir.
Me mira con preocupación. Hay algo extraño en ella, lo cual me llena de terror.
—Le dije que no escapara, lo intento. Y pues fue atropellado... al mismo tiempo tú experimentaste tu desmayo—explica mientras se acerca y coloca sus manos sobre mis piernas. —De aquí a mañana sanarás, mi niña—agrega con una sonrisa.
Me causa escalofríos y confusión su comportamiento, aunque de ella espero cualquier cosa. —¿Y cómo está?—pregunto con urgencia.
—Nada bien. Está en coma, así que está en un hospital del otro lado de la cuidad—responde mientras me mira a los ojos.
Niego con la cabeza mientras observo hacia la ventana.
—¿Pero por qué te preocupa sí ese ya no es tu cuerpo?—inquiere ella.
—No lo sé... los demás sufrirán, en especial mis padres—contesto mientras continúo divagando sobre la salud de Luis.
Ríe de forma burlona. —Sabes, hasta cierto punto me causa tristeza lo que sucedió. Pero ustedes dos están en esta situación por ustedes mismos... yo no puedo hacer nada...
—¿Después de estos 3 meses, continuarán las humillaciones?—preguntó mientras con mis manos muevo mis piernas.
Arely ríe. —Hasta cierto punto empiezo a creer que todo esto lo ves como una especie de vacaciones...—fija su mirada y observa con duda. —No se que mas te espera. Recuerda que recibes lo que diste, tu sabrás eso te da tranquilidad o terror—encoge sus hombros.
Yo río levemente.
—Eres tan perra que sabes todas las travesuras que hiciste en el pasado. Vaya que tú sí tienes una conciencia muy manchada, hija mía—agrega riendo. —Por cierto, no fue buena idea ir a tu antiguo hogar. Pudieron haberte descubierto si yo no hubiese intervenido—agrega antes de desaparecer.
Me sorprende escuchar eso último <<Sí yo no hubiese intervenido>>.
Volteo a la puerta de mi habitación, entra mi padre y mi madre, con una silla de ruedas.
Genial... no quiero tener que salir de aquí en una silla de ruedas. Sí puedo caminar...
Les veo con incomodidad. Aunque recuerdo lo que me dijo Arely, ya para mañana debo estar mejor.
—Nena, intenta caminar. Sí no, te llevaremos en la silla, no hay problema—sonríe mientras me extiende su mano para ayudarme.
—No puedo caminar, esta bien. Saldré en la silla de ruedas—con un poco de esfuerzo me siento al borde de la cama, con ayuda de mi madre y de mi padre me colocan en la silla de ruedas.
Me repito muchas veces que las cosas mejoraran, me causa mucha desesperación estar en esta posición.
Salimos del hospital, Alejandra me dice que irá con Axel, no me dice nada sobre la salud de Luis, estoy segura que sabe la verdad y estado, pero me lo oculta, nos despedimos y dice que luego me visitará.
...
Al llegar a casa mi padre me carga para poderme subir a mi habitación.
—Como cuando eras pequeña—me dice antes de tomarme en sus brazos y sacarme del auto.