Me sorprendo un poco e ingreso a la casa. En la sala está Edén sentado, mirándome de pies a cabeza y llevando su mano a su mentón, que puedo interpretar como que "me veo hermosa".
Camino y me siento a su lado. —Ya volví—digo entre risas.
—Espero te hayas divertido con tu amiguito, porque ahora estarás conmigo—exclama con un tono posesivo y mientras me enreda con su brazo.
Me sorprende su actuar, pero me gusta un poco esa actitud. Nuevamente me vuelvo a sentir culpable de mis deseos, atrapada en mis pensamientos y presa en mi nuevo cuerpo. Pareciera que está revelando su verdadero ser...
Monica trae unas bebidas y nos las entrega. Me sorprende que esté tan servicial.
Le agradezco y ella se retira. No pienso hacer ningún comentario fuera de lugar, aunque sonrió y me imagino haciendo esa malicia.
—No sueles bailar mucho, ¿cierto?—me pregunta mientras me ve beber un poco de alcohol.
Yo río. —A veces suelo olvidar algunos pasos, pero en particular el día de hoy estoy un poco confundida—contesto mientras a lo lejos a algunos bailar en la pista.
—Yo te puedo enseñar a bailar, si quieres podemos hacerlo más tarde—sonríe mientras me acoge en sus brazos.
—Creo que sí...
—Hablando de confusiones. El día que fui a tu casa realmente me dio un escalofrío en el cuerpo. Y cuando las cajas se cayeron me dio la impresión que la casa estaba embrujada y que tú eras una bruja—comenta con sarcasmo. —Aunque presiento que ocultas algo...—me lanza una mirada intrigada y con una pizca de picardía.
Yo solo sonrió mientras le miro. No sabe que poquito más y descifraría el misterio que me envuelve.
—Por suerte solo fue un accidente, cosas así pasan—contesto. Ya que no puedo decirle que una bruja expulso al demonio de mi casa.
La charla transcurre y continuamos hablando de películas, en especial de la saga de crepúsculo que miramos el día que fue a verme. Últimamente los libros y la saga rondan mucho por mi mente. Lo bien que la pasamos, y haciendo especial énfasis en nuestros encuentros "íntimos" antes de ser interrumpidos por el incidente de las cajas.
El se muestra feliz al recordar ese día. Veo que Andrea está bailando con Thomas, aunque él ya está algo desorientado por el alcohol, ella solo le da el placer de bailar con él, sin duda alguna no le importa. Y me lleva a pensar si realmente piensa en mí todavía, o en lo que yo solía ser, Luis.
Las luces y el ambiente en la fiesta es acogedor. A pesar de qué hay muchas personas, se siente cool. 2 horas se pasan volando con nuestra charla.
Me pongo de pie para ir al baño, solo que un mareo me interrumpe y coloco mi mano en la pared. Edén de inmediato se pone de pie y me toma de la cintura. —¿Estás bien?—me pregunta de forma apresurada y denotando preocupación.
Llevo mis manos a mi cabeza y a mis ojos. —Estoy bien. Solo que me levante muy rápido—sonrió y con algo de esfuerzo me intento incorporar al camino para ir al WC.
—Gracias a Dios no hay fila para el baño—digo en voz baja mientras ingreso de forma apresurada.
Una vez que estoy a punto de salir, de mi bolso saco una pastilla paracetamol. —Genial... la fiesta que más me ha gustado y ahora me siento mal...—digo al mismo tiempo que me preparo para tomar la pastilla cuando por el espejo logro ver una extraña forma detrás de las cortinas de la bañera.
—Aaaaah—gritó y flexiono mis rodillas, haciendo que pierda el equilibrio y me incline hacia atrás, deslizándome un poco sobre la pared.
Es Arely, veo su atuendo negro a través de las cortinas de bañera. —Lo siento...—ríe mientras con sus manos se deja ver.
—Me asustaste...—exclamó mientras guardo de mi nuevo las cosas en mi bolso.
—Veo que te estás divirtiendo...—comenta mientras se acerca a mí. —¿Estás bien?—interroga mientras se acerca y me encara, como si me estuviese analizando.
Yo asiento con algo de confusión. —Me la estoy pasando muy bien...
—El karma es el mas puro ejemplo de causa y efecto. Tus acciones del pasado te persiguen y te asechan, y tú no puedes hacer nada... ya que es una deuda que debes pagar obligatoriamente—afirma mientras me ve y después ella se ve al espejo, saca un poco de labial color cereza y lo utiliza.
Le veo extrañada. —Creo que eso ya me quedo claro, ¿no? No veo razón para que estes ladrando algo que ya sé.—le intento buscar su mirada.
—Veo que estás logrando tú objetivo, Vianey...—cambia de conversación mientras continúa aplicándose labial en sus boca.
—Tenías razón... Creí que me mi problema sería enamorar a Axel, lo fue. Pero no represento el mismo problema que... enamorarme de Edén.
Me voltea a ver. —Aquí es donde te digo: El te gusta, aunque tú eres...—comenta.
—¡Un chico! Ya lo sé... se que lo disfrutas, el verme en esta posición—replicó mientras niego con la cabeza.
Sonríe con gran orgullo.—Una chica... Pero tampoco debes confiarte de lo que ves o lo que las personas aparentan... me sorprende que para ser una clase de persona... ¿cómo decirlo? ¿Malvada? No sepas distinguir de entre las personas. Pasaste de ser un leon a una oveja...¿será que perdiste el don y realmente te purificaste?—señala mientras me ve de pies a cabeza, denotando que estoy en otro cuerpo. Y con una voz un poco dudosa.