25 de marzo
Intento volver a mi vida "normal". Estoy en el auto con un audífono puesto mientras observo el paisaje del exterior. Mi madre me da una pequeña charla motivadora, he estado ya 3 días ausente de las clases. Sin duda mi tiempo de "descanso" fue bueno, Axel estuvo ahí para hacerme reír con lo primero que le viniese a la mente. Sonrió al recordar los días anteriores, pero mi madre me saca de mis pensamientos.
—Me imagino que tus amigos te esperan con ansias. Juzgando por las visitas y las veces que te llamaron por teléfono—comenta ella mientras vamos llegando a nuestro destino.
Veo a Alejandra, Thomas, Juliana, Edgar, Axel y Andrea reunidos afuera de la escuela. En cuanto se deja ver el auto rojo de mi madre, todos me voltean a ver, solo que nadie dice nada ni hace alguna seña. Solo me observan, me siento como una celebridad. Realmente el chisme de Edén se esparció rápido.
Mi madre detiene el auto. Yo con una sonrisa nerviosa tomo mi mochila. —Bueno, nos vemos más tarde, mami—le doy un beso en la mejilla y bajo del vehículo. Alcanzo a escuchar que me dice algo, pero por estar perdida y observando a todos, no le escucho bien.
Camino hacia mis amigos. Me observan con mucha seriedad. Veo a los costados y mis demás compañeros me ven, personas que jamás en la vida les he hablado... me están mirando fijamente, y hasta puedo escuchar comentarios.
—Hola, amigos—sonrió mientras me acerco. Observó que Axel sostiene una hoja con una fotografía. Me la entrega.
En la fotografía estoy yo, es una imagen mía tomada en semanas anteriores. Tiene un texto en letras negras y resaltadas, hasta una persona con problemas de vista podría leerlas.
Vianey Palma Reyes. Es una asesina y bruja. ¡Práctica la brujería! ¡Y asesino a una chica!
Siento un profundo vacío al leer ese texto, y más aún cuando vuelvo a ver mi fotografía. Levantó un poco la mirada y veo que los demás compañeros sostienes hojas, alcanzo a ver en algunos lugares dentro de la escuela en donde hay más letreros pegados.
—Debe ser una broma...—exclamó mientras veo a mi al rededor.
—Mejor te hubieras quedado en cama. Parece que los problemas no dejan de acosarte—comenta Thomas con un tono irónico.
Andrea le da un pequeño golpe.
Axel se acerca a mí. —Vianey... ¿estás bien?—. Le evado e ingreso a la escuela, pareciera que alguien pasó toda la noche en la impresora y esparció hojas por doquier.
—¿Por qué no me dijeron nada? No se que está pasando...—exclamó al ver a mis amigos.
Se ven unos a otros. —No sabíamos, hasta apenas hace unos minutos. Te mandamos mensajes, pero por alguna razón no te llegaron—contesta Andrea.
Al mismo tiempo la directora me manda llamar, literalmente no puedo faltar a la dirección después de que en toda la escuela se escuchara un <<Vianey Palma Reyes, favor de presentarse en dirección de forma inmediata>>
Bufo. —Genial... solo falta que me corran de la escuela por esto...—murmuro mientras camino a la oficina de la directora. Claro que debo caminar en medio de las miradas y comentarios. A todo el mundo le encanta el chisme.
Llegó a dirección y me encuentro con el conserje al entrar, el me da los buenos días y me evade. Veo que con el lleva algunas herramientas de limpieza, y claramente le pidieron que quite los carteles con mi fotografía. Me siento en una de las sillas que están allí, cruzo mis piernas y muevo mis pies, estoy ansiosa.
No veo a las secretarias sentadas en sus oficinas, pareciera que están en junta con la directora. Al cabo de unos minutos y habiendo tenido miles de pensamientos, veo la puerta abrirse. Es la señora Rosario, quien me invita a pasar y de la oficina salen las secretarias y unas maestras. Saludo, aunque es incómodo después de lo que está pasando.
—Toma, asiento. Por favor—me pide ella mientras se sienta y en su laptop busca algo.
Yo suspiro.
—Es muy obvio porque te mandé llamar, basta con ver por la ventana para responder a esa pregunta—comenta con un tono de ironía. —Es triste que te pase esto, después de lo que sucedió hace unos días, pero ese suceso de la fiesta me lleva a pensar quién podría ser la causante de esto. Te mostrare un video y fotografías de la mujer que hizo esto, quizás la reconozcas por el físico o algo... traía suéter con gorro, eso le cubría—comenta al mismo tiempo que da la vuelta a su laptop y reproduce el video.
En la grabación puedo ver a una chica, de estatura promedio. Es quien ingresa a la escuela, comienza a pegar los carteles con mi fotografía y el mensaje. Trae una mochila, y de ella también saca algunas mini lonas, para extenderlas en algunos lugares de la escuela. Pocas veces se deja ver su rostro, ya que trae un tapabocas, pero no parece ser Mónica.
—¿Crees que sea Monica? Es la única persona que recuerde, y que tenga problemas contigo—señala la directora.
Yo niego. —Ese no es su físico. Y es que no se deja ver para nada, solo una silueta con un suéter blanco, gorro y un tapabocas de color negro...—respondo al mismo tiempo que el video continúa.
Rosa toma su laptop y se dirige a otra pestaña, buscando unas fotografías. —Solamente se dejó ver una de las cámaras. Al entrar a unos de los salones, encendió una lámpara. Con esa acción se dejó ver un poco su mirada y frente—agrega ella.