Despierto como sí la alarma de la mañana me interrumpiese el sueño. —No puedo creerlo...—son las primeras palabras que salen de mi boca después de lo vivido. Me siento agotada, como sí realmente hubiera realizado todas esas actividades. Me levanto y me pongo de pie, la luz que percibo es mínima, y me inquieta que Arely no está a mi lado. Un golpe en mi pecho se hace presente, es una sensación extraña volver a mi realidad, o la que se supone que lo es.
Indago y camino por la habitación, abro la puerta y salgo al pasillo, no la veo por ningún lado. En cada una de las habitaciones reviso y no hay señales, un reloj está al bajar las escaleras, puedo ver que son las 10:30 de la noche, me causa un mareo al recordar memorias de mi pasado.
Me encuentro en una especie de trance, pero el sonido de llamada de mi iPhone me trae a la realidad. Veo que es Alejandra, me sorprende ver su nombre, ya no solemos hablar mucho.
Vianey: ¿Hola?
Alejandra: ¿Dónde estabas? ¡Te hemos intentando localizar desde hace rato!
Vianey: Se me fue el tiempo... lo siento. ¿Qué sucede, Alejandra?
Alejandra: Luis murió. Axel está aquí con la familia, pero pregunto por ti, ya que no te encontró en ningún lugar, Andrea te envío mensajes y no contestabas.
Me deja helada al escuchar la noticia. No puedo replicar una palabra, solo me quedo observando fijamente hacia un punto, recuerdo algunas memorias desde que todo cambio. Me causa una tristeza profunda el saber lo que le sucedió a Vianey atrapada en lo que alguna vez fue mi cuerpo. Es difícil que mis ojos no se llenen de lágrimas, aunque esto era un juego de "vida o muerte" y yo, quería ganar. Pero no quería esto.
Alejandra: ¿Vianey?... ¿estás ahí?
Vianey: Sí, Alejandra. Iré para allá...
Cuelgo la llamada, me pongo de inmediato mi suéter y salgo de la casa.
La noche está nublada. Me aterra saber que yo influyera en algo, desde que volví aquí no he visto a Arely. El auto llega en cuestión de minutos a mi destino, las ventajas de tomar uber por la noche es que el tráfico no es un problema.
Bajo del vehículo y corro hacia la entrada, un problema en mi mente desaparece al ver a Andrea y a su abuela ahí. Ella solo se limita a observarme mientras su nieta me pone al tanto de la situación.
—Vine porque creí que estarías aquí, Alejandra me comentó que no te localizaba por ningún lado—me toma de las manos.
—Estaba un poco ocupada. Se me fue el tiempo—observo a Arely y ella me devuelve la mirada.
—Nena, avísale a tu madre que estás aquí. Yo llevaré a tu amiguita a donde está Luis—ella sugiere mientras me toma de los hombros y con un poco de fuerza me lleva en dirección dentro del hospital.
Ella acepta y toma su teléfono para avisar. Arely y yo caminamos hacia dentro de la clínica. Tomamos el ascensor.
De inmediato quiero hacer preguntas, pero ella me roba las palabras de la boca.
—Dime que no alteraste en el pasado, se suponía que eso es imposible que suceda...—me observa a los ojos.
Yo de inmediato niego. —Lo juro, solo viví mi vida... de hecho recuerdo con más claridad algunos momentos y sin duda, el día del accidente
. Desperté y no estabas—le respondo.
—Me enteré que Andrea estaba aquí, y presentía la muerte de Vianey, en el cuerpo de Luis... ¿Sabes que significa, cierto?—me pregunta mientras se inclina un poco y se acerca a mí.
Mi respiración se acelera. —¿Significa que gane?—pregunto con temor.
Ella sonríe. —Lo lograste... Axel está enamorado de ti. Y con la muerte de Luis, tienes el camino libre, ya solo esperas al 14 de abril—comenta mientras se aparta de mi y observa que estamos a punto de llegar al piso.
—No moriré...—murmuro, con un poco de alegría, pero aún con tristeza por saber el destino que tuvo una chica que jamás conocí, pero que ahora se todos sus secretos.
Las puertas se abren. —Esta sera tu nueva vida, Vianey—exclama mientras se deja ver a Axel sentado en una silla, con lágrimas en los ojos. Su rostro se ilumina al verme salir del ascensor.
Corre hacia mí, como un niño pequeño. Me abraza fuertemente. —Lo siento mucho—atino a decirle mientras correspondo al abrazo. Puedo sentir su desconsuelo en su respiración y en las lágrimas en sus ojos. A lo lejos veo a la madre de Luis, negando con la cabeza mientras una tía le apoya.
—Ya sabíamos que pasaría. Pero aún así tenía la esperanza de que algo cambiaría —me dice Axel mientras le acompaño a sentarse.
Arely solo observa a lo lejos el escenario que vive mi ex familia.
Axel tiene su cabeza sobre mi hombro, continúa sollozando, a mi se me escapan algunas lágrimas al verlo, pero algo dentro me incomoda. Una espinita sobre lo que será mi futuro, ahora que ya no corro peligro.
Aún así acaricio su cabello y trato de apoyarle en su momento, aunque llora por la pérdida de alguien que aún está aquí, pero no de la forma que el cree, y que de hecho, es la misma chica que le esta consolando.
Después de unos minutos sube Alejandra, se acerca a Axel. Aprovechan el momento para charlar, yo me pongo de pie. Suspiro y me preparo para caminar frente a quien alguna vez fue mi madre. Doy pasos lentos mientras todos a mi al redor están llorando por la pérdida, unos en silencio y algunos en llamadas avisándole a mas familiares.