Capítulo 4
------*ocho Días después*-------------
Chariza lleva encerrada en la torre una semana y un día , siento que es mi culpa el que ella este en ese lugar, La torre en un castigo que no se lo desearía a nadie, es un lugar atrás de la casa en el que como su nombre lo describe es una torre, pero no es una torre de cuentos de hadas en los que el príncipe te rescata, es una torre de tortura como lo llama mi padre, lugar donde les drenan la mayor cantidad posible a los vampiros y de ahí les empiezan a hacer daños, cortes, golpes, etc…, Chariza no recibe alimento en todo ese periodo de tiempo en el que ha estado encerrada, por otro lado mis padres se enteraron del hecho de que mis hermanos tomaban una mínima cantidad de sangre una vez por semana, ellos se preguntaban del hecho de que ya había pasado una semana desde que Chariza no había probado alimento alguno y ella seguía viva y aun se podía regenerar, al momento de escuchar eso mis hermanos no tuvieron de otra más que de decirles la verdad, al principio mi padre les quería arrancar la cabeza pero después de que le dije que yo me había dejado se calmó y se fue a su estudio, de ahí escuchamos como se enfureció y tiro y rompió todo a su paso, mi madre estaba enojada pero solo se fue a su habitación y no salió en todo el día y ahí fue cuando me puse a pensar ¿Chariza no ha comido?, eso significa que el efecto que dura mi sangre es de una semana pero el día de hoy es un día después de la semana, por lo que empezaría su huelga de hambre, me mordí el labio preocupada y mientras todo el mundo salía de la casa me decidí a entrar a la cocina de mi familia y tomar dos bolsas de sangre del comedor, empecé a caminar con demasiado sigilo y seguí mi camino hacía la torre, busque la llave a los alrededores pero no obtuve resultados hasta que recordé que era de mi madre de quien hablábamos, por lo que corrí al otro lado de la torre cerca de la casa y ahí estaban, sus hermosas rosas de distintos colores, las favoritas de mi madre eran las blancas y las rojas, dice que el color rojo y el blanco es un balance entre todo ser existente, es una representación en el hecho de que el rojo es un color fuerte y vibrante pero el blanco es un color tranquilo y puro, de ella tuve mi gran adición a las rosas, el siempre hecho de verlas podía sentir como mi madre me abrazaba mientras me cantaba la canción que me calmaba cuando tenía miedo.
Mi Buen Amor
Si el miedo te consume al final
Solo ven a mí
Y mis fríos brazos te daré
No Tengas piedad
Solo es temor, él se ira, porque mamá estará
Si algún día el dolor llega
Los brazos de tu familia helada te acurrucaran
El dolor y el miedo se irán
Como viento en tormenta
Yo aún puedo soportar tu dolor y el mío
Mi Buen Amor
La tormenta te sacudirá pero debes seguir
Destruye todo lo que hiere y el sol veras salir
El día de mañana que llegase a partir
En las rosas veras mi latir
En el viento mi perfume olerás
En cada tormenta me recordaras
Bajo la tempestad en la que las dos sobrevivimos
Mis fríos brazos serán tu calor y el escudo que te protegerá
MI buen amor
Si llegase a partir
En las rosas veras mi latir
En el viento mi perfume olerás
En cada Tormenta me recordaras
En el clima frio de la noche mis brazos te arrullaran
Mi princesa siempre serás
Ven Hela
Mis brazos de invierno siempre estarán
Esa canción que nunca me cansare de escuchar, aquella canción en la que ella decidió cantar cada que me lastimaba, dormía, o me veía triste, siempre la cantaba de la manera en la que yo pueda sentir cada nota que sale de su boca, cada sentimiento que mi madre, todo lo que ella es y todo lo que ella deseó haber sabido reflejar a los demás.
Cuando me quedé viendo las rosas pude notar lo que buscaba, un cofre de color dorado se veía perfectamente posicionado en la tierra, lo abrí y ahí estaba la llave, la tome en mis manos y abrí rápidamente, subí escaleras arriba y ahí la vi, solo que era una diferente Chariza a la que había conocido, ella estaba muy delgada, tenía el mismo vestido de ese día solo que ahora estaba roto y el amarillo vibrante había desaparecido por completo convirtiéndolo en un amarillo opaco con demasiada tierra, su pelo había sido arrancado y tenía cortes, quemaduras y innumerables cosas, todo eso lo sabía ya que mi padre me enseño como lo hacía desde los 6 años en adelante, me acerque lentamente a los barrotes que la retenían de salir de la torre y cuando me acerque a ella me escucho y en cuanto volteo y me vio corrió a mi yo por instinto me cubrí y caí al suelo asustada, las cadenas resonaron en el piso y antes siquiera de que llegara a los barrotes una cadena la jalo del cuello así logrando que de la fuerza cayera al piso, ella había perdido toda su fuerza. Mis padres separaron la torre a la mitad para así torturar a humanos de un lado y a vampiros de otro, El área de los vampiros tenia cadenas y equipo especial para la fuerza de un vampiro, esos artefactos solo son vendidos por los mismo vampiros para no correr el riesgo de que humanos abusen de ello, aunque muy diferentes no son tratando gente así.
-Te traje alimento, solo no le digas a mis padres- dije tirándole las bolsas desde el suelo-
-¿Por qué no me das mejor tu sangre?- dijo y me tensé –
-Me tengo que ir- dije y salí corriendo-
Poco sabía que terminaría alimentándola toda una semana más, pero no sabía lo que me esperaba…