Hela: El comienzo

CAPITULO 8 Amarga Familia, Tratos

Capítulo 8

*Días después*

-Hela levántate- dijo mi madre-

-Ya me estoy levantando- dije tallándome los ojos por el extraño sueño que he tenido desde hace un año-

-¿Qué hay de desayunar?- dijo mi hermano Héctor-

-Que rico huele- dijo mi hermana Amelia-

-Buenos días- dijo mi hermano menor Henry-

Mi madre sonría con una inmensa sonrisa en su rostro, su pelo color castaño estaba atado atrás de ella, se veía feliz al lado de mis hermanos que al igual que mi madre tenían el pelo castaño, por unos segundos la imagen de esos niños y esa mujer que llamaba madre en mi sueño se hizo presente y se mesclo con un dolor punzante en mi pecho, era extraño que con mi familia no tuviera muchas cosas parecidas y una de ellas era mi pelo, mientras mi madre y mis hermanos tienen el pelo castaño yo lo tengo morado, a lo que mi madre me ha contado mi padre también tenía el cabello castaño, pero lo extraño es el gran parecido con la señora de mi sueño, ella tenía el pelo morado como yo

-Hela ¿no piensas ayudar con la mesa?- dijo Henry sacándome de mis pensamientos y sonreí-

No éramos ricos y se podía notar a plena vista, nuestra casa era pequeña, compartíamos una recamara todos y nuestro comedor era de metal, no teníamos para una sala o una tele pero nos teníamos a nosotros, una familia feliz que tenemos muchas deudas en especial a los que gobiernan en el barrio, los  Delirix, aquellas personas que se convierten en monstruos cambiantes de formas, con su propia sangre, a lo que se sabía tenían alas, nosotros solo veíamos su lado humano, pero por dentro atacan y comen a los humanos, ellos se adueñaron del barrio hace unos 19 años y desde entonces ellos reinan el lugar y atacan a todo aquel que se les ponga enfrente, son fuertes, piensan como personas, hablan como personas pero son más , rápidos, audaces y vivimos en su territorio, Mi padre murió hace unos años gracias a las deudas con los Delirix.

-Que rico está- dije comiendo la comida de madre-

-Concuerdo con la pequeña Hela- dijo Amelia-

-¿Qué piensan hacer hoy?- dijo Héctor viendo a Amelia y extrañamente sonrió-

-¿Por qué preguntas?- dijo mi madre-

-Queríamos llevar a Henry y a Hela a dar una vuelta al parque- dijo feliz Amelia-

-QUEREMOS IR- dijimos Henry y yo-

-Creo que está bien- dijo mi madre levantándose- solo después de limpiar sus platos después de comer- dijo feliz madre-

-YAY- gritamos en felicidad-

-Oh, ¿Qué les pasa? Llevan días sin comer  bien- dijo madre viendo a Héctor y a Amelia-

-Comemos fuera- respondió rápidamente Amelia-

-Recuerden comer bien- dijo mi madre dándonos un beso en la frente a nosotros cuatro-

-Bien ya escucharon, a comer a limpiar los platos y nos vamos al parque- dijo Héctor emocionado sobando sus palmas-

-SI- gritamos Henry y yo-

*Minutos después*

-¿se la están pasando bien?- dijo Amelia sonriéndonos mientras nosotros comíamos dulces mientras planeamos cual será nuestro último juego en el parque-

-SI- dijimos al mismo tiempo Henry  y yo-

-Recuerden solo un juego más y nos vamos- dijo Henry y nos subimos a la rueda de la fortuna como último juego-

-Mira por ahí es mi escuela- dije emocionada-

-Por ahí la mía- dijo Henry y todos reímos-

-La escuela es aburrida pero la estamos buscando en la rueda de la fortuna- dije riendo y las risas de los demás me acompañaron-

Minuto pasaron y estábamos listos para ir a casa, estaba tarareando una canción que había escuchado en mi sueño con aquella señora de mi sueño-

-Qué bonita canción ¿Dónde la escuchaste?- dijo Amelia preguntándome-

-De un sueño- dije feliz-

-Bien niños hemos llegado a casa…- dijo bajando el tono Héctor-

-AHHHH- grito Amelia asustada-

-NO MIREN- dijo Héctor corriendo hasta nosotros pero era tarde, al frente de nosotros estaba nuestra madre con sangre en la boca y ojos, sin contar que el estomago tenía una mordida bastante grande y hoyos igual de grandes dejando ver los órganos de nuestra madre, ella se encontraba tirada en un charco de su propia sangre mirando directamente a la entrada en donde nos encontrábamos, sin pensarlo dos veces empezamos a llorar-

-Vaya, pero si esta la familia completa- dijo un hombre saliendo del cuarto haciendo que todos volteáramos-

-¿Q-QUIEN ERES?- dije gritando viendo como se limpiaba la sangre de su boca-

-TU ¿Tu hiciste esto?- dijo Héctor molesto y el chico sonrió, él tenía el pelo castaño con unas gafas de sol, llevaba una chaqueta de cuero con pelo de lobo en el contorno de arriba de la chaqueta y unos pantalones negros-

-Su madre debe cuentas y aún no han sido saldadas- dijo mirándonos mientras que lambía  sus labios, solo bastaron unos segundos para que tuviéramos a un Delirix enfrente de nosotros-

-¿Un Delirix?- pregunte viéndolo  unos ojos saltones rojos, sangre goteando de su espalda formando una especie de alas y sus enormes garras  y dientes llegaron a mi vista-

-Mierda- dijo Héctor tomando mi mano mientras que Amelia tomaba la mano de Henry sacándonos de la casa empezando a correr, corrimos hasta que llegamos a un callejón de la cual había dos salidas-

-Maldición- dijo Amelia con dificultad para respirar por tanto correr-

-Aún sigue atrás de nosotros, deberíamos separarnos, Henry vete con Hela por el callejón de la derecha Amelia tu y yo iremos a la izquierda- dijo Héctor y Amelia asintió-

-Corran y no paren, nos veremos luego- dijo Amelia abrazándonos y empezamos a correr, Henry tomo mi mano para correr juntos y seguimos corriendo hasta que…

-¿Está cerrado?- dije viendo para atrás -

-Un callejón sin salida- dijo Henry-

- ¿podremos regresar?...- dije pero mi respuesta quedó en el aire cuando unos gruñidos y unos ojos color rojos  relucían en la oscuridad por donde nosotros habíamos pasado-




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