CAPITULO 3

Mi vida había cambiado...
Kuset me hacía feliz, mentiría diciendo que era una relación perfecta...
Pero los días grises también estaban en nuestras vidas, formar una familia era nuestro deseo...
Pero algo no andaba bien, oramos a los dioses y aun diez años después...el sueño de tener un hijo se desvanecía entre discusiones...

-No podemos seguir discutiendo así Kuset, no sabes cuánto me duele está situación...

-Y crees ¿qué acaso no me importa?

-Saldré a caminar un poco...

-Es tarde Hanna, no salgas...

-Lo siento, pero saldré igual no quiero estar así, enojada por todo esto...

-Pero Hanna...

Me fui y lo deje hablando solo...
Nunca pensé que sería así, perdemos a cada minuto ese amor que nos unía día y noche...

Sentada en las orillas del lago...
Me quiebro en llanto, tanto dolor me está matando
-Dioses ayúdenme a ser fuerte...
Denme esa felicidad que anhelo tanto...

-Hanna ¿Por qué lloras?

-Kashar. ...¿Cómo me encontraste?

-Siempre he estado aquí, tranquila no llores...

-No sabes cuantas veces soñé este momento, te extrañe mucho...

-Lo se Hanna...

Apareces en él momento indicado...amor de mi alma...encuentro paz abrazada a ti y mis penas se ahogan en el mar
Al escuchar tu voz...el tiempo de esperar a terminado...

-Gracias por venir Kashar. ..Sabes...nunca te olvide...

-Siempre he pensado en ti Hanna

- Cuando volví al templo para verte....no te encontré...tengo algo que decirte...

-No hace falta Hanna lo sé todo, sé que tus padres te han casado con un hombre que lo haría todo por ti

-Cuando volví al templo no te encontré, quería hablarte y decirte lo que estaba pasando.

-No te preocupes Hanna, lo sé todo, sé que tus padres te han casado con un hombre que te ama y qué lo daría todo por ti.

-Nunca quise su amor, ese día en el templo te busque en cada lugar para decirte que me enamore perdidamente de ti y que te amo demasiado, pero tú ya no estabas ahí.

-Eres la mujer más hermosa y humilde que he conocido Hanna, y lo que menos quiero es lastimarte.
Pero hay cosas qué no sabes de mí y que pueden alejarnos aún más.

-No me importan tus secretos, sólo quiero preguntarte ¿me amas? Dime ¿has sentido algo por mi antes, incluso ahora? Necesitó saberlo ¿Te importó?

-Desde la primera vez que te vi en el templo, me enamoraste con tú mirada y mi corazón fue tuyo cada día hasta hoy...si, te amé y sigo amando a pesar de los años nunca olvide tu hermosa sonrisa, tu dulce voz; tú compañía era todo lo que quería en este mundo. Y sí me importas y mucho...

-¿Y por qué nunca me lo dijiste, porqué nunca pediste mi mano? Dime

-Porqué realmente no podía, no podía enamorarme, no podía amar, soy un servidor del Espíritu Dragón y nada ni nadie debía corromperme, pero tú lo cambiaste todo en mí y aun así; no podía quedarme a tu lado Hanna. Porque no me está permitido; hay cosas que no sabes de mí y que tal vez te lastimen aún más de lo que has sufrido ya.

Como un volcán de sentimientos besé a Kashar. ...quería sentir su piel...su calor, mis lágrimas no cesaban y con más fuerza me abrazó a su pecho...tanto que pude sentir el latir de su corazón

Quedé inmóvil, por primera vez deseaba ser su amado y vivir con ella siempre, por primera vez quise darle mi corazón a Hanna, pero mis secretos impedían tal deseo, las consecuencias de tomar esa decisión me inquietaban aún más; pero aun así no podía ocultarlo, amor es lo que sentía y nada podía cambiar ese sentimiento, estar con ella sé que no puedo, sin antes decirle la verdad, sé merece saber el porqué de mi desaparición...

-Dime ¿qué es eso que debo saber?

-¿Recuerdas la noche que nos conocimos?

-Si lo recuerdo bien, fue la noche de la tormenta

-Esa noche yo estaba ahí porque tú lo deseaste...

-¿Como que estabas ahí porque lo desee?

-Sí, pediste conocerme y la verdad es que mi nombre no es Kashar

-No entiendo, ¿kashar no es tu nombre? ¿Y cómo te llamas?

-Así es, en realidad soy un dios, soy el Espíritu Dragón Hanna es la verdad.

-No te creo, ¿es un chiste o una especie de broma? Estás jugando conmigo Kashar o quien sea que seas.

-Es la verdad, no tengo motivo alguno para mentir y tampoco mentirte a ti Hanna

-No te creeré, compruébalo has algo que demuestre quien eres y así sabré que dices la verdad.

-Mira mi brazo tengo la marca de los dioses, está marca solo puede tenerla un dios.

-Eso no es prueba suficiente, puede ser un tatuaje falso.

-Hanna es la verdad soy el espíritu Dragón

-No te creo y será mejor que vuelva a mi casa, mi esposo debe estar preocupado por mí.

-Espera no te vayas Hanna...