Aitana tras surgirle el deseo de ser madre, empieza a buscar al perfecto donador de esperma para tener a un hijo. Y tan solo un par de días después su plan fracasa.
Frustrada y deseccionada de si misma decide alejarse de la ciudad y refugiarse en el rancho de su mujer amiga.
Qué mejor que estar rodeada de la naturaleza para olvidar sus penas.
Qué mejor que ver desde lejos al prospecto perfecto para ser el padre de su hijo.
Qué mejor que secuestrar, violar y tomar el esperma de ese candente hombre.
Todo había resultado fácil para ella en ese momento pero... un par de años después estaba con los nerviosos de punta delante de su víctima.
Aitana soltó las primeras palabras que le llegaron a la cabeza.
-¡Heredero a la vista!
Y todo después de esto fue un caos. Un verdadero y tormentoso caos.
-¡Te voy a matar Aitana! ¡Ven aquí, ladrona de esperma! No seas cobarde. Da la cara, ¡maldición! Respondé por lo que me hiciste...
Este hombre si que es dramático. Solo lo secuestre, viole y robe su esperma. Ni que hubiera hecho algo tan grave. ¿O si?