Aitana.
—“Tocame, tocame como esa noche.”
Después se estas palabras Dustin me beso hasta las sombras. Acarició todo mi cuerpo y nuevamente me hizo sentir la mujer más afortunada de este mundo.
—Eres mía, solo mía Aitana. -jadee luego de que verbalizada estas palabras. —Te quiero maldita ladrona de esperma. Te deseo con todas las fibras de mi cuerpo. Me embrujaste porque desde esa noche no pudo dejar de pensar en tí. Eres una droga porque cada día quiero más de tí.
—Llevo tres años esperando escuchar esas palabras. Tres laegos y secos años. -estas palabras lograron que Dustin me sonriera, para después guiar sus labios a mi cuello, donde beso, mordió y chupo a su antojo.
—Voy a mejorar por mucho la noche en la que me drogaste, te lo hare como nunca.
—Esa noche fue fantástica pero, si la quieres mejorar es tú problema.
Dije mientras acariciaba con deleite sus fuertes brazos.
Esta noche promete. Y eso me excita.
Con uno de sus brazos él abrazo mi cintura para que yo pudiera sentir más su excitación.
—Siempre me lo pones duro, Aitana. No se que me sucede porque con solo estar cerca de tí mi cuerpo pide a gritos tenerte en cuatro bombardeandote con dureza. Pide que te llenane de mi haata que no queden más fuerzas, implora escuchar tus gritos y verte casi desfallecer de placer -Dustin mordió el lóbulo de mi oreja. Causando en mi una gran exitación.
El ranchero ha encontrado mi punto de débil.
La mano que le quedo libre, la coloco en mi trasero.
—Quiero que me hagas gritar Dustin. Llename de tí, como aquella noche, hazme tuya en cuerpo y alma. -pedi y él sonrió.
—Pense que esta relación no tendría sexo, cariño.
—Esa era la idea pero tú empezaste a seducirme. Así que mientras estemos fingiendo habra sexo, mucho sexo. -declare y posteriormente abrí mis piernas levemente y con la ayuda de Dustin las enrroque en la cintura de él.
Se que me ire al infierno pero, por lo menos abre saciado todos los sucios deseos que tengo de este hombre.
—Te haré muchos hijos, dulce futura esposa.
—Tengamos sexo desenfrenado por el momento Dustin. Después hablamos de ese tema.
Declare y él se atrevió a llevarse uno de mis pechos a la boca.
Puteria gano esta vez, y vagina se siente feliz porque va a ser llenada por este escultural y apasionado hombre.
Cuando estuvimos en el punto exacto para empezar a hacer el frutifantastico, Dustin guío su miembro a mi entrada.
Y un gran jadeó salio de mis labios.
Tanto que he deseado este momento y ahora estoy en el punto exacto en volver a sentir esa poderosa flecha en mi interior.
—Lo logré. Esta vez ganó puteria. Grito puteria con bastante fuerza, logrando que yo sonriera.
Ganaste puteria, obtendrás tu anciado fluido y yo gritare con mucha fuerza cuándo él entierre su carne jugosa y grande en mi.
—Muchas palabras y nada de acción, Salvatierra.
El ranchero se atrevió a sonreír.
—¿Anciosa?
—Hazme lo que vas a hacer o dejamos esto aquí.
El muy cínico sonrió, para luego dejar sobre mis labios un corto beso.
—No te desesperes cariño.
En cuanto escuche estas palabras iba a replicar pero, en cuanto sentí como el adentraba lentamente su miembro en mi todas las palabras que iba a decir se me olvidaron.
Pero en el momento en que él iba a entrar en mi, la puerta del baño se abrió dejandonos visualizar a la gatita en ascenso, totalmente desnuda.
Esta vez la voy a matar, la arrastraré por todo el racho del cabello y después la mando a nadar con los peces.
—¡QUÉ RAYOS HACES AQUÍ…! -exclamo Dustin.
—Yo……
Lucia Fernanda emitió ese monosílabos sin dejar de mirarnos.
—¡LARGATE! -Replico el ranchero hecho una furia.
Y a ella no le quedo más que mirarnos con dolor por última vez.
A la mujer se le aguaron los planes y al parecer también los ojos porque salió como alma que lleva el diablo del baño.
—Esa mujer me tiene harto. No veo la ahora de poder salir de ella.
—Dos cosa te voy a decir Dustin, la primera es que en esta relación falsa el sexo vuleve a la posición principal, esta acuartelado hasta que ella se marché del rancho. -él abrió la boca para replicar. Pero yo no le di tiempo para hacerlo. —Y la otra cosa es que… si no sales de mi en este momento conoceras la diabla que llevo en mi potencializada a mil.
—Pero…
—Nada.
El rancho obedeció a mis palabras, y cuando yo coloque mis pies en el suelo tomé el gel de baño y a propósito lo deje caer al suelo. Así que sin nada de verdad me agache para tomarlo entre mis manos.
Esto fue para hacerlo perder un poco el juicio y volver a exitarlo.
Te lo mereces Dustin Salvatierra. Te lo mereces por entrar tu jugosa carne en cualquier cueva.
—Ahora que hare con esto. -dijo miembras señalaba su prominente erección.
—Por algo tienes manos Salvatierra. Así que averiguaatelas como puedes, porque mi vagina y yo no queremos tus fluidos.
Yo si. Gritó puteria al borde del colapso. Necesito fluidos, necesitó gritar. Anhelo venirme como una perra y llévarme ese miembro a la boca.
Sera otro día puteria, porque Dustin Salvatierra tiene el sexo acuartelado y bajo siete llaves.
—Un gran polvo frustrado. -pense en cuanto empecé a lavar mi cuerpo.
Cuando termine de bañarme gire sobre mis pies para observar como Dustin se daba placer con una de sus manos.
—Esto te sucede por andar de picaflor.
—Dejame terminar en paz -bramo él mientras aumentaba el ritmo.
—Date prisa porque tengo sueño.
Dije y el gruño.
Con esto él entenderá que no se puede meter conmigo.
Se que soy fácil de calentar pero, de la misma manera me enfrió.
—Tú en este momento pudieras estar vaciandote en mi pero por meter tu pene en todas las cuevas tienes que darte auto placer.