¡ Heredero a la vista! (#2 de la saga heredero)

Capítulo 27: Ayleen Salvatierra.

Aitana.

Abrí los ojos tras sentir una suave caricia en mi vientre. Y por nada del mundo me arrepentí de hacerlo porque logre presenciar una de las imagen más hermosas que han visualizado mis ojos.

Dustin se encontraba besando y acariciando mi vientre.

Una imagen que logro derretir mi corazón.

—Si son niños tienen que cuidar a sus hermanas, luchar por ellas, y amarlas con todo el corazón. Porque ellas y su madre son las reinas de nuestro corazón. -Dustin dejo un dulce beso en mi vientre luego de verbalizar estas palabras. —Y si son niñas, les pido que no salgan tan rebeldes porque yo no dare abasto con tanta fiera junta.

—¿Consideras a tus pequeñas princesas fieras indomables?

Él coloco sus ojos en mi y sin dudar asintió.

—Como no pensar que mis hijas seran fieras indomables, cuando tienen de madre a la diabla.

Aunque me moleste debo darle toda la razón a Dustin.

Por primera vez Dustin tiene la razón, porque yo siempre debo ganar.

—Por esta ocasión tendré que darte toda la razón.

Dustin sonrió claramente burlándose de mi.

—Primera vez en la vida que me das la razón, mujer. ¿Quién se ira a morir?

—No hagas que me arrepienta, porque te puede ir muy mal.

—Perro que ladra no muerde.

Golpeé la cabeza de Dustin y él emitió su queja como era de esperar.

—¿Por qué me pegas si esa es la verdad?

—Porqué me dio la gana de hacerlo.

—Aitana…

—Dustin…

Mi hombre suspiro y antes de que pudiera decir algo mi madre entro a la habitación.

—Dustin, deberías ir a descansar.

—Pero y si…

—Ve muchacho.

Dustin coloco sus ojos en mi, buscando la aprobación.

—¿No habías dicho que perro que ladra no muerde?

—Aitana por Dios, no empieces con tu drama.

—Si lo hubieras escuchado no lo dirías madre.

—¿Ella se comportaba de esa misma forma cuando estaba embarazada de Diego y Dana?

Mi madre hizo una mueca a lo que yo entrecerré los ojos.

—Pobre de tí hijo porque lo que te espera al lado de Aitana no es nada pequeño. Pasaras de mimarla a querer matarla en solo cuestión de segundos.

—Madre, deja de estar exagerando por el amor de Dios.

Mi madre se llevó una de sus manos al pecho.

—¿Exagerando yo? No creo Aitana. Pero lo único bueno que acontece en este embarazo es que Dustin es la indudable  víctima. En hora buena para mi, y es una lastima por ti, Dustin. -mamá sonrió mostrando sus dientes, y el sexi hombre padre de mis bebés cerro los ojos. Mientras repetía una y otra vez la palabra paciencia.

—¡Paciencia, paciencia…!

Pobre de él. Porque hasta yo misma lo compadezco.

Pero eso es algo que nunca saldra de mis labios.

—Pobre de mi. Porque quizas esta batalla me deje con un lugar en el cementerio y una tumba que diga: Amado padre, prometido, amigo y sexi vaquero. Siempre te extrañaremos.

—Deja el drama y largate de una vez por todas.

—Ya empezó… -verbalizo mi madre, para después tomar asiento en la cama.

—Le tomare la palabra Susana porque cierta mujercita, que se hace llamar la diabla me esta provocando cosas que ni yo mismo imagine.

—¿Te estoy provocando follarme? ¿O lamerme la semilla?

Dustin abri los ojos como platos y centró su mirada en mi madre, quien se había sonrojado.

Ella sonrojándose a esta altura de juego.

Sin duda alguna el cuerpo humano es bien hipócrita. Porque que me diga ella a mi que mi padre no le comió todo lo que tenía que comerle y le entro el palito del gustico ciento de veces.

Y dizque se sonroja por esas simples palabras.

Por Dios…

—Aitana… ¿podrías por favor corregir ese vocabulario?

—No madre porque coger significa los mismo en el vocabulario de señorita virginal solo que un poco más refinado, así que yo prefiero utilizar el término perrístico y de calle.

—Eres.

—No tienes que decirme que soy el esperma más genial que pudo fecundar tu óvulo, porque eso lo se, madre.

—Más bien eres el esperma más insoportable que pudo llegar al óvulo de Susana. -dijo Dustin ganándose una mirada fulminante de mi parte.

—Y tú eres el esperma añejo y sin gracia.

—Contigo no hay forma. Eres la mujer más complicada que puede existir.

Asentí mientras sonreía.

—Y tú eres un bomboncito rico,  completamente comestible y totalmente chupable. -Dustin coloco sus ojos en blanco, tras estas palabras. —Te juro y perjuro que si no estuviera convaleciente me lanzaba sobre tí para que me apagaras el fuego que siento por tí mi amor.

—Creo que es mejor que me valla…

—Vete porque me esta entrado el deseo de lamerte el pene.

Mamá se escandalizo de una forma sin precedentes.

Exagerada. Esa es la palabra que le queda como anillo al dedo a mi querida madre.

—Deseo sentir tu simiente bajar por mi garganta y anhelo con una fuerza inhumana que me llenes la vagina con leche sabrosa. Quiero tantas cosas en este preciso momento Dustin Salvatierra, que si sigo hablando no te quedara de otra que comerme el coño.

—Yo he… -dijo mi hombre totalmente incómodo.

El pobre Dustin miro a mi madre totalmente sonrojada, y él también se sonrojo.

Solté una gran carcajada al verlo como si yo fuera su madre y estuviera hablándoles de sexo por primera vez.

—Si pudieran verse las caras, morirían de risa.

—Me voy.

Anunció mi sexi rachero y yo le guiñe un ojo.

—Vete mi amor pero vuelve cuanto antes.

—Quién te entiende hija, hace tan solo unos minutos querías que se marchara, pero ahora le dices que vuelva pronto.

—Nadie puede entenderme mamá.

Mi hombre me dió una última mirada antes de salir de la habitación y yo aproveché que me visualizo para lanzarle un beso.

Sexi, rico y totalmente mío.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.