Heridas del corazón

Capitulo 12

Ahora todas las miradas estaban en ella, principalmente la de Óscar quien no esperaba que su propia novia se interpusiera en su camino. Se preguntaba si se había pasado de la raya con sus comentarios o el por qué ella no le apoyaba está vez.

El segundo interesado era nuevamente el director quién le gustaba escuchar todas las versiones y en esta ocasión más pues se interponía en una decisión ya tomada.

—¿Por qué dice ese comentario?

—No había encontrado la oportunidad para hacerlo.—Respondió ella muy segura de si misma y con la experiencia para hablar en público que le caracterizaba.—Mi análisis empezó desde que escuché la historia. Me cuesta creer que esas heridas se las hizo con el choque. El seguro debería cubrir sólo los daños del accidente, cuestiones previas no deberían ser consideradas. Es como si alguno de los pacientes recibió un golpe pero ahora necesita que se le trate la hipertensión con la que lleva años de tratamiento.

—Doctora, si usted trabajara para el seguro sería muy buena.—Dijo el director con una sonrisa.—Pero hasta no tener un análisis certero me gustaría que no dijera esas cosas porque la pueden escuchar ellos.

—Le prometo discreción pero creo que tengo razón esta vez.

—Aún así, no podemos adelantar nada hasta que yo haga la evaluación que he pedido y así determinar si el golpe pudo causarle el daño actual o si le detonó algo que traía previamente.—Óscar seguía aferrado ahora como una discusión personal.

Ambos médicos eran muy profesionales y ponían este trabajo como máxima prioridad incluso ante su relación, pero en esta discusión había una extraña combinación de ambas cosas en un mismo punto... salvar a la chica en ese hospital.

—Entiendo que sea un caso interesante para ti y tu crecimiento pero no creo que sea buena idea para tu área atenderla aquí.—Usó un tono molesto pero claro.—Le dejarás de poner atención a otras cosas más importantes y descuidarás a tus pacientes y a ti mismo. Trataba de hacerlo entrar en razón con la esperanza de creer que era la mayor influencia para Óscar pero para su mala suerte… no logró nada.

—Soy demasiado profesional como para descuidar mi trabajo con un capricho.—La miró retadoramente, en su voz había enojo.—Es un error el cómo lo estás viendo tú.

La pequeña discusión se estaba llevando a cabo en la sala de juntas mientras todos observaban. Guardaron silencio y dejaron que estos dos médicos hicieran entretenido el momento.

—Claro que te vas a descuidar incluso a ti mismo. Yo personalmente vi como dormías en una silla sin comer ni asearte después de esa larga operación.—Trató de ser lo más amable al exponer su punto, no deseaba conflicto.—Los demás pacientes quedaron a la deriva mientras tú operabas y descansabas, no te preocupaste ni un solo momento por ellos.

—Mi área cuenta con más médicos capaces, yo mismo los he evaluado y los puse en ese empleo.—Seguia mirándola como a un enemigo.—¿De qué sirve ser encargado si no puedes delegar trabajo a los demás?

Óscar comenzaba a usar un tono molesto en contra de su novia quién apenas reconocía esa actitud. —Doctora Sandoval, yo nunca me he metido en tu trabajo ni en tus formas de llevar las cosas y espero lo mismo de tu parte.—Nunca se había puesto así de violento verbal con ella.—A la próxima que tenga dudas sobre mi rendimiento o mi forma de llevar mi área puede ir ahí mismo y hacer una evaluación extra… y eso va para todos.

Ningún otro de los médicos dijo otra palabra más, dieron por hecho que la discusión terminó con ese último comentario de Óscar. Sabían perfectamente que ir a valorar su área sería tanto como criticar la propia además que él tenía bien controlado el sector.

—No te estaba criticando, disculpame si pareció eso.—Le dijo Amanda con la mirada triste y la cara destrozada.—Yo solo me estaba preocupando por ti, no quiero que te pase nada malo ni que desperdicies tu salud.

—Pues te agradezco mucho pero no es necesaria tu preocupación.—Dijo él, igual de serio.—Soy una persona que puede cuidarse de si mismo, un profesional que se arriesga por sus pacientes y hace lo necesario por ellos.

El director observó que esto se estaba convirtiendo en una riña personal y al no haber ningún otro tema del cual hablar decidió dar por terminada la junta.

—Gracias por haber venido y regalarme sus experiencias y visión queridos médicos.—Se levantó de la silla abotonsndose la bata blanca nuevamente y dió la despedida.—Hemos terminado la junta, todos los temas que aquí se hablaron así se harán y les mantendré informados sobre el desenlace.

Todos los doctores salieron de la junta, incluidos Óscar y Amanda que salieron aprisa. Él pretendía irse de ahí lo más rápido posible mientras que ella salió corriendo tras de él para solucionar las cosas.

—Amor por favor espérame.—Dejó de correr pero seguía caminando muy rápido esquivando a sus compañeros para llegar ante su amado.

Óscar la había escuchado pero no tenía la intención de detenerse para hablar. Tuvo que hacerlo porque Amanda lo alcanzó y lo detuvo del brazo jalándolo levemente.

—Mi amor por favor no te enojes, no lo hagas así de personal quedamos que lo nuestro iba más allá de lo laboral.

Estaba preocupada por la reacción de su novio, nunca lo había visto ponerse de ese modo y menos con ella. Habían tenido peleas y discusiones pero ninguna la había sentido así, con su novio dándole la espalda y mostrando ese tono de voz en la junta.

—Si no se debe mezclar, ¿Por qué lo has hecho tú?—No quería ni mirarla, era como uno de esos berrinches que hacen los niños ante un regaño de los padres.

—No me puse en contra tuya, solo dí mi opinión.—Sus ojos mostraban cuánto le dolía aquello.—¿Por qué te pones así de obsesivo?

Estaba un poco cansada de esa actitud inmadura que mostraba en ese momento. Ella consideraba que no había hecho nada tan grave como para recibir ese trato, pero como en toda historia siempre hay dos versiones.




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