Heridas del corazón

Capitulo 17

"¡Despertó, despertó!"

Se escucharon los gritos desesperados por parte de un enfermero.

"Doctor, la paciente despertó"

El personal en el hospital comenzó a escuchar tan efusiva voz. Poco a poco se acercaron para saber más detalles de sus incesantes gritos.

La mayoría de imaginaba de que se trataba, el caso de la paciente atendida exclusivamente por Óscar era sonada por todo el hospital, sabían perfectamente de aquella chica y de lo que se esperaba.

Algunos pensaban que no iba a despertar mientras que otros mantenían la esperanza, entre ellos el director quien sabía perfectamente la importancia de que algo así sucediera, su hospital se alzaría aún más en la fama.

—¿Qué sucede?—Se acercó el médico a cargo, Carbajal. Había sido elegido para cuidarla.—No grites así.

—La chica abrió sus ojos, la operación funcionó.—Segui muy emocionado.

El médico que lo escuchaba comenzó a sumergirse en esa alegría que él enfermero irradiaba. Era una excelente noticia, un milagro y sus emociones se conectaron con la de él.

—¿Estás seguro?—Preguntó con una sonrisa.—¿Dijo algo?

—No nada, simple abrió los ojos.—Nuevamente alzó la voz.

—Pudo ser solo un reflejo.—Se desmoralizó.—Debiste corroborar antes de dar falsas esperanzas.

—Estoy seguro. Estaba haciendo mi rutina y me dí cuenta que tenía los ojos abiertos.—Usaba muchos gestos al hablar.—Se quería mover pero no podía hacerlo... ¡Mostraba rastros de vida!

Carbajal no lo pensó más y le pidió al enfermero acompañarlo inmediatamente con la paciente. Era algo que tenía que examinar por si mismo.

Llegaron rápidamente, entraron y lo primero que hicieron fue ver el rostro de la paciente buscando movimientos o los ojos abiertos, pero no lo lograron ella seguía como si nada.

El enfermero bajó su moral y su rostro lo dejó ver, pero el médico comenzó a revisar sus signos vitales, era esencial hacerlo.

—Estoy seguro de lo que ví.—Afirmó con tono triste.—Tenia sus ojos abiertos.

El médico no le respondió, él seguía revisandola con mucho profesionalismo, lo que llenó de tensión al enfermero.

Mientras tanto, fuera de la habitación se empezaron a juntar las personas, todo el personal que había escuchado los gritos del enfermo se dirigió hasta ahí para constatar la noticia.

Entre ellos llegó Amanda, la médico estaba de guardia y no pudo evitar escuchar al enfermero, además sentía una gran curiosidad por el caso, sobre todo por tratarse de algo importante para Oscar.

El tiempo de tensión fue mínimo, todos estaban a la expectativa de lo que adentro ocurría, Carbajal había terminado su revisión.

—¿Lo imaginé verdad?—Preguntó el enfermero con su cara hacia abajo.—Lo siento mucho... En verdad creí verlo.

—Te creo, no te preocupes.—Le respondió Carbajal con tono amable.—Sus signos han cambiado, estoy seguro que despertó, pero está débil.

El rostro del enfermero se llenó de alegría al escuchar aquello. El médico había corroborado su historia, el milagro se había concretado y él había sido el primero en presenciarlo.

—Hola... ¿Dónde estoy?—Preguntó la paciente con tono débil y aún con los ojos cerrados.

El enfermero se sorprendió y de inmediato se giró para verla. Parecía estar dormida y que hablaba de esa forma. No tenía mucha movilidad por eso parecía seguir en su estado habitual, pero ahora había logrado concretar una frase.

—Buen día señorita.—Carbajal comenzó a hablarme acercándose educadamente a ella.—Está usted en el hospital "Héroes de la nación" Soy el médico Eduardo Carbajal.

—¿Qué me pasó?—Preguntó con el mismo tono débil.

—Sufrió un accidente y fue traída aquí.—Le hablaba como a una niña, una cortesía para quien no recuerda algo.—Tranquila, está usted mejor y fuera de peligro.

La joven por fin abrió sus ojos nuevamente. Eso causó asombro en Carbajal y el enfermero. El tono miel se veía opacado por la irritación, pero seguía siendo visible ya que sus ojos eran muy grandes.

Fuera de la habitación los ahí reunidos ya podían darse cuenta del milagro pues vieron al doctor Carbajal dirigirse a ella, además pudieron ver como abrió sus ojos levemente. Ahora todos habían constatado el milagro y ya empezaban a murmurar fuera de la habitación. Algo que desconcertó a los que estaban adentro.

—¿Qué está pasando?—Preguntó la jóven con dificultad.

—Todos están aquí para presenciar su despertar.—Le respondió el enfermero emocionado.—Ha habido mucha especulación sobre usted.

—¿Por qué?—Cuestinó aún desconcertada.

—No le haga caso.—Interrumpió el médico mientras miraba feo al enfermero, era una señal de que no debía decir eso.—A lo que él se refiere es que es una costumbre en el hospital celebrar cuando alguien se recupera.

El enfermo entendió que no debía ser tan efusivo ni causar impactos emocionales fuertes. La jóven debía ser tratada con mucho tacto, así que decidió guardar silencio.

El pecho de Amanda comenzó a mostrar anomalías, su corazón comenzó a latir muy fuerte, era un gran impacto que la mujer que había ocasionado su separación había despertado. Ella no le deseaba ningún mal ni mucho menos, pero asumía que ahora su relación no tenía ninguna esperanza... Óscar sin duda le mostraría aún más toda su atención.

—¿Usted me salvó?—Preguntó girando levemente su cabeza para hacer contacto con Carbajal.—Muchas gracias.

—Me temo que el mérito no es mío.—Le respondió un poco apenado.—Solo fui asignado para sus cuidados después de la cirugía, el médico que la salvó es otra persona.

El silencio se hizo presente en la habitación. Carbajal era conciente que la jóven quizá no vería a su salvador y que todo el esfuerzo había sido por una buena causa, el final había logrado salvarla.

Pero hacia algunos días que Oscar no pisaba el hospital. La sentencia del director había sido clara, él solo tuvo oportunidad de operarla y cuando finalizó no regresó más. El cuidado y atenciones pasaron a ser parte del hospital dando como prioridad su recuperación.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.