Hoy es el cumpleaños de Caroline Claire. Lo dice en Facebook, pero claro, eso aún lo recuerdo. Entro a su perfil y leo los insultos que le han escrito. Sonrío complacidamente, ella se lo merece.
La fiesta fue hace dos semanas, y desde ese día las cosas han cambiado para Caroline. Antes solo mi grupo y yo era quienes le jugábamos las bromas, ahora la gente se ha animado organizándose para molestarla. El lunes encontré que en el espejo del baño habían escrito CLAIRE TIENE ETS con labial. El martes unas chicas pegaron ropa interior en su casillero y el viernes pasado, alguien tiró su bandeja de comida.
Odio a Caroline Claire. Odio que jamás levanta la vista cuando le hablo o como jamás intenta defenderse, odio que tan débil es. Esa misma debilidad hizo que jamás me pidiera disculpas como se debía. Odio su débil voz, jamás entenderé porque éramos amigas. Es estúpida y tan rara. No nos parecemos en nada.
Como sea, hoy es su cumpleaños y mis amigas y yo le tenemos algo planeado.
—Claire. —Jessica la toma del brazo—. No corras de mí, no tienes por qué temer.
Ellie y yo caminamos detrás de ella. Estamos cubriéndole la espalda y listas para detener el plan por si algún maestro nos ve. Ella es tan débil que jamás se queja porque sabe que le irá peor si lo hace, así que no nos preocupa Caroline Claire pero si nos preocupa los mirones y chismosos.
— ¿A dónde me llevan? —su voz suena quebradiza.
Sonreímos y la sacamos detrás de la escuela. Adam estaba ahí esperando y abre el cubo de basura. Yo sonrío. Jessica la toma de los brazos con fuerza y ella comienza a quejarse.
Caroline Claire trata de zafarse pero no la deja. Jessica es delgada pero va al gimnasio todos los días, por lo tanto, tiene fuerza para detener cualquier intento.
Ellie le coloca un moño rosa en la cabeza. –Feliz cumpleaños, Claire. Que te pudras en este hermoso regalo.
Adam la toma por la cintura y Jessica lo ayuda a lanzarla al cubo. Ella empieza a gritar cuando está adentro, rogándonos que nos detengamos pero nosotros reímos. Ahí están los papeles usados del baño de los chicos y las chicas. Luego, Adam la saca y la dejamos en el suelo. Ellie me da el pastel de chocolate cubierto con sangre de vaca y la miro. Ella está llorando, pero de nuevo, no dice nada. Solo se queja del olor pero no me pide que me detenga.
Le devuelvo el pastel a Ellie y tomo a Claire del cabello, golpeando su cabeza contra el muro detrás de ella. — ¿Por qué no pides que me detenga? —Pregunto molesta—. ¡Habla de una vez! ¡Defiéndete!
Sigue llorando. —Sandy…
No puedo evitarlo, mi ira solo se hace más y más grande. Le doy una bofetada. — ¡Eres una estúpida! —Grito—. ¡Eres un asco y me das tanta pena! ¿Por qué no te mueres?
Ellie y Jessica ríen.
—Es una mojigata. —Ellie murmura.
Me alejo de ella, tomo el pastel y lo tiro sobre su cabeza. Caroline comienza a sollozar y se cubre el rostro. No me detengo, arranco sus brazos de su cara para deslizar el pastel hasta su boca y lo presiono con fuerza. La insulto sin parar. Ella sigue sin defenderse.
Adam me toma tranquilamente de los hombros. —Vamos o se darán cuenta que no estamos en clase.
Me doy la vuelta, sonriendo y mis amigas también sonríen.
Me giro antes de regresar a clase y veo a Caroline Claire. Cubierta de sangre conseguida por Cecilia, humillada, sucia y triste.
Sola.
Así la vi por última vez.