No fui a la escuela, pero algo pasó.
Me corté.
Se sintió mal.
Se sintió bien.
Se sintió como si por primera vez en mucho tiempo, tenía control.
Que por fin podía sentir algo y controlarlo.
Que la sangre, de alguna manera, me decía que estaba viva.
Pero me corté.
Y no sé.
Si lo volveré a hacer.
Y si lo hago.
¿Qué tan profundo lo haré?