23.

Martirio, tormento, aflicción, angustia, congoja, inquietud, pena, tribulación, remordimiento, desazón, suplicio. Tortura.

Remordimiento.

Algo era diferente en la escuela pero me daba igual, las personas ya no se detenían para observarme y burlarse, se sentía menos atención negativa. No sé porque pero así lo sentía.

Luego lo entendí

Ellie me tomo de la muñeca y me alejó de todos. — ¿Le dijiste a alguien?

Fruncí el ceño porque no tenía idea que estaba hablando.

Ella me empuja contra la pared. — ¿Les dijiste que estoy embarazada?

Niego. No puedo creer que piense eso de mí, pero no la culpo.

Ellie suelta aire de su nariz pesadamente, pasa sus dedos temblorosos por su cabello y cierra los ojos. —Sandy… si me entero que fuiste tú…

— ¡Yo no fui! —Me defiendo—. Solo, déjame en paz, Ellie.

Y me alejé de ella. No quería que siguiera acusándome por cosas que no he hecho. Por más cosas. Ya no podría cargar con la culpa de nada más.

Ellie pateó la pared pero no le presté atención. Seguí con mi camino. Cuando entre finalmente a clase, algunos me observaban pero la mayoría estaba murmurando. Ya sabes, esos murmureos que de alguna forma se vuelven como palabrerías altas y que todos escuchan.

Y como una película, todos se silenciaron cuando Ellie entró. Algunas chicas descaradas señalaban no tan disimulado sus estómagos y sonreían. Ellie fingía que no le importaba.

Fingía.

Porque eso hacia yo.

Fingir.

La clase comenzó y podía observar como varios señalaban a Ellie.

Mira, será raro y malo pero después de tanto tiempo en donde eras el centro de todas las burlas, se sintió bien no tener a personas que no te conocen hablar de ti. Eran molestos pero por lo menos, por hoy, no tendría que aguantarlos.

Aunque algo en la mirada de Ellie me hacía sentir mal. Prometo que no le dije a nadie lo de su embarazo. Sin duda, tengo cosas mejores de que preocuparme pero si no fui yo, ¿Quién?

Ella se miraba molesta y angustiada, no creo que se lo haya dicho a nadie en absoluto.

Solamente a mí.

~

Cuando la clase termina, me topo con Charlie en el pasillo. Él me saluda y lo saludo de vuelta.

— ¿Qué tal todo? —pregunta inclinando su rostro, su cabello está creciendo y se doblan sus puntas.

Me encojo de hombros. —No sé, hoy ha sido extraño.

Asiente y Charlie se acerca un poco a mí. —Escuché rumores de otra chica, eso es como bueno, ¿No?

Suelto una pequeña risa. —Sé a lo que te refieres, y sí, de cierta forma lo hace más fácil.

Charlie voltea a ver a los pasillos. — ¿Tenemos clase juntos, no?

Asiento y respiro profundo. No sé cómo lo hace este chico que apenas conozco pero con él puedo sentirme mejor, estable. El piso deja de hundirse cuando Charlie está cerca. —Sí, creo que sí.

Noto una pequeña y disimulada sonrisa en su rostro. —Genial, me agrada pasar tiempo contigo.

Mi corazón sube a la boca y siento ganas de vomitar. No puedo creer que después de todo lo que ha sucedido, alguien aun quiere verme. Y le gusta pasar tiempo conmigo. Y no me juzga.

—Vamos entonces. —Asiento y lo sigo.

Charlie es más alto que yo y sin duda me siento mejor a su lado. Me siento mejor.

No estoy segura si es porque no parece tener muchos amigos y solo quiere compañía pero no me importa. Él está conmigo y gracias a su bondad no estoy completamente sola.

Y luego, un pensamiento muy extraño viaja por mi cabeza.

¿Por qué está soltero?

Muerdo mi labio para alejar ese absurdo sentimiento. Charlie es solo mi amigo y jamás pensaría que soy alguien conveniente para alguien como él. Es todo lo contrario a mí. Él es diferente y mucho mejor que yo.

Sé que jamás le gustaría alguien como yo.

Y ese pensamiento, de alguna manera, rompe un trocito de mi corazón.

Pero luego, Charlie se voltea, coloca su mano antes de entrar a clase en mi espalda como protegiéndome de cualquier ataque. Entonces mi corazón no se siente tan amargo.

Y eso me asusta.