25.

Charlie estaba sentado a mi lado.

Debería estar haciendo mis tareas pero no puedo. Ya no quiero. Ya no me importa.

Solo pienso en Adam y a pesar que no lo amé pensé que había algo entre nosotros. Y con Ellie, en donde pensé que por lo menos era una buena amiga.

Y de cierta forma, entendería una vez.

Pero once.

Once veces donde se reían de mí.

Donde no les importó.

Nada.

Charlie tiene algo, es como un ángel o algo. Nadie se sentaría en silencio a mi lado por media hora. Nadie me aguantaría tanto.

—Tenía novio. —Confieso—. Y me engañó, once veces.

Charlie me mira y suspira. —Lo siento de verdad, Sandy.

Aprieto mis labios.

Charlie niega. —Esto es… esto es terrible, Sandy. No es bueno que alguien… sufra. Jamás.

Suelto una risa burlona. —Caroline lo hacía.

Charlie niega. —Sandy, basta.

Niego viendo hacia el suelo.

No me importa si estoy castigada o no. Ya no me importa nada. Charlie me acompaña y esta vez le pedí que entráramos a mi habitación. Ambos estamos sentados en el borde de la cama.

—Es verdad, Charlie. —Suspiro—. Tú y yo sabemos que nada de esto hubiera pasado si yo hubiera sido buena persona, si tan solo… si no fuera tan estúpida y tan inmadura.

Charlie se levanta. —Tienes que parar.

Niego de nuevo. Ya no importa. —Está hecho, está muerta y es por mi culpa.

Él me mira de frente y me obliga a que lo mire. —Tú cometiste errores, Sandy. Lo hiciste y ¿Qué? Ya pasó.

Me levanto para estar un poco a su altura. —No, Charlie. Eso no solo pasó. ¡Yo la mate! Sabes que es cierto. Mis padres, mis amigos, mis maestros… nadie me tendría asco si… Caroline no merecía nada de lo que le hice. Nada y ahora yo lo estoy viviendo, ¡Su infierno! ¿No lo ves? ¿Por qué nadie lo mira? ¡Estoy muriendo, Charlie! ¡Ya no quiero vivir! ¡Sueño y rezo y hago todo lo que puedo para que algún día, alguien me atropellé o una bala me maté porque ya no aguanto! ¡Ya no puedo con todo esto! ¡Caroline merecía vivir!

Y así, me siento de nuevo y comienzo a llorar.

Después de un rato, siento las manos de Charlie en mi espalda. —Sandy, yo… realmente quiero ayudarte.

Sollozo. —Nadie debería ayudarme, debería morir por todo lo que le hice. —Mi rostro se arruga cuando trato de hablar y de llorar al mismo tiempo pero ya no me importa. Entendí hace un tiempo que lo que te hace fea no es tu cara o tu cuerpo, es tu alma. Tu corazón. Eso te hace desgraciadamente fea.

Y ya soy fea.

Soy horrible.

Charlie suelta una respiración larga y pesada. —Sandy, te prometo que si pudieras verte con mis ojos entenderías porque no te odio o porque no pienso que eres todo lo que dices.

Lo volteo a ver, un poco más calmada.

Sigue explicando: —Eres diferente, Sandy. Mira, te lo diré simple y claro. Hay muchas chicas en la escuela, bonitas y todo eso. Ya no me impresionan, no me detengo por ellas o mi mente se queda atascada con sus rostros… eso es irrelevante para mí. —Traga saliva y quita sus ojos de mí—. Pero esa vez, en donde nos encontramos frente a la enfermería, suena como lo más estúpido del mundo, Sandy pero fue así. Vi algo en tus ojos que no puedo explicar. Fue como ver más allá y me asusté pero dije: bien, no importa… ella no me nota. Pero había algo después de ese día, algo opacó tus ojos y solo quiero que vuelvan a brillar como esa vez. Como la primera vez que te vi pero que realmente te vi.

Y así, he dejado de llorar.

Charlie toma mi mano. —No te estoy presionando a nada y no quiero que me digas que sientes lo mismo. Estás vulnerable y no voy a aprovecharme de ti, no quiero que me lo tomes a mal. Quiero ser tu amigo. —Nuestros ojos se cruzan—. Pero quiero que me dejes ayudarte, quiero estar ahí para ti. Quiero, yo te quiero.

Y puedo verlo.

Puedo ver que me quiere y puedo ver que está cometiendo el error más grande en su vida. Pero veo sus ojos, tan grandes y tiernos. Su cabello despeinado y su ropa que sigue sin combinar.

Y no lo entiendo. No entiendo porque alguien tan diferente a todo lo que pensé querer, es quien está aquí. Siendo real. Siendo verdadero.

Y yo también lo quiero.

Quiero que mi vida sea normal y pueda acercarme a él. Quiero estar con él.

Quiero que mis padres no peleen.

Quiero que mamá me ponga atención.

Quiero que mi padre me ame y no solo me quiera.

Quiero que Ellie no me haya mentido.

Quiero pedirle perdón a Cecilia por herirla.

Quiero disculparme con Steve.

Quiero abrazar a Adam.

Quiero que Caroline esté viva.