Hice Algo Muy Malo

28.

 

Mis ojos se cierran con fuerza mientras leo una y otra vez el mensaje que Caroline escribió para mí.

Todas esas semanas culpándome y llorando. Todo el dolor. Toda la culpa. Todo.

No fue mi culpa. No soy una santa y no me he salvado completamente pero no fue mi culpa. Casi puedo verme sonriendo con Caroline, la primera vez que nos conocimos. Casi puedo volver a ese día.

Sorbo por mi nariz y le doy “reproducir” al video.

Caroline está llorando, y dice la mayor parte de lo que escribió.

Pero dice algo más:

—Esto ya no es por nadie, algunos extrañamos nuestro hogar. —Sonríe, con lágrimas en sus ojos—. Quise darle una última oportunidad a la vida, pero se ha acabado. Se ha acabado.

Mira directo a la cámara.

—Solo estoy volviendo a casa.

Y se inclina, apaga la cámara.

El video de la fiesta no es el mismo. Lo cortaron y lo editaron para parecer que ella dijo que fue mi culpa. No dijo eso.

No lo dijo.

Caroline no me culpa.

Regreso el video y lo detengo en su rostro sonriente.

Lloro. Lloro con fuerza mientras toco la pantalla con mis dedos. —Lo siento.

~

Cuando llegué a la escuela, corrí a buscar a Steve. Lo llevé lejos de la gente y le mostré el video en mi teléfono.

Como era de esperar, Steve lloró un poco. Más cuando lo mencionó. Al final, él mostró una sonrisa triste. —Vaya.

Una vez más, limpié mi rostro. —Ahora si lo creo, Steve. —Trago con fuerza—. Ahora si lo hago.

Steve me mira y me aprieta en un abrazo. Jamás en la vida hubiera imaginado que nos hubiéramos abrazado pero lo estábamos haciendo.

Este era un día importante.

Este día marcaba un antes y un después. Un antes en la vida de ambos. Un final. Un punto y aparte. Porque no termina pero al menos, encontramos alivio. Ella, estaba rota y me hubiera gustado tanto ayudarla y no ser una estúpida pero lo único que queda, por más horrible que suene, es que esté bien.

Donde sea que esté.

Nos separamos y Steve sonríe de lado. —No sé qué pensar.

Veo mi teléfono. —Ella necesita ser escuchada.

Asiente. — ¿Alguna idea?

Levanto la mirada.

Luego lo entiendo. Tengo que empezar a confrontar mi responsabilidad.

Asiento. —Pero necesito tu ayuda. —Afirmo—. Y la de muchas personas.

~

En la tarde, me encontré con Charlie en su casa, él estaba ayudando a su madre en el jardín trasero y no estaba vestido como siempre. Llevaba una camiseta negra y unos pantalones cortos. Muy sencillo pero se veía bien.

Cuando me volteó a ver, sonrío. Su madre también lo hizo.

Mi corazón sintió algo extraño. O bueno, tal vez no es mi corazón. Algo entre mi pecho lo hizo. Se sintió bien y cómodo. Solo su sonrisa me hizo sentir bien.

—Hola. —Me saluda con un abrazo rápido.

Saludo de vuelta y a su madre. Ella le dice que descanse.

Ambos nos sentamos en la entrada de su casa. — ¿Y bien?

Le había enviado un texto en donde afirmaba que tenía algo importante que decirle.

Aclaro mi garganta. —Es de Caroline… leí su carta de suicidio.

Junta sus cejas y hace su cabello a un lado. — ¿Dejó una carta? Nadie la ha mencionado.

Niego. —No la dejó en sí, fue en su blog y es algo larga pero… no sé, sufrió más de lo que alguna vez pensé.

Charlie suspira. —Lo lamento, Sandy.

Asiento. —Está bien, digo… he estado pensando mucho, ¿Sabes? —Charlie me mira con atención—. He pensado que esto es una desgracia, una verdadera y completa desgracia pero aunque me duela, no puedo seguir así.

Charlie toma mi mano.

—Créeme que me arrepiento de todo, me gustaría volver en el tiempo y hacer las cosas de otra manera, hacerlas bien. —Aseguro respirando con tranquilidad para evitar llorar—. Pero es momento que comience… a hacer cosas buenas, a ser buena persona. Sé que es lo que ella hubiera querido de mí, sé que era tan bondadosa y noble y tan buena que me hubiera perdonado y ojala pudiera hacerlo de frente. Ojala pudiera ver sus ojos de nuevo y abrazarla, ayudarla y quedarme a su lado. Quiero eso, Charlie. Quiero cambiar todo, arreglar el desastre pero ya no puedo hacer absolutamente nada para traerla de vuelta.

Lamo mis labios.

Continuo: —La quiero y la extraño y eso seguirá siendo así por el resto de mi vida. Me arrepiento con todo mi corazón y yo solo necesito vivir una vida que valga la pena por ella, hacer las cosas mejor y ser una buena persona. No quiero seguir lastimando a las personas, no quería ser esa Sandy nunca más. Quiero ser mejor.

Charlie sonríe. —Lo eres.




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