Capítulo 4: "Hermosa"

“El destino te pone en el mismo camino que otra persona, pero depende de las dos caminar juntas.”

                               -Anónimo

Lauren se quedó observando a esas dos mujeres y a las dos niñas que habían llegado preguntándose quienes eran. Había una mujer que prácticamente la veía como si fuera una diosa reencarnada y la otra mujer la veía analizando cada parte de su cuerpo como si la escaneara. Lauren podía admitir que era una mujer preciosa y que no le molestaba del todo su escaneo. Su ropa no era la mejor, su combinación quizás pudiera mejorar, pero su rostro era hermoso. Ella era hermosa.

Lauren se mordió el labio al verla inclinarse para levantar una herramienta y suspiró de apreciación. Esa mujer tenía uno de los traseros más hermosos que hubiera visto en su vida.

—¿Y qué hace una reconocida diseñadora en un lugar como este? —preguntó Dinah mientras Lauren la observaba. Ally y Normani se giraron hacía ella, rezando internamente para que Lauren se comportara y no fuera grosera con las únicas dos mujeres que se habían decidido a ayudarlas.

—Trabajar—fue la única respuesta que obtuvo de Lauren mientras Dinah la veía un poco sorprendida.

—¿Una nueva tienda en Brooklyn? —Lauren empezó a reír sarcásticamente y Ally intervino al ver que Dinah estaba con una mirada extraña observando a Lauren.

—Nuestro mayor distribuidor de tela tiene su almacén en esta zona—respondió Ally mientras Camila intentaba cambiar la llanta con un poco de dificultad por lo pesada que era—. No tenía transporte por el momento y decidimos venir a traerla porque la necesitamos urgentemente. Tuvimos problemas con el coche y ninguna de las tres sabe cómo cambiar una llanta.

—Creo que voy a necesitar un poco de ayuda, Dinah—dijo Camila en ese momento y Dinah dejó a Regina y a Sofía un momento para acercarse.

—Muchas gracias por hacer esto por nosotras—dijo Normani rápidamente y Camila se giró un momento sonriéndole y asintiendo.

—Es un placer poder ayudar—respondió Camila volviendo su atención a la llanta que parecía pesar una tonelada.

Lauren se quedó simplemente observando todo el proceso por largos minutos. Cuando ya estaban terminando sintió que alguien le tomaba una parte de su vestido y tiraba de el para llamar su atención. Lauren bajó la mirada y se encontró con unos ojos marrones muy parecidos a los de una de las chicas que estaban ayudándoles

—¿Eres diseñadora de modas? —preguntó Sofí inocentemente y Lauren alzó una ceja interrogante.

—Sí—respondió Lauren muy seria—. Ese es mi trabajo.

—¿Entonces porque andas los zapatos de esa forma? —dijo Sofí inocentemente al ver sus zapatos desatados—. Kaki dice que no se pueden andar los zapatos de esa forma porque puedes caerte.

—Yo jamás me caería—dijo Lauren viéndola fijamente—. ¿Y quién es la tal Kaki?

—Soy yo Camila Cabello—dijo Camila acercándose un momento y tomando a Sofí por los hombros—. Ella es mi hermanita Sofía.

—Un placer—dijo Lauren sarcástica y Camila la vio un momento. Era una mujer sumamente hermosa, pero escondida debajo de esas facciones serias y taciturnas.

No había dicho ninguna palabra mientras ellas trabajaban, estaba allí cual diosa sin ensuciarse las manos.

—Lauren no es muy sociable—dijo Ally acercándose un momento mientras escucha a la otra niña hablar con la que parecía su hermana que estaba terminando de juntar las herramientas.

—Lo siento—dijo Camila suavemente y en ese momento se dieron cuenta que finalmente habían terminado.

—Parece que eso es todo—dijo Dinah acercándose con Regina de la mano mientras las cuatro mujeres adultas y las dos niñas se veían entre sí.

—No sé cómo agradecerles lo que hicieron por nosotras—Lauren se cruzó de brazos y Camila dirigió su mirada a ella—. Jamás hubiéramos podido sin su ayuda.

Ally, Dinah y Normani empezaron a hablar un poco mientras Camila permanecía con la mirada puesta en Lauren Johnson como había escuchado a Dinah llamarla. Camila jamás había conocido a una mujer que representara la belleza clásica y hermosa como ella. Desde la cabeza, hasta la punta de los pies la mujer era perfecta. Y Camila se preguntó como terminaría el cuatro una sonrisa en su rostro. Sería la mujer perfecta.

—Bueno parece que ahora nos podemos ir de este lugar—dijo Lauren desviando la mirada de Camila y dirigiéndosela a sus amigas—. Muero de hambre.

—Hay un restaurante a unas cuadras de aquí se llama “The Corner”—dijo Camila sorprendiéndose a sí misma y sin saber porque actuando por impulso sin dejar de ver a Lauren—. Dinah y yo trabajamos allí—susurró al sentir la mirada de todas puesta en ella aunque sus ojos estaban puestos en la mirada verde y hermosa de Lauren—. Puedo llevarte es un lugar muy lindo—se corrigió sonrojada al ver la mirada interrogante de Dinah sobre ella—…a todas puedo llevarlas. Está muy cerca y así podrían descansar un poco.