DOS DÍAS DESPUÉS:
EN EL AEROPUERTO
**CANCIÓN SUGERIDA: “Landslide- Glee Version”
“El valor es como el amor; necesita una esperanza que lo alimente”.
-Marlene Dietrich
Camila observó a Lauren a lo lejos un momento mientras Sofí se pegaba a ella abrazándola fuertemente. Era finalmente el momento de decir adiós. Camila beso la cabeza de Sofí con cariño mientras Dinah le sonreía a su lado.
—Voy a extrañarte Kaki—le dijo Sofí besándole la mejilla con amor.
—Yo también voy a extrañarte peque—le respondió Camila mientras le acariciaba le mejilla dulcemente—. Pero Milika, Gordon y Regina van a cuidarte muy bien.
Sus ojos se encontraron con los padres de Dinah que la veían con una sonrisa mientras Regina permanecía sentada en las piernas de su hermana mayor.
—Van a pasar un buen tiempo juntas con la renacuajo—dijo Dinah sacándole la lengua a Regina que le respondió de la misma forma.
—No quiero que te vayas y me dejes igual que papá—los ojos de Camila se juntaron con los de Dinah que la vio con tristeza.
—Jamás voy a dejarte sola—Camila la abrazó profundamente—. Nunca voy a permitir que nada te pase, siempre voy a estar contigo.
—Y vamos a traerte muchas cosas y fotos de Japón—dijo Dinah sonriendo y Sofí correspondió su sonrisa tiernamente—. Así como esa hermosa muñeca que tienes ahora.
Camila acarició de nuevo el Cabello de Sofí y su mirada sin poderlo evitar se dirigió a Lauren que estaba hablando con algunas personas. Lauren no le había prestado atención desde que había llegado. Un día atrás Sofí había recibido una muñeca parecida a la que le había regalado su madre tanto tiempo atrás y estaba segura de que Lauren la había enviado.
Camila recordaba como su madre se había preocupado de que la muñeca quedara bien porque la había comprado en una venta de garage. Le había hecho un nuevo vestido y la había arreglado para que fuera un regalo para Sofí. Su hermanita que adoraba las muñecas y que había llorado abrazando la nueva muñeca, para finalmente dejar a “Molly” la muñeca que le había dado su madre descansar sobre la almohada de su cama. Camila recordó a su madre con cariño y luego vio la muñeca que acompañaba a Sofí en ese momento y suspiró. Esa muñeca costaba mucho dinero y solo existía una persona capaz de conseguir su dirección y enviar una idéntica. Solo una persona la había visto anteriormente. Sus ojos volvieron a buscar a Lauren y esa vez se sorprendió cuando sus ojos se encontraron con los de ella.
Camila prácticamente se derritió ante esa mirada tan hermosa. Lauren le gustaba muchísimo y ya no quería y no podía negarlo más. Y lo que había hecho por su hermana solo hacía que su corazón poco a poco fuera rindiéndose a ella. Eran tan hermosa que dolía observarla. Y algo había cambiado en ella. No le gritaba, no la insultaba como hacía con todos los demás. Con ella era diferente.
Camila no podía decir que fuera amable o tierna pero era diferente. Por lo menos con ella lo era. ¿Sería porque había visto ese lado vulnerable de ella? ¿Sería porque había visto como dejaba juguetes y ropa a niños de un orfanato? Había tanto que ocultaba en esos ojos verdes tan tristes que Camila moría por descubrirlo. Si tan solo pudiera acercarse más. Conocerla un poco más. Besarla.
Por esa razón había rechazado educamente la invitación a cenar de Shay. Dinah la había molestado por horas pero no quería desobedecer a Lauren. No por sus reglas, sino porque quería una cita, pero una cita con Lauren.
—Lauren es muy bonita…¿verdad? —preguntó Sofí suavemente y Camila desvió la mirada de esos hermosos ojos para ver a su hermana.
—Es la mujer más hermosa de este mundo—susurró Camila besándole la frente tiernamente—. Después de ti, claro…—sonrió.
—¿Sabes porque no me habla? —preguntó Sofí suavemente—. Quiero mostrarle mi muñeca nueva. Y cuando la salude ni siquiera me miró.
—Ella siempre está muy ocupada Sofí—dijo Camila viendo a Dinah que le respondió con una mueca—. Es una mujer muy importante.
—¿Y solo por ser importante significa que no puedes hablarle a los demás o saludarlos? —preguntó Sofí inocentemente y Camila iba a responder cuando una voz la interrumpió.
—Buenos días preciosa—dijo una mujer llamando la atención de todas las personas a su alrededor mientras caminaba hacía Camila y los demás. Camila la observó nerviosa mientras su mirada no podía evitar deslizarse un momento por su cuerpo. Shay Mitchell se veía hermosa.
—Buenos días—respondió Camila educamente al verla sentarse a su lado y darle un beso en la mejilla que la sorprendió. Se volvió a girar para ver a Lauren pero ella le estaba dando la espalda en esos momentos.