Historia de un salvador

La Verdad.

Allister: Todo comenzó con el rapto del príncipe Kazavic, heredero al trono de Bequem; Cuando el mismísimo rey Patrick III se enteró de esta noticia, no dudó en enviar a su mejor tropa liderada por ti.

Yeda: Sí, sí, lo recuerdo perfectamente. Yo hice todo el trabajo. (Tono presumido).

Allister: Jajaja lamentablemente es cierto, pero recuerda que por tu capricho de hacer todo el trabajo te debilitaste más de lo normal. Recuerda que cuando el rey te recompensó y misteriosamente manifestaste estar cansado, en el momento en que decidiste irte a tus aposentos, pude notar que algo sucedía, así decidí dejar una de los mejores guardias al mando del capitán Aprix, afuera de tus aposentos, para yo ir a investigar un poco. Lamentablemente no pude encontrar nada en contra del rey Patrick III del cual sospechaba.

Yeda: Solo a ti se te ocurren estas estupideces.

Allister: Espera, espera, aún falta una pieza en este rompecabezas. Al regresar a tus aposentos, algunos guardias estaban muertos, otros noqueados a excepción de Aprix, a quien le faltaba un brazo. Inmediatamente le empecé a vendar su brazo; lo miré fijamente a sus ojos y pude notar una mirada aterrada. No pude interrogarlo porque solo balbuceaba tres palabras: "Onix, Fue Onix."

Yeda: ¿Acaso quería decirme que Onix hizo esta barbaridad?

Allister: Enseguida lo sabrás.

Controlé la hemorragia de su brazo, tomé mi lanza y decidí entrar a la habitación. Solo estabas tú, Yeda, tal vez me sentí aterrado igual que Aprix al sentir tu keni tan bajo; salí corriendo en busca de ayuda, el castillo estaba solo, me intrigaba esa soledad. Decidí ir directamente a la habitación del rey, solo pensaba en buscar ayuda para ti. Tock tock. Nadie abrió. Con una fuerte patada lance la puerta contra la pared, me quedo sin habla, el rey yacía degollado con una marca en su frente. Al acercarme, la marca se transformaba en letras, exactamente en cuatro letras: era tu nombre. Enseguida llegó Kaifax. Pensé que gracias a la escena que teníamos presente, intentaría capturarme, así que sostuve mi lanza con fuerza, pero me sorprendió al decir que empezaba a cumplirse la profecía en donde el mundo llegaría a su fin o sería restaurado, y que él confiaba en la restauración, en un mejor mañana. Me dijo que debíamos confiar en ti y que él nos ayudaría a escapar hasta que pudieras recuperar tu poder y  puedas luchar por nuestro mundo.

- Yeda mira a su amigo fijamente, su cara refleja asombro y dice en tono serio:

Yeda: ¿Cómo se atrevió a hacer eso? ¿Qué clase de corazón tiene? ¿cómo se atreve a usar mi nombre de esa forma?

Allister: ¿Eres idiota o te haces?

Yeda: Bueno, ¿te gustaría que encontrara tu nombre en la cabeza de un anciano cobarde, que prefiere contratar a terceros, que ir por su cuenta a rescatar a su propio hijo?

Allister: Oye, tranquilo viejo.

Yeda: Jajaja bueno, y supongo que después de encontrar mi nombre en esa cabeza, fuiste a despertarme y me hiciste entrar en esa pinche capsula, ¿verdad?

Allister: Exacto, y ahora tenemos que buscar la forma de volver a nuestro mundo.

Yeda: Es una muy buena idea, Allister, solo que hay algo que nos falta. ¡No tenemos ni puta idea de cómo llegar o tan siquiera de cómo comunicarnos!

Allister: Bueno, ahora que lo dices, tenemos una ventaja. Kaifax me hechizó para poder comunicarnos con él telepáticamente.

-Allister se pone de pie, enlaza los dedos de sus manos y dice: ¡Mental link!

-De repente se escucha una voz anciana que dice:

Kaifax: Ahhh, ¿qué es esto? ¿acaso ya me volví loco? No debí probar esas nuevas yerbas de la señora Evilink.

-Yeda y Allister se miran a los ojos, después de un momento ambos sonríen y Allister dice:

Allister: Viejo loco, ¡soy yo! ¡Allister!

Kaifax: ¡Señor Allister! Me alegra poder escucharlo, ¿encontró al idiota de su amigo?. Perdón, perdón, ¿al Señor Yeda?

Allister: Lo mismo digo, Kaifax. Sí, tengo a Yeda acá a mi lado, me dan ganas de decirle cómo acabas de llamarlo.

Kaifax: Nooo, por favor no, era solo una broma. Aun cuando era tan bajo su estado de Keni al salir de este mundo, era suficiente para destruir media ciudad, y si el señor Yed...

Allister: Cálmate Kaifax, no le diré nada. Ahora concéntrate, necesito que me digas qué ha sucedido en estos 15 años.

Kaifax: Señor Allister, el mundo que conocíamos antes no existe.

- El silencio y la expresión del rostro de Allister empezaba a poner nervioso a Yeda.

Kaifax: El día en que se marcharon, yo me encargué de que no pudieran encontrar la habitación para evitar posibles percances; enseguida fui a presentarme con príncipe Kazavic, quien se preparaba para dar honores a su padre y para asumir el trono, además de esto me causó curiosidad que su rostro no manifestaba llanto alguno, pero no me atreví a pensar mal de él ya que como usted sabe, este es el reino donde está mi hogar. Lamentablemente fue un error.

Allister: ¿Quieres decir que Kazavic está detrás de esto? Si es así, cometí un error culpando a Onix.



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Editado: 10.03.2018

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