Historia de una mujer

Una historia de Amor parte 4

la felicidad no fuera solo una fantasía, sino una hermosa realidad.
Hoy cuesta todo un poco más, hoy que sin quererlo llega el final. Los consuelos no bastan para aliviar tanto dolor. Hoy estoy triste. Sé que ya no siento tus caricias ni tus besos, ni escucho todas las palabras dulces que siempre me decías. Sé que va a costar mucho no poder abrazarte y reír en tus brazos. En esta despedida, te deseo que el mundo sea tu hogar y que encuentres la felicidad que tanto buscabas y mereces. Yo seguiré aquí y viviré con tu recuerdo dentro de mí. Por ti seguiré sonriendo, aunque no estés. Tú ya eres y serás el motor que me alienta a seguir. Espero que nunca me olvides. Te amo, Misael. Te he escrito los poemas más lindos del mundo, que tal vez tú nunca los leerás.
En esta carta de despedida me desahogo de todas esas cosas que nunca te dije.

Para nosotros es un punto final y para mí es un nuevo comienzo. En algún punto de nuestra historia, dejé volar mi imaginación e idealicé una imagen tuya que no correspondía del todo a lo que eres. Sé que en el camino diste pasos gigantes para convertirte en al menos una parte de esa persona que yo deseaba. También soy consciente de que modifiqué muchas cosas de mí con la intención de que te quedaras. Pero bueno, ahora sé que nos equivocamos.

De cierto modo, nuestro vínculo se convirtió en una competencia de quién daba más o quién menos. Por eso, aunque siento el corazón en mil pedazos, sé que lo más sano es terminarlo y dejar que el tiempo nos cure. No pretendo con estas líneas reconquistarte ni generar en ti sentimientos de culpa o lástima.

Deseo de corazón liberar lo que siento, desearte el bien y continuar por el camino que me espera sin ti. Como te decía, pude comprender que nos equivocamos en muchas cosas. Es cierto; todo este proceso me causa dolor y me hace sentir el corazón apretado. Aun así, me atrevo a afirmar que no me arrepiento de nada. A pesar de todas las cosas que hicimos mal, recuerdo con amor esos momentos felices que pasamos desde el primer momento.

Me guardo tu sonrisa y todos esos momentos lindos que vivimos juntos. Eres lo que nunca puedo dejar de soñar, a pesar de que nunca te podré tener. Eres mi amor imposible y prohibido. Aunque no vuelvas nunca, te seguiré esperando y aunque nunca pueda tenerte, te seguiré soñando. Te amo desde lejos, sin tocarte, sin verte y sin un porqué. Te amo sin esperar nada a cambio, sin esperanzas, sin futuro. A pesar de todo te amo, aunque nunca fuiste mío. Aunque nunca lo serás. Te deseo y no puedo dejar de soñar contigo. Aunque no pueda tenerte, aunque hoy seas mi deseo prohibido. Sigues en mi corazón, quieras tú o no lo quieras. sigues en mis sueños, porque yo no mando en mis pensamientos. Cada vez que te veo y no puedo tocarte. No puedo besarte y no puedo decirte

cuanto te extraño.

Es como si muriera un pedazo de mí....

Aunque no tengo derecho a ti, nadie me puede impedir. Que te desee que

sueñe contigo.

Nada me puede obligar a desistir.

Ni nadie me puede quitar las esperanzas que tengo, de que algún día. Al fin, seas mío. Aún que eso solo sea fantasías mías.

Todo eso fue mi deseo por estos casi 2 largo años, asta ahora. Hace unos días después de tanto tiempo nos saludamos por Messenger.

Hablamos y te invite a la plaza quería verte aun que sea por última vez.

Ya que me regresó a mi ciudad.

Mi corazón estaba tan emocionado que parecía que se me iba a salir del pecho. Después de amarnos esa noche en casa. Regresamos al hotel, y nos despedimos te marchaste.

Ese día me di cuenta que nada más puede volver a suceder entre nosotros.

Y eso es bueno realmente me asía falta volver a verte.

Porque me saque ese peso que carreaba en el pecho y que no me dejaba vivir.

Desde ese día ya no me siento como anteriormente. En realidad me siento libre ahora podre seguir mi vida sin sufrir por mi pasado,

nuestro amor fue muy hermoso y real.

Siempre le seré agradecida a la vida por cruzarte en mi camino. 📚👇

Porque aprendí lo fuerte que puedo ser.
Respeté el luto de ese amor durante casi dos años. Me conocí a mí misma.
Ahora he recuperado mi corazón. He vuelto a sonreír.
Me siento madura y fuerte porque no siento más culpa.
Fue bueno vernos y hablar de muchas cosas y perdonarnos.
Siempre te recordaré porque me has enseñado cuánto se puede llegar a amar a un desconocido.

"Fin"




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