How do you feel?

Capítulo 11 Hospital

2/05/18

No de nuevo, mi cabeza daba vueltas, el dolor era horrible, abría y cerraba los ojos y sin embargo era como si todo lo que lograba percibir no fuera más que un sueño.

Hasta que, en un momento dado sentí un enorme golpe en mi corazón el cual hizo que me levantara de golpe, mi sien punzaba, mis oídos se destaparon y por fin mis ojos se abrieron de par en par.

Me encontraba en una habitación completamente blanca, tenía cables conectados por todas partes en mi cuerpo, mi espalda se tensó y mi cuello comenzó a generar un pequeño cosquilleo, en la mesa escritorio que había a mi derecha estaba mi cambio de ropa con mi celular y mi billetera, al parecer también estaban mis audífonos, pero al observar bien me percaté de que estaban rotos.

Llevé mi mano izquierda hacia mi cabeza, pude sentir una enorme venda rodeándola, mi corazón comenzó a acelerarse, el dolor que comencé a sentir era indescriptible el cual en su inmensidad me hizo arrojar un enorme grito. Sentía como si todo mi cuerpo ardiera en llamas, la máquina a la cual estaban conectados los cables empezó a pitar diabólicamente, me arranqué aquellos cables y como pude me bajé de aquella camilla, caí de espalda pero al menos el ardor había parado, caminé hacía la ventana y pude observar un hermoso cielo nocturno; un pequeño río pasaba por aquel lugar probablemente ya eran altas horas de la madrugada porque no había ni una sola alma viva o eso pensé porque justo en ese momento una mano tocó mi hombro, di la vuelta aterrorizado y caí nuevamente de bruces, miré detenidamente a la persona que me había sacado aquel tremendo susto, vi su rostro, un rostro pálido, con dos ojos hermosos de diferente color, una tímida sonrisa se dibujó en ella hasta que unas gruesas gotas en forma de lágrimas comenzaron a escurrir por sus hermosas mejillas, se abalanzó sobre mí con sentido de abrazarme, me apretó tan fuerte que sentí que en cualquier momento moriría, nos miramos fijamente y sin pensarlo dos veces se acercó lentamente a mi boca con aquellos pequeños labios rosados, traté de detenerla ya que al menos sin sentir correctamente algo "seguro" no quería besar a esa chica. Aun así tenía algo que sencillamente me atrapaba, yo jamás había abierto los ojos en un beso, pero en esta ocasión un sentido de curiosidad me hizo hacerlo, de poco en poco fui haciéndolo sin parar de besarla, sin embargo un ligero cambio en su rostro me hizo tener que abrir los ojos como platos, la chica a la cual estaba besando no era la que anteriormente se había abalanzado sobre mí, esta tenía dos hermosos ojos color miel y unos pequeños rizos, al igual que pequitas por todo su rostro, no supe que hacer, si separarme o seguir unido a los labios de esa nueva mujer, pensé profundamente y decidí continuar con el beso, hasta que la chica, quien fuera que fuese decidió separarse.

—Cre-creo que ya estas mejor ¿A que si? — Soltó la chica con los ojos de distintos colores.

—Eso creo—Comenté en voz baja.

—Vamos, tenemos que levantarnos de aquí antes de que alguien nos vea y piense algo malo sobre esto.

—De acuerdo—Dije mientras tomaba su mano para levantarme del suelo.

Maven (Ya había recordado el nombre) me dijo que del impacto que me había dado en mi cabeza al caer de la bici me había dejado en un estado de trance o "reposo" como decían los médicos por dos días enteros y ahora siendo la madrugada del 2 de mayo me podrían dar de alta de aquel hospital, sin embargo tendría que hacerme un último chequeo para saber si estaba en orden, aunque por la forma en como di aquellos besos para ella todo estaba en orden, pasé correctamente la prueba y al pagar los gastos me dejaron salir.

Caminé por largos pasillos tomado de la mano con aquella mujer, realmente me sentí protegido o al menos con poder, ya que era como si de verdad le importara lo que me estuviera sucediendo; Al salir, sentí como una ráfaga de aire entró hasta mis pulmones llenándome de vida, la luna resplandecía aún con dureza, pregunté a Maven por la hora ya que mi celular no tenía batería, eran casi las 4:30, la chica tenía su auto estacionado en la acera, subí en el asiento del copiloto y nos dirigimos camino a mi casa, Maven estaba contenta a pesar de lo cometido, aunque la entendía probablemente estaba simplemente feliz porque acababa de salir del hospital, aún tenía las vendas puestas, pero desde que estaba con ella la cabeza me había dejado de pitar, es como si simplemente ella se llevará absolutamente toda mi atención, aparcó el coche justo afuera de mi casa, abrí lentamente, me sentía medio mareado, entre, el olor a humedad por el rocío de la madrugada invadió mi nariz antes de cerrar la puerta, subí a mi cuarto acompañado de Mavs, me recosté en mi cama, ella acomodó su cabeza en mi pecho mientras yo la rodeaba con mis brazos, tenía música puesta en alguna de las bocinas que había en mi habitación, "Touhg Luck" resonaba en mi oídos, me tranquilizaba de cierta manera, el olor que Maven despedía se impregnó rápidamente en mi cuerpo, comencé a notar que el ritmo en las respiraciones de ella se mantenía en un solo tono, estaba completamente dormida, y yo.. simplemente no entendía nada, todo había pasado demasiado rápido, tantos sentimientos, tantas acciones, había demasiado que debía pensar y tan poco tiempo para hacerlo, sentía como mi propio cuerpo se asfixiaba por dentro, como si cada emoción me carcomiera lentamente en un impulso de tratar de liberarme, <<¿Dónde demonios estas Katherine?, ¿Porque puedo recordarte pero no recordar por qué no estás aquí?, ¿Me odias?, ¿Qué es lo que está pasando?, ¡Ayúdame a salir de aquí!>> esa maraña de pensamientos inundaban todo mi ser, mañana sería un nuevo día y tendría que empezar a juntar cada mínima parte, tengo que encontrarla.




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