Capítulo Veintiocho
Suelto un suspiro al ver mi rostro en el espejo. Hoy es el día.
Hoy son las estatales.
Aisha sale de la gaveta del baño y se coloca a mi lado, arreglándose el maquillaje, mientras yo solo me miro al espejo. No creo poder hacerlo.
Mi móvil vibra y veo un mensaje de Effy:
"Tienes todo nuestro apoyo, pequeña Rose. Estaremos todos ahí apoyándote desde la galería."
Sonrío al leerlo. Se van a escapar del colegio solo para venir a verme.
Froto mis brazos con nerviosismo, cierro los ojos y trato de respirar con lentitud, inhalo y exhalo, pero siento mi cuerpo cada vez más tenso y cómo la ansiedad comienza a apoderarse de mí.
—¡Un gran aplauso! —la voz del animador me hace temblar; eso quiere decir que ahora van en el tercer grupo y nosotros somos el número diez. Solo quedan siete grupos.
—¿Rose? —la voz de Aisha me hace abrir los ojos, abrazándome y frotando mi espalda para tranquilizarme. Suelto un sollozo y me doy cuenta de que he estado llorando.
—No puedo respirar —digo entre lágrimas.
Aisha se separa y busca en su bolso, saca una botella de agua, la llena y me la entrega.
—Bebe, con calma —hago lo que me dice, aunque me cuesta tragar por el nudo en la garganta.
Toma mis manos y me mira fijamente a los ojos.
—Respira conmigo —susurro—. No te pongas ansiosa. Vamos a presentarnos y no importa si no ganamos, lo importante es darlo todo en el escenario y, más que nada, divertirse. Si estás así allá arriba, no lo vas a disfrutar.
Suelto un suspiro y le sonrío.
—Gracias.
—Ahora déjame arreglar tu maquillaje —dice.
Me siento en el lavamanos, ya que el baño es pequeño. Aisha me limpia el rostro con una toalla, aplica base, perfila cejas, sombra, delineador y máscara de pestañas.
—¡Listo! Estás radiante.
Me miro en el espejo; parece que nunca hubiera llorado.
Salgo a tomar aire y camino por los pasillos hasta lo alto de la galería. Hay un grupo muy bueno bailando: su música es graciosa y sus pasos coordinados. Cierro los ojos, suspiro y continúo hasta la entrada, donde encuentro a Theo y Matt fumando.
—¡Aquí estás! —dice Matt—.
Se acerca, me abraza y besa mi frente. Le sonrío y le quito el cigarro. Theo suelta una carcajada y yo lo fulmino con la mirada.
—¿Cómo estás? —pregunta Theo.
—Bien —respondo, sonriendo—. Tuve mi típica crisis de ansiedad.
Bufo y doy una calada al cigarro. Matt me toma de los hombros y me hace mirarlo.
—¿Estás mejor? —asiento—. Ya estoy bien, Aisha me ayudó.
Sonrío y sigo fumando. Matt saca su cajetilla y enciende su cigarro. Hablamos sobre el concurso, lo buenos que son algunos grupos y lo poco que pudieron ensayar otros. Nosotros lo hicimos cuatro veces esta mañana.
—¿Estás nerviosa? —me pregunta Matt, quedando solo dos grupos antes de nuestro turno.
—Un poco —confieso—. La verdad, estoy muy nerviosa.
Matt ríe y me da un beso en la frente. Cierro los ojos ante su tacto y siento que los nervios disminuyen.
Cuando el noveno grupo termina, bajamos las escaleras y caminamos hasta la parte trasera del escenario, donde hay otros chicos llorando o tratando de respirar.
Mi corazón se acelera y mi respiración también.
—¡Ey! —Matt me toma de los hombros—. Relájate, estoy contigo.
Toma mi rostro entre sus manos y besa mis labios.
—Gracias —susurro, apoyando la cabeza en su pecho, escuchando los latidos de su corazón.
Los segundos pasan y no quiero moverme; estoy cómoda allí, entre sus brazos. Los gritos detrás de la cortina nos recuerdan que es nuestro turno. Nos acercamos y nos abrazamos.
—No importa lo que pase hoy, hay que divertirnos —dice Aisha, mirando fijamente a Matt. Su mirada es de reproche, pero no me provoca celos.
El animador nos llama y nos quitamos los polerones: polera blanca con cuatro manos y pantalón negro.
Subo al escenario y sonrío al ver a Effy, Jaxon y Metro en primera fila saludándome.
La canción comienza y bailamos. Mi cuerpo responde solo, me dedico a sonreír. Bailo con Matt, Theo y Aisha, siguiendo cada paso. Cuando suena el vidrio quebrándose, todos nos tiramos al suelo: el baile terminó.
Los gritos y aplausos de Effy llenan el lugar. Río y Aisha me abraza. Matt sale abrazado de Theo. Detrás de las cortinas, todos gritamos y hablamos al mismo tiempo.
—Eso fue wow.
—Nunca había vivido algo así.
—No lo puedo creer.
—¡Increíble!
Seguimos hasta que alguien nos pide bajar la voz. Camino hacia las galerías y Jaxon corre a abrazarme.
—¡Estuviste increíble, bella durmiente! —susurra—.
—Gracias.
Effy y Metro saludan al grupo, y veo a Zareck abrazando a Effy; mi mejor amigo agacha la mirada y siento pena por él.
—Se les pide a todos los grupos participantes subir al escenario —anuncia el animador—.
Mis manos sudan. Inhalo y exhalo. Yo puedo. Me doy la vuelta y le sonrío a Matt, quien entrelaza nuestras manos, limpiándolas en mi pantalón para que no sea vergonzoso.
Subimos al escenario y observo los rostros de todos: algunos los conozco, otros no. Sus expresiones muestran nerviosismo, ansiedad, miedo… Confianza. Yo definitivamente no tengo confianza.
—Todos ustedes dieron lo mejor de cada uno esta noche, pero lastimosamente no todos lograron ganar —el hombre hace una pausa mientras luces de colores y música de suspenso llenan el lugar—. Los ganadores de la estatal de San Francisco que irán a las naciones de Sky Dance en Los Ángeles son… ¡En segundo lugar!
Dejo de escuchar. Solo percibo un pitido, todo da vueltas. Brazos fuertes me rodean y me hacen saltar.
Logro entrar en razón: es Matt quien me abraza. Veo a Theo y Aisha saltando de felicidad.
—¡Ganamos! —grita Matt—. ¡Vamos a las nacionales!