Idealmente quizás

AZUL Y ROSA

Que rico es dormir, no entiendo como puede existir gente a la que no le gusta. En estos días no hemos podido descansar, las noches se volvieron largas, tocar la cama se volvió una rutina de madrugada. Y despertar por la mañana para atender las diligencias ha sido un choque duro de vivir. No quiero estar en modo ausente por dormir solo cinco horas o hasta menos, el dolor de cabeza y el mal humor que me genera no nos ayuda a enfrentar lo que nos toca.

Despierto al mediodía, recuerdo sentir a Daniel levantándose en la mañana, más temprano. No sé cómo puede aguantar tantos días seguidos durmiendo poco. Me trae recuerdos de cuando, solo por verme, casi no descansaba y se le notaban las ojeras De algún modo, ahora no se ve tan mal, a pesar de la situación.

—¿Estás despierta? —entra al cuarto—. Me han contado, Karen. —Su expresión cambia, de alegría a una seriedad que me abruma—. ¿Cómo te atreves a hablarle así a mi abuela?

—¿Estuvo mal? —pregunto con miedo, lo menos que quiero ahora es un regaño.

—Bastante. —Asiente pensativo, luego muestra una sonrisa que se ensancha hasta soltar una estruendosa risa.

—Casi me lo creo. —Me levanto de la cama.

—Pero a mi madre si no le hace gracia.

—¿De verdad? —Asiente de nuevo—. Pero esa señora es una entrometida, como pretendía que la tratara bien con esas preguntas en pleno funeral…

—Tranquila, tú no te arrepientas de nada y sigue con tu postura.

—¿Y si luego no me quieren en la familia?

—¿Qué familia?

—No te hagas el tonto —reclamo, no estoy para bromas.

—Karen. —Me toma por la cintura y me atrae hacia sí—. Eres tan hermosa así, al despertar, despeinada y…

—No cambies de tema.

—La única familia que tengo eres tú. ¿Importa lo que ellos digan?

—¿No es una decisión drástica? —pregunto asombrada, aunque me encanta lo que dice.

—No, para nada. —Besa mi hombro—. Qué tengo que hacer para dejarte en claro que sin ti, yo no funciono.

—Cuidado te haces adicto a mí —susurro sonriente.

—Es demasiado tarde.

Luego de comer decidí dar un paseo por el campo abierto, detrás de la casa. En realidad camino sin dirección, solo por huir de la conversación pendiente que tengo con Dana. Lo menos que quiero es discutir con ella por tratar “groseramente” a su madre. Así que me dedico a observar a las personas que trabajan en la finca a lo lejos. Caminan de un lado a otro, me da curiosidad saber en qué trabajan. ¿Siembra? ¿Ganadería? Sé que hay animales, porque Boni y Brandon son veterinarios, pero no he visto ni una sola vaca.

Ya me cansé de dar vueltas, toca regresar. En la puerta trasera está ella, mi futura suegra, sentada en la mesita del porche.

—Karen, ven, toma un té conmigo.

Sonrío nerviosa. Ya tiene lista la taza, frente al asiento vacío delante de ella. La silla está fría, y siento aún más frío al recordar que acá se sentaba Santiago a pasar las tardes con ella.

—¿Daniel sabía sobre la condición de Santiago? —Su pregunta me deja helada.

No soy capaz de mentirle, pero tampoco quiero dar ningún detalle, así que prefiero callar.

—Ya veo. —Bebe un sorbo de té.

En mi taza luce un verde claro, ¿sería adecuado preguntar de qué es? O solo debo tomarlo y averiguarlo.

—Eché a Ferit temprano por la mañana apenas me confesó que lo sabía, y si él lo sabía, Daniel también. —Su rostro inexpresivo me atormenta, ni siquiera sé qué responder—. Supongo que era mejor no saber, ¿no? Según ellos. —Niega, y su cara pierde la frialdad al mostrar tristeza—. Quizás hubiera sido diferente, no creo que haya tenido que esperar a perder a mi esposo para aprender una lección. —Deja la taza en la mesa y suspira con pesadez.

—Fue algo cruel, si… —¿Por qué me tiene que contar esto a mí?

—¿Qué tan mala he sido? Yo no quería quedarme sola… y estos tres confabularon contra mí, sin dejarme hacer ninguna diferencia. —Se le nota la rabia—. ¿Quiénes se creen para decidir por mí?

—No sé qué decir…

—Nada, no hace falta que digas algo. —Vuelve a tomar la taza entre sus manos, y respira calmada antes de beber—. Construí un castillo de arena sobre una roca, y rasgué tanto la piedra, culpándola de que el viento me derrumbara el castillo. —Suspira otra vez—. Así de tonta me siento.

Creo que hubiera preferido el regaño por tratar mal a su madre. Pero si algo puedo aportar, será en favor de mi amor.

—Creo que Daniel no dijo nada porque a él no le correspondía hablar sobre ello.

—Fui tonta al pensar que volvía porque quería. —De pronto sus ojos se sienten como dagas—. Lo siento, tienes razón… —Cambia, volátil, como si quisiera volar—. Si él no quería mortificarme con eso… no habría ninguna diferencia.

—¿De qué sirve pensar en lo que fue? No va a cambiar el resultado del presente. —Recuerdo estas palabras de su hijo, es él quien debería estar aquí, escuchando a su madre.

—Cierto. —Sonríe, y yo también, porque nunca pensé que pudiera lograr tal hazaña—. Para qué perturbarnos, nadie va a quitar este dolor, ni el tiempo. —Me mira con tristeza, de nuevo—. Santiago tenía razón sobre ti, eres como una pieza de rompecabezas. Encajas perfecto en el hueco que queda, pero eres de diferente color. Él decía que el nuestro es un degradado en azul, y que tú entras en el centro como un rosa claro. Un perfecto contraste, llamativo e inquietante.

—¿Gracias? —Quiero suponer que es un cumplido. Repite la sonrisa de hace un momento.

—No tomaste té, ¿no te gusta? Frío sabe amargo.

—Ah… —La taza sigue ahí—. Se me olvidó.

Dana ríe, aunque oculte sus labios con las manos, sigue el sonido de su risa. Tiene un encanto particular, es agradable verla así, y una lástima que no fuera así desde el inicio.

—En estos días me he preguntado demasiadas cosas, qué sería si en el pasado hubiera tomado diferentes decisiones. Si ese chico al que me confesé no me hubiera dicho: le gustas a mi amigo, él es mejor partido… —Me deja sin palabras—. Y razón tuvo, que vida tan desastrosa empezó a tener; tenía que haberlo echado de mi vida hace mucho tiempo. Siempre quiso quitarme a uno de mis hijos, y el muy sinvergüenza logró quedarse con uno, porque yo se lo lancé cuando no supe qué hacer con él.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.