Capitulo 5

Aitana.

Conocí a Ben y Ella, Ella era esa típica chica creída y Ben ese amigo icónico que te hace reír como loco. No estuvieron mucho tiempo ahí, solo iban a traer a Liam para ir a no se que lugar. Me ofrecieron ir, pero era domingo y no iba a tener energías el otro día para ir a clases entonces ahí estábamos.

Tenía tanto sueño, estaba en clase de geografía, el maestro era bueno...pero su voz era tan relajante que me estaba durmiendo en la palma de mi mano. Estaba en los asientos de más atrás, en los primeros días fue enfrente, pero después me di cuenta que sentía muchos ojos en la nuca y eso me incomoda, entonces decidí irme para los asientos de atrás.

—Señorita Walker, ¿desearía compartir sus pensamientos sobre la clase?— odio cuando los maestros hacen eso. Y todo esto gracias a los libros, me quedé hasta noche leyendo sin darme cuenta. Me limpié unas babas de mi labio y respiré.

—Creo que la sequía es más normal en ese tiempo del año, no es algo a que alarmarse, solo si es a largo plazo— no era mensa, estudie mucho el Sábado para esa clase. Eso empezó desde que el maestro le llamó la atención a Robin, y el chico tenía mojados sus cuadernos de baba.

No entiendo como se graduó.

—Bien señorita, espero que ese sueño que lleva sea por cansancio y no porque le parece aburrida mi clase— dijo, cerrando su libro para después caminar a la pizarra.

—No, claro que no me parece aburrida su clase, Señor Warren— asegure, mientras trataba de acomodarme en mi asiento.

El día era más largo de lo que pensaba, lo único que quería era ir a algún café o algo. Caminaba por los largos pasillos, me sentía tan pequeña entre toda esa gente, y la cosa es que era grande pero solo en algún especié de lugar porque definitivamente era una hormiga en ese lugar. Suspire frotando mi rostro, cambie todos mis cuadernos y libros a los de Antología.

—Hola, nerd— no debería de haber sonreído, pero lo hice.

—¿Hoy me pones nombres, chico sin filtros?

—Soy mejor que tú en ello al menos, ¿Chico sin filtros? Quien dice eso— y ahí vamos con lo egocéntrico.

—Yo, y yo hago mejor sobrenombres que tú ya que nerd es muy usado para hacer burla.

—Pff, deberías de estar alegre, al menos no te digo cabeza hueca.

—¿Porque me dices nerd si no sabes si soy inteligente o no?— pregunto, mientras frunzo los brazos y arco mi ceja.

—Solo lo se.

—¡Liam!— y mi "amigo" o lo que fuera se fue caminando.

—Nos vemos luego, alumna— se despidió con la mano, yo solo me quedé ahí sin saber que hacer.

Patee el piso con fuerza, me fui a la cafetería que era un horror pero no había casi nadie ahí y es mejor que ir a restaurantes cerca del campus. No era tanto de comer, bueno, cuando estoy nerviosa si lo hago pero no en un día casual. Apoye ni rodilla en la silla enfrente de una mesa normal sin ninguna cosa extravagante, me quite la mochila ya que  había caminado mucho para llegar a ese lugar y la mochila pesaba entonces me dolía la espalda. Camine hasta donde estaban las señoras que daban la comida, había una con cara de 'que haces aquí, y porque te estoy viendo en mi vida' y la otra señora tenía más esa aura alegre.

—Hola, cariño, ¿Que deseas comer?— pregunto la señora entusiasmada, me alegraba que todavía había gente así, porque me ponían más de peor humor que me trataran mal.

—Desearía...— me acerqué para observar mejor su nombre, tenía miopía entonces se me dificultaba más— un poco de pure, Meredith, gracias— pedi, y la señora me dio una porción considerable.

—Espero te guste.

Solo le sonreí y asentí, alejándome a la dispensadora de bocadillos y bebidas para agarrar un coca. Cuando trate muchas veces de que —por alguna razón— saliera una, nunca pasó. Un chico con cabello color café se acercó, tenía rasgos bonitos , sus ojos emanaban un color café que es el más normal en muchos países. Su tez no era ni tan blanca ni tan oscura, era trigueño.

—¿Ayuda?— preguntó, asentí aun estupefacta y confundida de que me hablara.—Mira, esta máquina ya tiene muchos años aquí, entonces no va a funcionar como otra, pero haz esto:— mantuvo apretado donde decía deliver, y de repente se escuchó como mi coca cayó.

—Ay, gracias, no sabes lo cuanto que me salvaste el día— el solo sonrió y negó.

—No fue mucho, ¿Te gustan las cocas?— pregunto, y asentí.

—Si, desde que la probé me quedé enamorada con ella.

—¿Ella? ¿Y si es niño?

—Pues, para mi es niña y punto. Gracias otra vez— dije, alejándome, estaba abrazando la coca.

—¿Puedo sentarme contigo?— pregunta, me di vuelta en mi mismo eje y lo mire. Se miraba como un bueno chico, ¿por que no?

—Bueno, pero no me quedes mirando cuando coma— advertí con el dedo acusador, y el asintió despacio.

Tatum se miraba como un chico ejemplar, y no se podía ignorar que no estaba feo...era guapo y se miraba cuidado. Lo que sea, teníamos muchos intereses particulares que compartíamos, como: el baile, teatro, el gusto de ayudar, materias que nos gustaban como matemáticas. Y después, también supe que compartíamos la segunda clase que tenía después de terminar de comer juntos: Antología.

—No, deja, yo llevo tu mochila.— mi mochila se miraba cargada, ya que ocupábamos muchos cuadernos para esa materia.

—Yo la llevo, pero muy lindo de tu parte. No me gusta que hagan cosas por mi, soy muy de hacer cosas por mi misma— explique, no tratando de demostrar el orgullo que era una manera mejor de decirla.

—Bueno, trate al menos de flirtear— y lo dijo cuando no estaba pendiente, me hice la loca ya que no quería ponerme nerviosa. La verdad es que si, siempre me pasa que cuando flirtean conmigo están cerca los chicos. En mi secundaria siempre pasaba, y no me gustaba rechazar; sentía siempre remordimiento por ser frívola.

Cuando llegamos a la clase nos sentamos, el se sentó a la par de mi. Estábamos ahí, y por alguna razón ni aunque estaba con mucha gente no me podia controla, tenía tantos nervios gratos que me hacían temblar. Cuando el profesor llego, vi mi oportunidad de poder calmarme.