Las calles de Nova Tenochtitlán estaban sumidas en un bullicio constante, pero bajo esa aparente normalidad se escondían secretos oscuros que Alejandro estaba decidido a descubrir. Después de un día lleno de choques emocionales, su determinación estaba más fuerte que nunca. La sensación de que los eventos en su ciudad estaban conectados con lo que había sucedido en Nova Roma lo impulsaba a seguir adelante en su búsqueda de respuestas.
A medida que comenzó a sumergirse en la investigación, Alejandro se adentró en la escena del crimen con cautela. Había algo inquietantemente anormal en la atmósfera que rodeaba el lugar. Observó detenidamente los alrededores, tratando de captar cualquier detalle que pudiera haber pasado desapercibido.
Empezó a analizar las pruebas y testimonios recopilados. Las grabaciones de las declaraciones de los testigos revelaban un patrón inquietante. Cada uno de ellos describía una sensación abrumadora de ira y odio, pero al mismo tiempo, reconocían que no podían recordar los detalles precisos de sus acciones.
Alejandro escuchó las grabaciones una y otra vez, tratando de encontrar alguna pista oculta en las voces temblorosas de los testigos. Algunos describían cómo se dejaron llevar por una rabia intensa, sintiendo como si fueran arrastrados por una ola de emoción que los consumía por completo. Sin embargo, ninguno podía dar detalles concretos sobre lo que habían hecho.
"Es como si estuvieran bajo el efecto de algún tipo de control mental", reflexionó Alejandro hacia sus adentros. “Pero ¿quién podría tener el poder y la motivación para manipular a una multitud de esta manera?"
Alejandro frunció el ceño, continuando con sus pensamientos. "creo que necesito encontrar a alguien que pueda explicar lo que está sucediendo. Alguien que tenga conocimiento de las artes oscuras o de la manipulación mental."
Con esto en mente, Alejandro se sumergió nuevamente en las grabaciones, buscando cualquier pista que pudiera haber pasado por alto. A medida que escuchaba una y otra vez, su mente se esforzaba por encontrar algún patrón, algún indicio de lo que estaba sucediendo. Pero las voces de los testigos seguían siendo inquietantemente similares: ira, confusión y una falta de recuerdos claros.
Frustrado y sintiéndose en un callejón sin salida, Alejandro se acercó a Adriana, quien estaba ocupada en una de las instalaciones de recreación de la escena del crimen en el departamento. Aunque la distancia física los separaba, la tecnología les permitía trabajar juntos de manera efectiva.
"Adriana, necesito tu ayuda", le dijo Alejandro a través de la comunicación virtual.
Adriana levantó la vista de sus controles y le sonrió. A pesar de la distancia, su amistad había crecido a medida que colaboraban en esta investigación. "Por supuesto, Alejandro. ¿En qué puedo ayudarte?"
Alejandro explicó su idea de recrear la escena del crimen utilizando la tecnología de hologramas y la energía del alma de Adriana. Sabía que esto era un paso audaz, pero también sentía que era la única forma de arrojar luz sobre lo que realmente había sucedido.
"Estoy de acuerdo en intentarlo", respondió Adriana. "Aunque es un proceso delicado, podemos tratar de recrear la escena y ver si podemos descubrir algo que no hayamos notado antes."
Alejandro se conectó a la instalación y se encontró en una representación holográfica del lugar del crimen. Pero esta vez era diferente; podía sentir la brisa tenue y el olor a humedad en el aire. Era como si hubiera sido transportado de alguna manera a ese día específico. Adriana también se unió a él en la simulación.
Juntos, comenzaron a recrear la secuencia de eventos. Los detalles se desplegaron ante ellos: la multitud enfurecida, los gritos, la violencia y, finalmente, la llegada de Daina. Alejandro podía sentir cómo la tensión en el aire aumentaba a medida que avanzaban en la recreación.
"Es increíble cómo podemos sentir todos estos detalles", dijo Alejandro, maravillado y perturbado al mismo tiempo.
Adriana asintió, su expresión seria. "Sí, la tecnología de los hologramas conectados con la energía del alma es poderosa. Nos permite revivir esos momentos con una intensidad que nunca habríamos imaginado."
Llegaron al momento en que Daina había llegado a la escena, gritando en busca de respuestas. En la recreación, los gritos resonaron en el aire y algo sorprendente ocurrió: las personas que estaban en el holograma, que antes parecían estar en un estado de trance, comenzaron a tambalearse y retroceder. Algunos parecían confundidos, como si hubieran sido sacudidos de su letargo.
Alejandro observó esto con asombro y emoción. "¡Mira, Adriana! Los gritos de Daina parecen haber tenido un efecto en ellos. Como si los hubiera sacado de su estado de control."
Adriana asintió, asombrada. "Es como si su energía vital hubiera intervenido y roto la influencia sobre ellos."
Ambos observaron cómo las personas en la recreación parecían recobrar momentáneamente la conciencia antes de volver a su estado de letargo.
"Esto es crucial", dijo Alejandro, lleno de determinación. "Los gritos de Daina pueden haber sido la clave para liberar temporalmente a las personas de la influencia de quien sea que esté detrás de esto."
Adriana asintió, su rostro reflejando su determinación compartida. "Tenemos que hablar con Daina. Necesitamos saber qué vio, qué sintió y si tiene alguna pista sobre lo que realmente sucedió."