Inclauxtro

Capítulo 3

La oficina fue un completo caos, no prestaba atención a lo que decían en la junta directiva, no entendía los contratos que debía firmar, estaba vuelto un idiota de la noche a la mañana, donde la única preocupación en su vida era ¿donde estaba su amor?, la mujer que desde niños le hizo huir del mundo que ocultaba su padre de él, del mundo en el que crecía sin sospechar nada.

 

Por salvarla a ella, también se salvó a él, llegaron a conocer a personas maravillosas que pueden llamar familia. Eso era lo que pensaba cuando alguien irrumpió en su oficina.

 

- Estás bien amigo? – Entro Javier por la puerta, no se habían vuelto a ver desde que él le comentara lo que haría con Loa, para que pudieran aclarar las cosas. – Supe lo que sucedió en mi ausencia por el viaje, no pude volver hasta hace unas dos semanas. – Tomo asiento en la silla frente a su amigo esperando que este contestara a su pregunta inicial, antes de indicarle que se había enterado de la situación.

 

- Estoy como puedo, no sé cómo decirte como me siento, me han pasado cosas buenas, pero sin Loa es como si nada tuviera sabor, color o simplemente sentido.

 

 - ¿De verdad estas bien enamorado de ella?

 

- Como no te imaginas, - suelta un suspiro y se afloja la corbata, - Leticia está embarazada, hoy fue a hacerse la ecografía con mamá. – La sorpresa de su amigo fue muy evidente, nunca se esperaba aquello, a pesar de que sabia que ellos se llegaron a acostar hace meses, pero el no se acordaba de nada.

 

- Supongo que estas feliz, pero no sabes ¿como expresarlo?

 

- No se como sentirme, se que me siento un infeliz, el más idiota e imbécil, un completo inútil. – Dice mirando a su amigo a los ojos, unos ojos que le miran con desconcierto y lastima.

 

- Pero ¿no sospechas de quien pudo hacer esto? ¿Quién puede secuestrarla para pedir un rescate? ¿Si ella tiene algún enemigo, alguien que quisiera vengarse?

 

- Enemigos no tiene, pero no sueña tan descabellado lo que dices, - le contesta este a su amigo, sabe que no se considera capaz de contar su secreto, secreto que hasta ahora no ha podido rebelar a sus padres por completo y eso muy dentro de su ser lo hace sentirse como una basura.

 

En aquel momento tocan a la puerta y su secretaria asoma la cabeza, - señor Cox, - inquiere de forma interrogativa, - le busca un oficial de policía ¿Le dejo pasar?

 

- Si por favor, - contesta para acomodarse en la silla y arreglarse la corbata.

 

- Buenos tardes, Thiago. – Dice Dan entrando por la puerta que fue cerrada por Eleonor.

 

- ¿Cómo estás? – le pregunta Thiago mientras se vuelve a desatar el nudo de la corbata y toma asiento una vez más en su silla. – se ha sabido algo.

 

- Estoy como puedo, - dice Dan tomando asiento frente a él, al lado del compañero de trabajo y amigo del hombre que había conocido gracias a Loa. – No hemos avanzado en la investigación, es como si se hubieran esfumado del país, nadie sabe nada, nadie ha visto nada. – Dice este con pesar.

Loa era una persona importante para Dante Hartman, desde que se conocieron en aquella fiesta, ella fue esa hermana que nunca tuvo, pero que siempre deseo conocer.

 

- No han vuelto a llamar y eso me tiene desesperado.

 

 - Entiendo que lo estés, yo me siento frustrado y he buscado por mi parte sin descanso, - dice Dan y es allí cuando Thiago se fija en que el amigo de Loa se ve demacrado y acabado, para él tampoco ha sido fácil el secuestro de su amiga y más cuando aquello paso frente a él y bajo su vigilancia.

Una vez sintió aquel golpe supo que nada podría hacer. Las cámaras de vigilancia de toda la cuadra, frente al restaurante incluso la de las autopistas no reflejaban gran cosa, estaban solicitando los permisos pertinentes para poder revisar las cajas negras de los autos que se encontraban en circulación, los que estaban estacionados en los alrededores del lugar donde ocurrieron los hechos incluso de los posibles   lugares donde estos pudieron haber transitado durante su fuga. Thiago escuchaba atento todos los pormenores de las investigaciones que habían podido realizar en los dos meses que han pasado.

- ¿Intentaron ir a los prostíbulos y bares de estriptis? – pregunto Thiago cuando Dan hubo terminado. – Antes lo hacían con y no creo que lo hayan dejado de lado con los años.

 

- No descartamos la posibilidad, pero es imposible que la pongan a prostituirse sabiendo que serán los primeros lugares donde podríamos empezar a buscar.

 

- ¿A un no empiezan a buscar en eso lugares? - pregunta Javier, quien hasta el momento había permanecido en silencio, - Según he visto en las películas muchas veces solo las ocultan, porque esos son los lugares donde obviamente irían a buscarla, pero no si le pagan a uno que otro guarura, extorsionan a uno que otro bartender o le pagan una cuantiosa cantidad al dueño o los proxenetas, no obtendrán ninguna información.



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En el texto hay: policial, doctores y enfermeras

Editado: 29.01.2022

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