Inexplicable Amor

El Encuentro

Todo comenzó una mañana de abril, caminaba por el parque de la Paz, no caminaba buscando encontrar el amor, al contrario, caminaba huyendo de Él, observaba como pocas y extrañas aves volaban solas, no esperaba ya nada de la vida, más que estar sola, construir una vida totalmente independiente de otros, soñaba con un departamento para solteros, e irme lejos de aquel lugar para comenzar una nueva vida, pero, algo pasó. 
Fue un choque abrupto que me dejó tendida en el piso, el te frío se derramaba por toda mi chaqueta, y mi cabeza adolorida se preguntaba ¿qué pasó? ¿Por que estoy en el piso? El atenuado sol de la mañana tocaba mi rostro y una dulce  brisa rozaba mi piel. 
Pero fue allí donde vi por primera vez en mi vida, unos hermosos ojos negros (pues realmente no me gustan los ojos negros) que se posaron sobre mi, aquel joven me miraba con mucha vergüenza, pues su torpeza me había derribado. 
- Lo siento mucho - dijo con voz entrecortada - suelo ser torpe, pero no tanto - río. 
Era la primera vez que una torpeza no me hacía enojar, al contrario, no quería levantarme del suelo, no se trataba de una belleza externa impresionante, si no más bien de una mirada que penetró mi alma, era como si ya lo conocía, la belleza era integral en Él, podía con mirarle a los ojos por solo un segundo tener una conversación Eterna, no sabía si era un sueño o era real, solo sabía que estaba allí junto a mí. 
Pero el insistió - Permítame ayudarle, se que no la conozco, pero mi torpeza debe ser enmendada con una acción, venga le ayudo, lamentó mucho haberle lastimado - levantándome del suelo sacudía con mucho temor el polvo de mis rodillas - lamentó tanto la mancha en su chaqueta, espero pueda quitarse. ¿Está bien? ¿Disculpe está bien? 
Aunque aquel joven no para de hablar y moverse para recoger todo su desastre, yo solo podía mirar sus dulces ojos, me había perdido en esa mirada, no podía proferir palabra alguna, que pudiere ser lógica ante su conversación, pues en mi mente se habían ido las palabras, solo resonaba su mirada dentro de mí, ¿como se explica que conozcas a alguien con solo una mirada? 
Y reaccione: - Tranquilo estoy bien, solo fue una caída - Aunque mi cabeza retumbaba como un bombo y me costaba mantenerme en pie, entendí que necesitaba conocer a aquel joven, inexplicable pero era real, así que necesitaba accionar - más bien! este té no estaba tan bueno como se ve y huele, iba a otra Lonchería a comprar algo de comer, así que tranquilo, más bien podría ayudarte a llevar esas cosas para que no derribes a nadie más en el camino - Reímos. 
- Por supuesto, estaría complacido de una ayuda, más bien por no tenerla mire lo que paso - Río, con mucha pena, se sonrojaron sus mejillas, y sus comisuras salieron a relucir. - pero todavía estoy muy apenado y quiero redimir su desayuno derribado por mi causa, así que vallamos primero a un lugar especial a desayunar, y luego me ayuda a llevar este equipo ¿le parece? 
Era irónico saber que un par de extraños, de la situación más incómoda, pudieran sacar los mejores Diez minutos de su vida, parecía que el tiempo se detuvo aquel día, olvide por completo mis planes y el cambio los suyos. ¿Que ocurre? Me preguntaba, pero no quería salir de aquella escena, así que acepte, y comencé la más hermosa historia de mi vida y se las quiero contar. 
 




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