Salí del restaurant a paso apresurado, mi corazón latía con esperanzas nuevamente, corrí, no quería hacerlo esperar tanto, ya suficiente con haberme levantado de la mesa tan apresuradamente, y no conforme con esto, quedarme llorando como quinceañera en el baño (reí con disimulo); comencé a recordar mi infancia, cuando soñaba con poder crear un mundo diferente, recuerdo jugar a la escuelita, de hacia mucho tiempo no tenia expectativas en mi vida, y de pronto aquel encuentro revive en mi lo que había muerto.
Comencé a pensar de camino aquel lugar, que todavía existían personas buenas, recordaba las palabras que mi madre decía: "no te canses de hacer el bien, algún día te lo agradecerán", la mirada de aquel joven me recordaba su dulzura y amor, era una mujer tan tierna y llena de sabiduría, quisiera haberme parecido si quiera un poco a ella, tal vez no sería tan amargada.
Comencé a recordar toda la alegría que en mi corazón existía antes de ella partir, como jugábamos por las noches en la cama, nuestros viajes en buseta, los abrazos infinitos, pero mi mejor recuerdo era cuando me dormía en cualquier parte, y ella sin importar mi tamaño y peso, me alzaba en sus brazos, recuerdo como veía el piso desde sus hombros, mis manitas colgando, y me recostaba en mi cama, con un dulce gesto de amor, recordar como rascaba mi cabeza en las noches que no conciliaba el sueño, solo para que pudiera dormirme. Calle por un momento y suspire, había olvidado lo afortunada que fui una vez.
- He ¿otra vez perdida en el naufragio de tu corazón? - Había llegado a la Tercera avenida y ni lo había notado, el estaba justo delante de mí. - Espero que las piedras hayan tenido una buena conversación contigo - Rio - Debes comenzar a mirar adelante, porque el suelo solo te recordara tus limites, mientras el horizonte siempre te gritara todo lo que puedes alcanzar si te atreves a soñar.
- Tienes una virtud para dejarme sin palabras, sacarme de dudas y al mismo tiempo enseñarme a soñar con solo una frase. - Dije mirándolo con una mirada achicada.
- Que bueno, ese es mi objetivo. Siéntate, te daré un tiempo para desayunar, como te dije, no quiero que te desmayes.
- ¿Un tiempo? - pregunte con intriga.
- Si, un tiempo. En la vida hay cosas valiosas, pero en esa lista esta apuntado el tiempo, luego de perdido no lo puedes hacer volver para recuperarlo, luego del maltrato, no puedes devolverlo para tapar tu boca, el tiempo es un amigo que esta en tu historia en voz off, no puede hablar pero sus horas hablan por el, nos recuerdan si lo estamos aprovechando bien o lo estamos perdiendo. Si pudiéramos llevar un apuntador de cuanto tiempo tenemos, creo no lo perderíamos, pero esa es la paradoja, solo los que verdaderamente lo están aprovechando, saben verdaderamente valorarlo, mientras que aquellos que lo están perdiendo, segundo a segundo están llamando a su fracaso.
Mientras comía, le pregunte - ¿Como pueden aprovecharlo entonces si ya lo han perdido?
- ¿Conoces el significado de redención?
Lo mire intrigada, pues no es un termino que se escuche a menudo. - Es pagar un precio, para recuperar algo.
- Exacto, y si te dijera que ya el precio para redimir el tiempo se pago. ¿que dirías?
- Que estas loco.
- Si casi siempre escucho eso, pero tranquila, eso no me afecta. Los hombres han hecho de la vida una paradoja, creen lo que no deben e ignoran lo que es verdadero, aun sabiendo que es real, la lógica mata su sueño. Van por la vida creyendo vivir y han olvidado el verdadero valor de la vida.- mientras hablaba no paraba de mirar una caja larga que siempre llevaba consigo, por un momento pensé ¿de que habla? ¿porque mira a la culpable de mi tragedia?
- ¿Sabes cuanto temen los hombre a la muerte?
- Creo que lo suficiente como para evitarla. Nadie quiere morir.
- ¿Y tu madre? ¿si quería hacerlo? - me miro fijamente.
No entendí su pregunta, fruncí el ceño a manera de refutar lo que el decía, pero de pronto me perdí en su mirada y viaje en el tiempo, olvide aquella ultima conversación que tuve con mamá, creo que fue mi bloqueo para evitar aceptar el dolor de su partida ¿como superaría que la luz de mi vida se fuere así? era mejor creer que nunca estuvo y suprimí todos mis recuerdos, fue como si nunca existió hasta ese momento.
Recuerdo estábamos en su habitación, todo el tiempo habíamos sido ella y yo, pero a pesar de esto ella nunca me dejo dormir con ella, afirmaba que me ahorraba muchos años de dolor, y no fue hasta su partida que lo entendí, si durmiendo sola no fue sencillo, haberla tenido a mi lado cada noche de mi vida y luego sentir su ausencia hubiere sido mucho peor.
Era la hora de su tratamiento, estaba preparada ya en la cama, por no poder trabajar a causa de su condición de salud repentina, ya no tenia para pagar una enfermera, por ello ella misma aprendió a colocarse la vía necesaria, aun con sus pocas fuerzas, con sus manos temblorosas, el algunos casos se puyaba hasta tres veces sin acertar, mis ojos se llenaban de lagrimas, pues quería ayudarla y no me dejaba, decía que era muy joven para llevar tal carga, y solo me pedía que fuera feliz, pero ¿como ser feliz? si la causa de tu felicidad yace en una cama padeciendo por algo que ni conoces; claramente ella no sabia que yo la veía desde la ranura de la puerta.
Al culminar de colocarse el tratamiento, corrí a sentarme junto a la TV, evitando que me fuera a descubrír, pero de pronto sonó el teléfono, a prisa me levante a atenderle. Jamás olvidare esa llamada.
- ¿Señora Braund? - sabia claramente que no era mama, pero ¿quien pensaría que una travesura se convertiría en un laberinto sin salida? - Si ella habla.
- Le hablamos de la Clínica, los resultados de su quimioterapia están listos, puede venir a retirarlos mañana temprano, y si usted lo desea podemos leerle los resultados por este medio.
Sabia que mama se molestaría, si me incumbía en esto, pero necesitaba saber que estaba pasando, quería ayudarla. Me dije, le ahorrare el viaje, los oiré y le diré, así le aliviaré la travesía, pero hubiera deseado jamás haber hecho esto.
- No deseo salir de casa mañana, quiero escucharlos. Luego los retirare.
- Le comunicó con su especialista. Buenas tardes, Sr. Braund. espero pueda estar cumpliendo con su tratamiento, tengo fe de que le pueda ayudar a extender la esperanza en su vida. Los resultados no fueron favorecedores, el tumor no a cedido si no que al contrario, reacciona con fuerza contra los medicamentos, va creciendo de manera acelerada, comprime sus neuronas, y el resultado de esto, no es bueno. Sr. Braund ya no se puede negar lo indetenible, suspenderemos las quimioterapias, y solo esperaremos a lo que sabe ocurrirá, prepare a su familia, pues solo le puedo calcular unos días de vida.
El teléfono cayo de mis manos, como en una escena de novela, vi aquel momento pasar tan lento, entraba justo en ese instante al comedor mi madre, la vi palidecida, ella no sabia que ya lo sabia, corrí a el patio, monte mi bici y corrí sin rumbo alguno, solo quería huir de esa verdad (la verdad que huyera en el restaurante no era la primera vez).
Mamá moriría, no podía aceptarlo, que pasaría conmigo ¿quien cuidaria de mi? de pronto frene sin medir nada, solo escuche una fuerte corneta a mi izquierda, cuando sentí que alguien me tomo y caímos al asfalto, escuche el sonido de la campana de mi bici al ser arroyada, miraba algo nubloso, no sabia si era por el dolor del golpe al caer o por el dolor mas grande que en mi vida experimentaría que era perder a mi lucero. De pronto allí comencé a llorar a cantaros, y fue allí donde recordé donde había oído la voz de aquel joven ¿porque lo conocía? fue el quien salvo mi vida cuando aquel camión casi me arroya, el estaba allí.
- No temas, no estarás sola, el dolor solo es temporal, yo estaré contigo. - fueron sus palabras y de pronto desapareció de entre la multitud; allí llego la policía y me llevo a casa.
Cuando mi Madre abrió la puerta, me abalance sobre sus brazos ya moreteados por inyectadoras, que le absorbían la vida con las falsas esperanzas de sanarle, no sirvieron de nada.
Al abrazarme Jamás olvidare sus palabras: - No temas, no estarás sola, el dolor solo es temporal, yo estaré contigo. - ¿Como era posible que sus palabras fueran las mismas? - hija la muerte es solo un estado temporal, yo voy a vivir la verdadera vida, no te impacientes, no temas, sola no estarás.- Termino sus dulces palabras con un tierno abrazo.
Aquel día supe que el diagnostico de vida de aquel medico había fallado, pues aquella misma noche, dormí junto a ella, pero al despertar, supe que ya no estaba allí, su rostro palidecido, ya no brillaba, se había ido.
- Dolor solo es una etapa abrupta de la vida - dijo irrumpiendo en mi recuerdo - no existe nadie, que no haya tenido que lidear con el dolor, los seres mas felices no son los que no sufren, sino aquellos que son capaces de superarlo, tu madre por ejemplo, sufrió en silencio su dolor, pero nunca cambio su esencia en sí, se mantuvo alegre y genuina, incluso aprendió a reír aun mas de lo que en otros tiempos nunca hizo, la enfermedad le enseño a apreciar el valor de la vida y del tiempo, la enfermedad la llevo a conocerme, talvez su cuerpo físico, partió, pero antes de ello conoció la verdad, siendo libre verdaderamente.
Lo mire fijamente, su mirada ahora era diferente, parecía la mirada del Padre, que nunca tuve, y tanto necesite. - ¿Quien Eres? ¿Como conoces a mi Madre? ¿Porque estuviste allí y desapareciste de mi vida dejándome sola? ¿sabes cuantas noches llore con amargura? no tuve a nadie, todo lo que tenia en la vida era mi madre. ¿Por que remueves el avispero de mi corazón? ¿Dime quien eres? Dímelo! Dímelo!
-Responderé a tu pregunta, pero escúchame primero. - yo solo irrumpía en yanto, ya no quería estar allí - No podía quedarme contigo como tu lo esperabas, pero sola nunca estuviste, en cada instante estuve allí contigo, escuchándote, ciertamente en silencio pero siempre estuve. Así que la pregunta hoy no es para mi, sino para ti.
No entendía de lo que hablaba, nunca en mi vida lo había vuelto a ver, era tan desesperante., continuar hablando del tema, solo quería llegar al final del mismo.
- ¿Por que soy el culpable de tu dolor? cuando la que decidió quedarse sola fustes tú ¿recuerdas cuantas veces le dijiste a los que te rodeaban, "déjenme sola"? ¿Recuerdas cuantas veces trataron de ayudarte y tu solo llena de odio hacia la vida los hacías culpables? tu madre era tu única pariente, pero ella dejo personas, amigos en tu vida para que te amaran en su ausencia, fuiste tu quien te negaste al amor, edificando dentro de ti una fortaleza construida en el fundamento del odio, te aislaste de la vida, te distes por vencida sin pelear, por ello terminaste en aquel orfanato, tu odio incontrolable afectaba a todo el que quería amarte. Ahora te pregunto: ¿quien dejo a quien entonces? ¿yo a ti o tu a mi?
Hubo un silencio ensordecedor, el tenia una verdad en sus manos, como refutarla, cuando el odio dentro de mi mato toda esperanza, porque le quitan a una niña su madre, cuando no tiene a nadie mas en la vida, ¿Por que? ¿Por que?
- ¿Dime quien eres? o me levantare y me marchare ahora mismo.- dije con tono amenazador.
- De acuerdo, pero respetare lo que decidas hacer luego de saber quien soy, jamás me e caracterizado por obligar a nadie a nada. Soy Aquel que fomento la convicción de tu madre cuando supo lo que le sobre venia, soy Aquel que le dio fuerzas para respirar aun cuando ya no podía mas, soy quien le extendió los años de vida cuando solo aseguraban una muerte inminente, la enfermedad que tu madre padecía, no fue algo que surgió de la noche a la mañana ella la padeció desde su juventud, solo que su virtud de hacer felices a los demás era mas importante que su dolor. Fue allí donde me conoció, cuando dictaminaron que no podría tener hijos, ella incansable me busco, sus obras eran de bien y su actitud aun en medio del dolor era la correcta, nunca fue a mi para reprochar su condición, si no a darme las gracias aun cuando no entendía nada, ella me provoco, Yo Soy el que estableció que tu vinieras al mundo por su vientre. Yo Soy quien te trajo hoy aquí, para hacerte volver a la vida, porque Te amo, Yo Soy Jesús.
Sacando de la caja que siempre llevaba consigo, una cruz. No podía creer todo lo que oía y estaba mirando, pensé ¿estoy muerta? ¿como es esto posible?
- No estas muerta. Pero necesitaba hablarte y que me conocieras realmente, para que vieras con tu propios ojos, que no soy lo que haz pensado, te encontré minutos antes de tu ultima oportunidad de Amar.
- Yo no quiero amar a nadie. - respondí con mucha molestia, la sola palabra me irritaba - el amor solo nos hace sufrir.
- Tienes un punto verdadero, el amor nos hace sufrir. Yo sufrí por ti, para que hoy puedas enmendar toda una vida de errores y puedas volver a creer en el amor, a tan solo unos minutos tienes la verdadera felicidad que haz buscado, pero la felicidad que no nace del amor, solo es pasajera, no tiene fundamentos, se desvanece, por ello el alcohol , las drogas las fiestas nunca te brindaron felicidad, porque su fundamento no es el amor sino la lujuria, por ello en esos lugares nunca conociste a alguien especial, pues de allí no nace el amor, el amor nace de un corazón, puro, el verdadero e inexplicable amor, nace de mí. Hoy te brindo la oportunidad de volver a amar y hacerlo bien, perdónate y perdona, sin este elemento el amor morirá, cree y sueña en grande, las grandes historia que tu mama contaba siempre te mostraban la esencia original de la vida, el amor. Hoy la decisión es tuya.
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conoceras el verdadero amor., porque el amor jamas te dejara.
Editado: 08.10.2021